miércoles, 27 de enero de 2010

ECONOMÍA SUMERGIDA

Cuando el ministro Corbacho, ese gran hombre, el 13 de enero se atrevió a hablar, (no se sabe muy bien a santo de qué), y a dar alguna cifra referente a economía sumergida en nuestro país, recibió pronto apercibimiento del secretario Campa: "es excesivamente osado ponerle un número a ese porcentaje"; y cuasi-excomunión de la vicepresidenta Salgado: "No hay estimaciones sobre la economía sumergida en España como no las hay en ninguno de los países de nuestra economía occidental". ¿Como?, ¿de qué?. O sea que economía sumergida en España: ni hablar. No se puede hablar de lo que no está medido exactamente. Y todos a callar.

Afortunadamente existen académicos de guardia como el profesor Velarde que, el 25 de enero en su articulo Mandeville ¿tuvo razón? , salió a la palestra a aclarar cuatro cosas y ponerlas en su sitio. Por resumir:

Primero: En el mundo mundial hay economía sumergida. En este país de maría santísima, también.
Segundo: En el mundo mundial hay estimaciones del montante que supone la economía sumergida frente al total de la economía. En este país llamado España, también. Y las estimaciones que daba Corbacho, ese gran hombre, no parecían estar tan descaminadas.
Tercero: Existen estudios académicos acerca de sus efectos: de sus perjuicios, evidentes, en el desarrollo económico y de bienestar de la sociedad a largo plazo; y, también en ocasiones, de su papel mitigador, a corto plazo, de los efectos de las crisis económicas.
Cuarto: Es evidente que “el buen desarrollo a largo plazo sólo es posible en economías absolutamente limpias”, es decir con el menor grado posible de economía sumergida. Pero:
Cuarto: No toda la economía no declarada, (y por tanto sumergida), es delictiva. No toda la economía no declarada, (y por tanto sumergida), es reprobable. No toda la economía no declarada, (y por tanto sumergida), es perjudicial.


Sección MusicalVIAJERA (García Morcillo – Del Val)

Cuando inicié este blog dije, hablando de estándares, que “en España, (y en español), un primer equivalente "popular" de música, referido a la parte media del siglo XX sería, en primer lugar lo que podríamos llamar: la música española, en su gran mayoría, aunque no toda, copla”.

La copla fue, de todas todas, la música de mi infancia. En una España en blanco y negro, pobre, (“pobretes pero alegretes”, decía Vázquez Montalbán), y con “partes” en vez de informativos, la copla era la música que cantaban nuestras madres, tías y abuelas y la única música que sonaba en las emisoras de radio en espacios de melodías dedicadas: “Para Jacinta en el día de su santo de sus tíos y primos: Juanito y Pilar; para Luis, en su cumpleaños de quien él ya sabe, ……., radiamos Francisco Alegre de Juanita Reina. Al menos en provincias y así hasta que aparecieron “Los cuarenta principales”.

Me voy a referir aquí a mi primer recuerdo musical, (ó a lo que creo que es mi primer recuerdo musical), que es oír a mi madre, cuando yo era muy, muy pequeño, cantar:

Porque ha perdido una perla
Llora la concha en el mar
Porque el sol no se ha asomado,

Está triste el pavo real.

La canción es Viajera, también conocida como La perla (la novia del pescador). La música es de Francisco García Morcillo – el “maestro” Morcillo, autor, entre otras de María Dolores, La tuna compostelana y de Tengo una vaca lechera. La letra es del aragonés Francisco del Val, letrista y compositor. Una de las primeras interpretaciones de Viajera fue realizada por Lolita Garrido, que fue quién la popularizó con bastante éxito.

Es un bolerazo. Tiene una melodía bastante sutil y muy cantable que se aparta, creo, del andalucismo predominante de la copla. La letra es muy sugerente y misteriosa con varios planos significativos: la perla, el pavo real el pescador, viajera….; y un estribillo arrebatador y muy apasionado. La letra sigue:

Porque pasaron los años,

y la barca no volvió,
está llorando en el puerto
la novia del pescador.

Estribillo

Por todo lo que más quieras,

dime que sí.
Por tu madrecita buena,
dime que sí.
Que me vas a querer tanto,
dime que sí.
que me vas a querer tanto,
como yo te quiero a ti.

Mañana cuando te alejes,

viajera de mi ilusión,
que voy a hacer contigo,
te llevas mi corazón.

Si una concha está llorando,

porque una perla perdió,
que harán mis ojos mañana,
cuando me digas adiós.
Como podréis suponer para mí, irremisiblemente unida a mis cuatro o cinco años y al recuerdo de mi madre jovencísima, esta canción me resulta entrañable y me llega muy dentro.

Finalmente uno hace averiguaciones y tengo para mí que Francisco del Val, de cuya vida no se conoce mucho, fue un estimable compositor. Son composiciones suyas, por ejemplo,
Trigales verdes que popularizó Manolo Escobar, Me pedías un beso (más conocida por Una lágrima cayó en la arena), que cantó Peret. También fue un gran poeta popular. Suya es la canción Sierra de Luna (más conocida por El Ebro guarda silencio). Es la jota que dice:

El Ebro guarda silencio

al pasar por el Pilar.
La Virgen está dormida,
no la quiere despertar.
¿ A que creían que esta canción era popular, sin autor?. Yo así lo creía.
Enlaces
- En el Blog Desolvidar, aparte de otras muchas cosas muy interesantes, es donde he descubierto la figura de Francisco del Val. De él se dice:
“consiguió que sus canciones fueran cantadas, y cantadas con fuerza, con sentimiento, por el pueblo. Pero ese mismo pueblo no sabe, seguramente nunca ha sabido, quién es el artífice de las canciones que canta”.
(
http://patximendiburu.blogspot.com/2009/02/francisco-de-val.html).

1 comentario:

  1. Ante todo una fe de erratas: donde decía “consumir es sufir”, debe decir “consumir es sufrir”.
    Pero vamos con el asunto de hoy, la “economía sumergida”. El tema es muy sugerente y así de pronto lo interpreto como “economía no regulada-gravada”, es decir no sujeta a regulación en general, tributos ni otra carga en particular. Y esto nos lleva al tema de los tributos cuya única finalidad es la recaudatoria, y que tratan de justificarse con criterios de justicia, con lo cual entramos en tremendos jardines laberínticos.
    De hecho solo hay que fijarse en la definición de impuesto: “obligación pecuniaria sin contraprestación”. Además hay que tener en cuenta la facilidad en la recaudación, es decir el coste de la misma, con lo que llegaríamos al “tributo neto”, que es de lo que se trata.
    La cuestión es por tanto relacionar la actividad económica y su regulación-tributación.
    Pero actividad económica consiste en elegir entre recursos escasos para satisfacer necesidades. Entonces ¿toda actividad económica debería estar gravada?
    Por ejemplo cuando opto por ir a pie y así ahorrarme el coste del transporte, ¿debería ingresar el IVA por el viaje a pie? (al margen de las cuestiones practicas de recaudación). ¿Es esto economía sumergida?
    El ejemplo mas preclaro de este dilema es el tema del “autoconsumo” (bienes y servicios producidos directamente por la persona consumidora).
    De hecho en el IRPF “el autoconsumo o la cesión gratuita de los bienes y servicios objeto de la actividad económica, se computarán al valor de mercado”, para la determinación de los rendimientos de las actividades económicas, en el régimen de estimación directa. Lo cual supone la ficción de un ingreso: lo que se debería haber pagado un tercero.
    En fin, creo que razonablemente se puede pensar en una correlación entre regulación y economía no sumergida. Entonces se plantean dos cuestiones: ¿hasta que punto se puede estar la economía sumergida? y ¿es realmente perversa tal economía?
    Respecto a la primera cuestión, en ciertos casos es casi imposible tal sumergimiento, por ejemplo respecto al IVA (o el sustitutivo impuesto de transmisiones), o los impuestos especiales. ¿Cómo adquirir un paquete de tabaco, un litro de gasolina, una botella de brandy, o una vivienda de forma sumergida?, ¿compensa ir a Melilla o a Gibraltar a hacer nuestras compras?. Esto desde el lado de las contribuciones, pero también desde el lado de las prestaciones, ya que por muy sumergido-ilegal que se esté, se tienen derechos respecto a la sanidad o la educación que son universales.
    Y respecto a la segunda cuestión, ¿hay que darse de alta como empresario (con las cargas que conlleva), para vender un coche de segunda mano? o ¿contratar a una limpiadora en el hogar, dos horas a la semana?. Lo dejo para reflexionar.
    Por cierto que en anterior comentario, sugerí que la forma para resolver el déficit de la Seguridad Social, respecto a las pensiones era establecer la edad de jubilación cinco años por encima de la esperanza de vida, pues bien, parece que ya lo tenemos en marcha.
    Un saludo del:
    Observador perezoso

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