domingo, 12 de septiembre de 2010

¡Hola,...hola!

Permítanme que en la vuelta les salude con este ¡hola,.. hola!, y traten de imaginárselo como con el sonido alegre, jovial y amigable de José Domingo Castaño cuando inicia el antes Carrusel Deportivo y ahora Tiempo de Juego. De verdad que el buzo siente una gran alegría en volver después de dos meses de cierre por vacaciones. Les tengo que decir que la rentrée, tanto en general, como en lo que se refiere al blog, no ha resultado fácil. En lo que se refiere al blog creo que fue un error cerrar del todo. No lo volveré a hacer.

A la hora de ponerme a ello, parece como que me veía en la obligación de contarles mi vida en fascículos – lo que no es plan- y, además, también me daban ganas de poner una tras otra las noticias que más me habían llamado la atención en el verano. Así es que creo que lo mejor es hacer casi un “decíamos ayer”. Empezamos.

Dicho lo anterior, no me resisto a glosar ciertas andanzas de dos personajes que siempre dan mucho juego. El primero es Fidel Castro. Parece que ya se ha curado. Mejor. A ver si ya  nos hace el favor de no verlo con aspecto famélico  y vestido con el chandalín. Ayer dijo que el modelo cubano no funcionaba: “a buenas horas mangas verdes”. A finales de agosto dío su primera entrevista seria al diario, (supongo), La Jornada de México; la cual, como no podía ser de otra forma en un sujeto que usaba hacer discursos de a docenas de horas, es pesada, desopilante y muy, pero que muy larga. La pueden leer íntegra si pinchan aquí. Habla de muchas cosas. Una de las más chocantes: dice que se murió y que, luego, resucitó y que lo que vio al resucitar de cómo estaba el mundo, no le gustó nada. En fin sin comentarios, no vaya a ser que con la bulla, se animen sus clubs de fans a proponer su pronta canonización.


El Segundo es Moratinos que sorprendió al mundo mundial a mediados de julio, asistiendo en Afganistán a un guateque de capitostes nativos, vestido de idem, o lo que es lo mismo: Se fue de jirga en Afganistán. Al buzo le salió la vena poética y  compuso una macarrónica quintilla que les pongo a continuación:

 De “jirga” en Afganistán
el ministro Moratinos
haciendo de truchimán
con su “longui” y su” chapán”.
¡Ay Señor, qué desatino





Tan contento que se le veía al angelico.

Sección musical

Leonardo Favio.

Mi viaje a Argentina el pasado abril, me llevó a tratar de recordar canciones o cantantes argentinos que me gustaran especialmente. Así apareció Leonardo Favio y su canción ”Fuiste mía un verano” que apareció con fuerza en mi vida allá por el año 68 o 69 y ya no me dejó nunca. Siempre me gustó mucho esa canción. Visto ahora en la distancia comprendo bien el por qué. Era una canción super-romántica y,  sobre todo para la época, muy natural con una letra muy espontánea que planteaba una situación plausible de una tremenda lógica adolescente,.con una voz inconfundible entre ronca y desbocada.

“Hoy la vi, fue casualidad
yo estaba en el bar, me miró al pasar
yo le sonreí y le quise hablar,
me pidió que no, que otra vez será”

Después le siguió la bronca y desgarradora “Ella ya me olvidó”. En adelante, a parte de saber que era el autos de “O quizás simplemente le regale una rosa”, que en España fue un éxito de Henry Stephen, prácticamente nada volvimos a saber de Leonardo Favio.


.. Así que con motivo del viaje a Argentina, me puse a buscar datos sobre Leonardo Favio, creyendo que me toparía con la biografía de un cantante convencional con dos o tres exítos y ¡chau!, y descubrí un artista multifacético, un apasionante y exagerado personaje, del que causa extrañeza el ver que aquí, en España, su obra, protéica e inclasificable, es, prácticamente desconocida. Os resumo de forma sucinta:

- Fue cantante, casi, por accidente; y, después, la canción ha sido fundamentalmente con lo que se ha ganado la vida.
- Básicamente es director de cine. En alguna encuesta realizada en Argentina, fue elegido mejor director argentino de todos los tiempos.
- Es, a su manera, creyente y, además, profundamente peronista: hasta las cachas. Uno de sus últimos trabajos en el cine fue “Perón, sinfonía del sentimiento”, documental prácticamente inédito de seis horas de duración, realizado entre 1996 y 1999.


Ahora, Leonardo Favio está muy malito. Os invito a que saboreéis y améis sus canciones y si  tenéis  curiosidad, que espero que si, podéis  indagar – y disfrutar - en los enlaces que pongo a continuación. 







 


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