jueves, 10 de febrero de 2011

Vuelve la rubia

.
En mayo del pasado año trajimos al blog al ínclito Pedro Castro, alcalde de Getafe, como la "rubia" que cierra o pretende cerrar cualquier discusión. (Ver Lo que diga la rubia). Hoy ha saltado a la palestra proponiendo cerrar al tráfico el centro de Madrid. Ignoro en virtud de que principio o potestad hace la propuesta.

No puede ser que la haga como alcalde de Getafe. Tampoco es una autoridad del Gobierno central o del autonómico. Dudo, por otra parte, que entre las funciones de la Presidencia de la Federación Española de Municipios esté la de decir, proponer o imponer a los alcaldes de otros municipios lo que tienen que hacer. Puede que se trate de que asuma cierto papel de "abuelo Cebolleta" para salir a la palestra contando batallitas o su inclinación a ser el perejil de todas las salsas o, definitivamente, tiene vocación de "rubia" para intentar decir la última palabra.

El alcalde de Getafe

Es claro que todos los implicados tienen en su zurrón deberes que no han hecho en lo referente a las medidas que no han tomado para prevenir el crecimiento de la contaminación atmosférica. Desde los regidores de cada ayuntamiento de España, a su Federación Estatal que parece que sólo se acuerda de Santa Bárbara cuando truena. También, los vecinos o ciudadanos, a los que se nos hace un llamamiento para no sacar los coches y ... "que si quieres arroz Catalina",  y el Ministerio de Medioambiente y etc. que se queja, justo a finales de enero de este año, de la ubicación, (que en su día aprobó), de las estaciones de medida de la contaminación de la ciudad de Madrid.

También, la ministra Aguilar debería saber que el ministerio que dirige, debe elaborar y poner en marcha - y van ya para los cuatro años de retraso - un plan estatal de reducción de la contaminación, como le obliga el artículo 16.1 de la vigente Ley 34/2007 de calidad del aire con exigencias a las comunidades autónomas y ayuntamientos en cuanto a la adopción de protocolos y medidas eficaces para reducir la polución.

Sosiéguese el señor Castro y que cada palo aguante su vela.
.

No hay comentarios:

Publicar un comentario