sábado, 19 de enero de 2013

Nuevos insultos


Con la que está cayendo en estos días; en que bien sea en soledad o en compañía, (con diferentes variedades: mental, a voz en grito o por lo bajinis), estamos haciendo un uso desmedido de comprensibles insultos ante tanto indeseable, les propongo renovar el repertorio. Por ejemplo.

Anfeón, Carmadón, Bruciferno, Boralto Dragontino, Brutillón, Arrastronio…, Pronastor…, Grindalafo,…, Astrobando (que cabalgaba en un elefante porque ningún caballo podía aguantar su peso), Mandanfabul, Pandafilando de la Fosca Vista, Calfurnio, Baledón, Barvorante…, Pacanaldo, Cartaduque, Daliagán de la Cueva Oscura, Frandamón…, Galpatrafo, Luciferno de la Boca Negra, Pasaronte…, Marisgolfo,…, Bracamonte…, Mordacho de las Desmadejadas Orejas, Serpentino de la Fuente Sangrienta, Nabón el Negro, Candramarte, Tenuronte el Malo, etc.


¡A que son magníficos! Se pueden utilizar solos, o en compañía de otros insultos conocidos. Por ejemplo se puede decir de tal ladrón al que se quiera insultar: “¡Menudo Astrobando está hecho!”; o agrupando: “Ese tío, es un Puto Galpatrafo; o de seguido “Ese, lo que es, es un Dialagán de la Fuente Sangrienta y un cabrón


Son nombres de los monstruos a los que se enfrentaban los héroes de los libros de caballería - los Amadis de Gaula, los Palmerines... - que se leían en tiempos de Miguel de Cervantes. El buzo los ha encontrado en el libro Para leer a Cervantes de Martín de Riquer, (Acantilado, 2003), que les recomiendo vivamente, si quieren disfrutar más y comprender mejor El Quijote.

Además, insisto, quedan muy propios para invectivas e insultos.

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