martes, 5 de marzo de 2013

Que bajen los precios


Nos encontramos en un extraño país en el que, en bastantes sectores, el comportamiento de las empresas y las instituciones reguladoras contradice las leyes generales del mercado. Por ejemplo, en las autopistas.


Señal de autopista de España

El uso de las autopistas de peaje se desploma con la crisis, de manera que a principio de 2013 nos encontramos al mismo nivel de 1997, y sin embargo, sorprendentemente, no dejan de producirse subidas de los precios: 2 en 2012 (“la habitual” de enero y la de la subida del IVA) y, en 2013, “la habitual”, de enero. Digo “la habitual”, porque es dogma que en todos los servicios siempre se revisan, al alza claro, los precios a principio de año.

Deben suponer – gobierno y empresas concesionarias - que la demanda es rígida y que, por tanto, va  a haber el mismo número de usuarios sea cual sea el precio, por lo que a aumento de precios, aumento de recaudación. Falso.


Señal de autopista en Italia

El precio de los peajes está por las nubes, (4,35 euros  cuesta atravesar el túnel de la AP-VI – unos 3 km de peaje); con lo que el personal las utiliza menos, (por lo que el verano del pasado año había atascos serios en la subida y en la bajada del puerto de los Leones, travesía de San Rafael incluida); se recauda menos y entonces viene lo de el uso de las autopistas de peaje se desploma con la crisis…. y - ¡sálvenos, ministro! - el sector vuelve a pedir – y se le concede de forma habitual - nuevas subidas de las tarifas.

Que se bajen los precios  a ver qué pasa. Como han hecho por fin en el AVE. Y si no lo hacen, que expliquen por qué.

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