jueves, 1 de marzo de 2018

Lágrimas blancas.

Anteayer camino de la estación de Zamora, para volver a Madrid en el AVE, seguía nevando. El tiempo había pasado, en veinticuatro horas, de la casi primavera de la tarde anterior a la nieve, pasando por un frío polar por la mañana.





En ese momento, la nieve llevaba dos horas cayendo dulcemente, variando sólo su lenta caída los copos por pequeños remolinos cerca de las paredes de los edificios y en los cruces de las calles. Caía la nieve mansamente y me traía las palabras de la canción de Adamo:

"es como un cortejo 
de lágrimas blancas,
y el pájaro canta
las penas del alma.

Esta tarde no vendrás..."

Lágrimas blancas de melancolía y de recuerdos de los que ya no están. Esta nieve mansa del finales  de febrero en Zamora.

Cae la nieve. 1963. Salvatore Adamo 

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