miércoles, 17 de marzo de 2010

A 400M


Vista del Airbus A 400M (imagen tomada de http://www.airbusmilitary.com/)

Retomando el hilo del comentario de la semana anterior y constatando el desinterés general de la sociedad española por la industria, el buzo no se ha visto sorprendido por la escasa atención que se ha prestado en los medios de información de las últimas noticias relativas al avión europeo de transporte militar A 400M. Lo raro, en efecto, hubiera sido lo contrario. La historia de este proyecto pueden verla desarrollada, con más detalle y precisión, en diversos sitios. (Por ejemplo en el artículo Airbus A 400M, de la versión inglesa de Wikipedia).

Pues bien, el día 5 de este mes, (Ver en ABCLos países compradores del avión A400M acuerdan pagar 3.500 millones de euros más ), los gobiernos compradores del nuevo avión de transporte militar han llegado a un acuerdo con EADS para asumir los sobrecostes de fabricación. Aportarán 2.000 millones de euros suplementarios y 1.500 en créditos reembolsables a cuenta de regalías sobre ventas futuras del avión. Se desbloqueaba de esta forma un problema que estaba poniendo en peligro uno de los proyectos industriales europeos más ambiciosos de las últimas decadas. El 11 de diciembre de 2009, en Sevilla, había culminado con su vuelo inicial una aventura tecnológica e industrial de cooperación entre  nueve paises, que había comenzado más de veinte años atrás, y que estaba en el aire, (¡qué ironía!), por falta de un acuerdo sobre la asunción de los sobrecostes.

El nuevo avión, que se fabricará en plantas de 9 paises y que se ensamblará en Sevilla, tiene una cartera de pedidos de más de 180 unidades vendidas y parece presentar unas aceptables expectativas comerciales futuras. Supondrá 20.000 empleos directos, (y otros tantos indirectos), de alta cualificación. Darío Valcarcel terminaba su magnífica columna El avión a400m ha ganado, aparecida en ABC el 11 de marzo, con las siguientes palabras:

"Desde hace meses hemos escrito acerca del A400M. Europa había hecho una apuesta de gran riesgo. Los diseñadores del avión trabajaban desde 1995. EADS pudo desaparecer en uno de esos remolinos del río de la vida. Quizá la hubieran comprado los chinos. La historia ha acabado bien."

Es una muy buena noticia. Hay que apoyar la industria, que está en horas bajas. Y más, industrias como ésta. Si recuerdan, yo les decía que Sarkozy se alarmaba porque la industria suponía sólamente el 16 % del PIB de Francia, (frente al 30% de Alemania), y proponía apoyarla. ¿Qué deberíamos hacer en España?. Según los últimos datos conocidos del INE (diciembre de 2009), la industria española, (incluyendo energía), sólo supone el 14 % del PIB.

Sección musical

SEND ME NO FLOWERS

Send Me No Flowers es el título de una película americana de 1964 dirigida por Norman Jewison y protagonizada por Rock Hudson y Doris Day, que canta la canción de mismo título compuesta por Burt Bacharach. He aquí, la confluencia perfecta de dos debilidades del buzo: Doris Day y Burt Bacharach.



De Doris Day, (nacida Doris Mary Anne Kappelhoff y claramente descendiente de alemanes), la mayor parte de la gente tiene el concepto de rubia maciza pero bobalicona y sosita, (yo no creo que fuera ni tan bobalicona ni tan sosita), que se pasaba la vida persiguiendo a Rock Hudson vestida años 50, en casitas estilo años 50 y que cantó, tangencialmente, Que Será Será. Pues sí. Es eso. Pero sobre todo fue una cantante como la copa de un pino. Nacida en 1922, comenzó su carrera a finales de los años 30 en grandes orquestas como las de Bob Crosby y Les Brown. Participó y luego protagonizó en films en un buen puñado de musicales  como Starlift, On Moonlight Bay, By the Light of the Silvery Moon, ý Tea For Two . En 1953 hizo el musical del Oeste, Calamity Jane, dónde estaba la canción Secret Love. Su carrera cinematográfica fue esplendorosa también. Protagonizó con Frank Sinatra el musical Young at Heart. También protagonizó, en 1956, El Hombre que sabía demasiado de Hitchcock con James Stewart,  donde aparece la que sería "su" canción para siempre Qué será,  será. Y después, sólo después, participó con gran éxito en las tres películas con Rock Hudson. Busquen, busquen: lo cantó todo.. y bien. Vean como cantaba If I Were a Bell en 1950.

¿Y Bacharach?. Un crack. El último gran compositor popular estadounidense, digno sucesor de los Kern, Porter o Warren. Pero se ha hecho ya muy tarde hoy. Hablaremos de él, con calma, mas adelante. Como adelanto, les dejo con Bacharach en estado puro: acordes inusuales, ritmo sincopado y arreglos de fliscorno; con Walk on Bye en la versión, digamos, original de Dionne Warwick en 1963.

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