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miércoles, 14 de abril de 2021

La muerte del niño herido. Antonio Machado.

En poco tiempo los aeroplanos dejaron de ser novedosos elementos tecnológicos, que llenaban de asombro a los poetas, y fueron incorporándose a la vida cotidiana en todo el mundo: pilotos, líneas comerciales y … artefactos bélicos. Los horrores de la guerra civil española, donde se experimentó por primera vez el bombardeo en masa contra civiles, rompieron la imagen idílica de los aviones, convirtiéndolos en máquinas de guerra.


Antonio Machado.
Retratado por  Leandro Oroz, 1926

Hay ejemplos de poemas contra esa macabra función. Uno de ellos es La muerte del niño herido de Antonio Machado en que se presenta la muerte final de un niño enfebrecido y asustado por el bombardeo: un invisible avión  
- ”Madre ¡el pájaro amarillo! ¡Las mariposas negras y moradas!”-  moscardonea y repiquetea el cristal del balcón.                          

La muerte del niño herido

Otra vez es la noche… Es el martillo
de la fiebre en las sienes bien vendadas
del niño. -Madre, ¡el pájaro amarillo!
¡Las mariposas negras y moradas!

-Duerme, hijo mío. Y la manita oprime
la madre junto al lecho. -¡Oh, flor de fuego!
¿Quién ha de helarte, flor de sangre, dime?
Hay en la pobre alcoba olor de espliego:

fuera la oronda luna que blanquea
cúpula y torre a la ciudad sombría.
Invisible avión moscardonea.

-¿Duermes, oh dulce flor de sangre mía?
El cristal del balcón repiquetea.
-¡Oh, fría, fría, fría, fría, fría!

Antonio Machado.
 (Sevilla, 1875 – Colliure, 1939)

Publicado en madrimasd.org el 22 de marzo de 2021; sección poesía y ciencia.


sábado, 3 de abril de 2021

Las Vieiras de Vigo. Luis Taboada.

Ángel Muro Goiri. Almanaque de "Conferencias culinarias" para el año bisiesto de 1892

Ángel Muro Goiri, (1839-1897) fue el primer periodista gastronómico y gastrónomo que hubo en España. Su principal obra fue El practicón: tratado completo de cocina al alcance de todos y aprovechamiento de sobras: libro de recetas publicado en 1894, enormemente popular con múltiples reediciones hasta finales de la década de 1920

Ángel Muro. Caricatura de Escaler
en La semana cómica (1892)

En 1892 editó un Almanaque de "Conferencias culinarias" para el año bisiesto de 1892 que (sic) “contuviera además de todas las simplezas que constituyen el ritual de todo almanaque”, formulas culinarias escritas expresamente por escritores y periodistas de la época; conocidos suyos. Consiguió todas las colaboraciones en un tiempo record durante diciembre de 1891, editando el almanaque en enero de 1892.

En el Almanaque se pueden leer historias y ocurrencias gastronómicas, recetas en prosa y en verso de los principales plumillas aventajados de la época: Vital Aza, Fernández Bremond, Luis Taboada, Ricardo de la Vega, Ramón de Campoamor, Manuel del Palacio, Miguel Ramos Carrión, etc. De hecho las recetas en verso incluidas en el Almanaque son las más famosas de las que nos ha dejado el  siglo XIX.

Luis Taboada y Coca. Las vieiras de Vigo

Luis Taboada y Coca fué un famoso periodista, humorista y escritor español del siglo XIX, nacido en Vigo en 1848. Estudió enseñanza media en Pontevedra y trabajó en Madrid en los Ministerios del Interior y de Obras Públicas, como secretario particular de Ruiz Zorrilla, y Eduardo Chao, entre otros. Era de ideología Demócrata y con sus obras cómicas llegó a alcanzar una popularidad impresionante en su época, no sólo en España, sino en Hispanoamérica; semejante a la que gozaron, por ejemplo, autores como Aza o Sinesio Delgado.


Caricatura de Luis Taboada.
En Madrid Cómico, 1883

Escribió crónicas para Madrid Cómico y artículos costumbristas en El Imparcial, El Duende, ABC y Blanco y Negro. Colaboró asimismo, entre otras, en La Ilustración Española y Americana de Madrid, La Ilustración Ibérica de Barcelona, La Ilustració Catalana y La Ilustración Gallega y Asturiana.

Como narrador atacó con humor e ingenio a la clase media madrileña, cuya inagotable cursilería fustigó como nadie, llegando en ocasiones a lo grotesco. Compuso volúmenes de relatos (Errar el golpe, 1885; Madrid de broma, 1890; Memorias de un autor festivo, 1900) y novelas (La viuda de Chaparro, 1906; Pescadero, a tus besugos, 1906).

Fue el autor de la receta Las vieiras de Vigo, incluida en el  Almanaque de "Conferencias culinarias"...; que reproducimos a continuación.

Las vieiras de Vigo. (13-12-91)

Entre las dos conchas
metes el cuchillo;
levantas la tapa
extraes el bicho;
sobre limpia mesa
lo picas muchísimo,
y cuando has logrado
que esté picadito,
le añades cebolla,
un ajo, bien limpio,
perejil, pimienta
y medio clavito.
Con el pan rallado
haces amasijo
y todo revuelto
y bien reunido,
lo empapas al punto
en aceite frito.
Rellenas las conchas
con todo lo dicho;
las llevas al horno
y esperas tranquilo,
ó bien les aplicas
«rescoldo sencillo»
que dijo un poeta
de los más eximios.
Ahí tienes, lectora,
el sistema fijo
de guisar las ricas
vieiras de Vigo.
Después te las comes
y gozas muchísimo,
ó bien te hacen daño,
lo cual no es un mito,
y entonces te asustas
de haberlas comido.

Doña Emilia Pardo Bazán incluye  esta  receta en su libro La cocina española antigua, mencionando las recetas hechas por Taboada y por el propio Andrés Muro. Dice la señora condesa:

“Son recetas muy semejantes. Y yo creo que a las dos le sobra el ajo; las vieiras sin él, están igualmente sabrosas”.


martes, 2 de marzo de 2021

Ramos Carrión en el Almanaque de "Conferencias Culinarias" de Ángel Muro de 1892

Ángel Muro Goiri, (1839-1897) fue, probablemente, el primer  gastrónomo y el primer periodista gastronómico que hubo en España. En 1892 se le ocurrió editar un almanaque que (sic) “contuviera además de todas las simplezas que constituyen el ritual de todo almanaque”, formulas culinarias escritas expresamente por escritores y periodistas de la época; conocidos suyos. Lo que realizó en un tiempo record puesto que en sólo un mes – diciembre de 1891 – consiguió todas las colaboraciones y editó el almanaque en enero de 1892.

 


Ángel Muro Goiri
(Caricatura de Escaler en Wikipedia)

Así que en este almanaque podemos leer historias y ocurrencias gastronómicas, recetas en prosa y en verso de los principales plumillas aventajados de la época: Vital Aza, Fernández Bremond, Luis Taboada, Ricardo de la Vega, Ramón de Campoamor, Manuel del Palacio… y Miguel Ramos Carrión.

Este último aportó su Cena estudiantil, o receta en verso de la “media tostada”, que reproducimos a continuación

     Cena estudiantil.

     Coge un cuchillo y después
con la mayor igualdad
divide por la mitad
un panecillo francés.
     Toma la parte inferior,
sobre una parrilla luego
colócala sobre el fuego
a lento y suave calor,
     y antes que se ponga seca,
cuando esté casi dorada,
ya del fuego separada
úntala bien con manteca.
     Así, con poco trabajo,
tierna, sencilla y sabrosa,
conseguirás la famosa
media tostada de abajo.
     Es plato que hace cualquiera
y se toma comúnmente
con un café bien caliente
y modista... ó chalequera.
 

Miguel Ramos Carrión. 

1891-25 diciembre.

La compuso (o se la envió a Muro) el día de Navidad de 1891. Lo que muestra que Miguel Ramos Carrión estaba en todas las pomadas.

domingo, 28 de febrero de 2021

Miguel Ramos Carrión en las exposiciones nacionales de pintura del siglo XIX

A finales de los años 80 y en la década de los 90 del pasado siglo se produjo un cierto proceso de valoración de la pintura histórica del siglo XIX a la que cobré bastante afición.

Además, supongo, de algunas visitas al antiguo Casón del Buen Retiro en el que se encontraban, más que expuestas , almacenadas algunas de las obras más destacados de este tipo de pintura, dos hitos fundamentales en esa afición fueron – ya no recuerdo cual pudo ser el orden – el libro Imagen histórica de España (1850-1900) de Carlos Reyero, editado por Espasa Calpe; y la gran exposición La pintura de historia del siglo XIX, celebrada en 1992 en el Museo Español de Arte Contemporáneo de la Ciudad Universitaria, (hoy Museo de Traje), exposición organizada por el Museo del Prado bajo la dirección técnica de José Luis Díez, Jefe del departamento de pintura del siglo XIX de dicho museo.





En esta exposición se reunieron, traídos desde diversos museos e instituciones (diputaciones, ayuntamientos, etc.) de toda España, un importante número de los cuadros más relevantes de este género pictórico. Cuadros académicos, monumentales y de enormes tamaños que muchos de ellos ya no se verían expuestos juntos en el futuro.

Cuadros que, de múltiples formas, habían alumbrado nuestra infancia y adolescencia, visualizando la historia de España o sus relatos en el siglo XIX; momento en que, después de tantos siglos se estaba construyendo, entre liberales y conservadores, revoluciones y guerras carlistas y los carruseles de gobierno de la restauración, la nación española y su supuesta identidad histórica.

Por esas fechas y al hilo de la exposición mencionada y otras, hubo planes para trasladar muchos de estos cuadros desde sus lugares de depósito desperdigados muchos de ellos por toda España y centralizar la exposición de los mismos  en el Museo del Prado. Lo que nunca llegó a realizarse.


Seguimiento periodístico de las Exposiciones Nacionales de Pintura del siglo XIX


Una de las cosas que más llamó mi atención fue el revuelo y el éxito social y oficial que este tipo de pintura adquirió, a través de las Exposiciones Nacionales de Pintura realizadas cada año. Exposiciones a las que las revistas de todo tipo que se editaban en la segunda mitad del siglo XIX enviaban corresponsales que realizaban reseñas; críticas académicas y críticas históricas; serias y cómicas y en prosa y en verso.

Estas poesías satíricas y humorísticas dedicadas a los cuadro, eran mis preferidas Sin embargo, como mucha información y mucha literatura menor del siglo XIX, no se encuentra debidamente recopilada y estudiada y lo que ha llegado hasta nosotros es poco y fragmentario.


Miguel Ramos Carrión


Soy paisano de Miguel Ramos Carrión, ya que nací en Zamora unos 50 años después de su fallecimiento en 1915 , y me gustaría traer aquí algunas de las composiciones poéticas humorística que el autor zamorano dedico a algunos de los cuadros en  exposiciones nacionales. 
Miguel Ramos Carrión escribió la Revista Cómica de la exposición de 1871, y en ella se encuentran los versos que corresponden a los cuadros siguientes. 

El primero fue El último día de Sagunto de Francisco Domingo Marqués , cuadro de 86 x 137 centímetros pintado gracias a una  pensión de la Diputación Provincial de Valencia para completar sus estudios en Roma. En la Ciudad Eterna pintó el obligado cuadro de historia, en el que alude a la destrucción de Sagunto, ciudad aliada de Roma, en el año 219 a.C., tras ocho meses de asedio por parte de las tropas cartaginesas dirigidas por Aníbal.


El último día de Sagunto
Francisco Domínguez Marqués

Es una abigarrada composición de saguntinos feneciendo a fuego, hierro y espada, que prefirieron lanzarse  al fuego que devoraba la ciudad ante que someterse al invasor. Quien parece ser Aníbal irrumpe por la derecha en un carro tirado por dos caballos encabritados que aplastan a su paso los cuerpos de los saguntinos.

Un barullo compositivo que, por otra parte, es una muestra de cómo la pintura oficial quería representar el valor de nuestros antepasados íberos y considerarlos como protoespañoles.

Miguel Ramos Carrión lo despachaba con estos versos

"Figuras más de un millar
sin forma y sin acabar
ha dejado el artista.
Pero se le debe dar
el premio de colorista."

El otro cuadro glosado fue el conocido como La muerte de Séneca del pintor madrileño Manuel Domínguez Sánchez. El cuadro, (de gran tamaño: de 2,70  x 4,50 metros), recoge la escena posterior a la muerte de Séneca, después de abrirse las venas en la bañera  sus amigos, poseídos de dolor, juran odio a Nerón que había  decretado la muerte de su maestro.

 


En él sobresale la cabeza de Séneca en escorzo con la cabeza  desde atrás en primer plano y su brazo fuera de la bañera extendido y yerto. Un discípulo se inclina hacia él filósofo llorando y hay muchas más figuras. Ramos Carrión dice:

"Dicen que están sus amigos
poseídos del dolor
muy bien lo expresa el de en medio
pero los otros cuatro no.
En resumen, hay figuras
que no tienen expresión,
pero es un cuadro hermosísismo
que dara fama al autor."

Ramos Carrión tiene calle, teatro, monumento y placa conmemorativa en la casa en que nació en Zamora. 



Casa natal de Ramos Carrión en Zamora

No estaría de más que alguna benéfica institución de la provincia patrocinara y promoviera la publicación de su biografía - inexistente en le momento actual -  y de su obra que como periodista, poeta y libretista de operas, zarzuelas y género chico fue de las más importantes del siglo XIX.

viernes, 26 de febrero de 2021

A este febrero que se equivocó... y Señor que me has perdido las gafas de José Antonio Muñoz Rojas.

Volvemos a incluir en poesía y ciencia, no una, sino dos composiciones. La primera nos viene sugerida por esta repentina subida de temperaturas en febrero, que seguro que no traerá nada bueno al campo. El soneto A este febrero, que se equivocó y se vistió de abril en 1966 de José Antonio Muñoz Rojas expresa este temor de una forma vívida y apegada a la tierra. Lo malo es que lo que antes era esporádico, cosas de refranes, ahora parece que se está haciendo habitual y es muestra del calentamiento global. ¡A ver si somos capaces de enderezarlo! 


José Antonio Muñoz Rojas


Y, en esas, recordé Señor que me has perdido las gafas, entrañable poema dedicado a las útiles y domésticas gafas – el artefacto surgido de la óptica más popular y difundido a lo largo de la historia – que siempre andamos perdiendo los de vista cansada y es obra, también, del insigne poeta malagueño que nos dejó en 2009.

A este febrero, que se equivocó y se vistió de abril en 1966

Qué disparate, Abril se ha equivocado,
y tomando la posta de febrero
y diciéndose flor para qué os quiero,
a Marzo a la torera se ha saltado.

Y un alboroto por el campo ha armado
de yemas sin sazón, tramas sin fuero,
la violeta diciéndose me muero,
apenas el color recién morado.

No me abrilees Febrero a estas alturas,
que luego viene Marzo con su yelo
y nos hace la pascua antes de fecha.

Tú con las tuyas y él con sus diabluras.
Y donde dice vega pone duelo
y nos deja a dos palmos de cosecha.

Señor que me has perdido las gafas

Señor que me has perdido las gafas,
por qué no me las encuentras?
Me paso la vida buscándomelas
y tú siempre perdiéndomelas,
me has traído al mundo para esto,
para pasarme la vida buscando unas gafas,
que siempre están perdiéndoseme?
Para que aparezca este tonto
que está siempre perdiendo sus gafas,
porque tú eres, Señor, el que me las pierdes
y me haces ir por la vida a trompicones,
y nos das los ojos y nos pierdes las gafas,
y así vamos por el mundo con unas gafas
que nos pierdes y unos ojos que nos das,
dando trompicones, buscando unas gafas
que nos pierdes y unos ojos que no nos sirven.
Y no vemos, Señor, no vemos,
no vemos Señor.

José Antonio Muñoz Rojas. (Antequera-Málaga, 1909 – Mollina-Málaga, 2009).

Ver más en poesía y ciencia o
en el blog La alegría de las musas 


martes, 16 de febrero de 2021

Menú largo en la zarzuela Los lobos marinos

Brujuleando por otros temas, alrededor del gran autor zamorano que fue Miguel Ramos Carrión, me encuentro con esta pintoresca poesía que describe con mucha gracia un largo y exagerado menú. Con un final tremendo.



Miguel Ramos Carrión
(Caricaturizado por Tovar. Wikipedia)

Pertenece a la zarzuela Los lobos marinos, con música de Ruperto Chapí y libreto del mencionado Ramos Carrión Vital Aza, cuyo estreno se verificó en teatro Apolo el 17 de mayo de 1887 con un éxito resonante. Se trataba de una obra cómica que, (según las crónicas), "tenía muchísima gracia" y que hizo las delicias del público durante dos temporadas. 

El poema lo interpretaba - siento no haber encontrado la música - "el famoso quinteto de los cómicos" y dice así:

¡Arroz con almejitas!
¡Y unos esparraguitos!
¡Y unas alcachofitas!
¡Y unos langostinitos!
¡Cangrejos y salmón!
¡Merluza y salchichón!

¡Pechugas mantecosas
de pavo o de capón!
¡Chuletas deliciosas!
¡Chorizos y jamón!
¡No hablemos de esas cosas
en esta situación!
¡Jamón! ¡Salmón! ¡Salchichón!
¡De Vich y de Lyon!

¡Dichoso el que se muere
de una indigestión!

En efecto, ¡un final tremendo!


jueves, 11 de febrero de 2021

Taquicardia y El virus del ordenador. Vainica Doble.

Hoy nos encontramos con esa hermana melliza de la poesía que son las letras de las canciones populares. Y no podemos discernir quien es la autora individual de la letra, por lo que podríamos asignarla a un ente de nombre de pila Vainica y de apellido Doble; es decir: Gloria van Aerssen y Carmen Santonja, mis queridas Vainica Doble




Además traemos  dos composiciones. La breve  Taquicardia que presenta una visión entre aprensiva e insinuante de la cardiología y El virus del ordenador, de cuyas maldades ya nos avisaba Vainica Doble en 1997, hace 14 años; ¡unas pioneras!

Taquicardia

Doctor,
hágame un electrocardiograma
porque tengo delicado el corazón.

¡Ay qué palpitación!
Cómo late, late, late mi corazón.
Sístole diástole...

¿Dónde está ese médico de guardia
para que me cure esta taquicardia?


El Virus Del Ordenador

Confieso que soy la causa de un lío infernal,
confieso que soy un riesgo internacional.
Trabajo a nivel de redes de alcance mundial,
mi radio de acción es el universo,
procedo a traición, porque soy perverso;
mi caldo de cultivo
está en los electrones negativos.

Confieso que soy pirata del mundo industrial,
confieso que soy espía internacional.
Por ordenador practico mi amor por el mal.
Por ordenador me meto en su casa;
por ordenador en la propia NASA;
mi caldo de cultivo
está en los electrones negativos.

Estribillo

Soy el virus del ordenador,
soy el virus del ordenador,
un germen sin conciencia,
sin clemencia, ni pudor;
soy la oveja más negra de la ciencia;
porque soy un ángel exterminador,
soy el virus del ordenador,
un error de la ciencia.

¡Qué no haré cuando sea mayor,
si aún estoy en la adolescencia!
......

Confieso que estoy tramando el fantástico plan
de hundir a la vez el Pentágono y el Bundesbank.
Y no cejaré hasta que ponga todo al revés,
el sur en el norte el norte abajo
que "la cumbre" en pleno se vaya al carajo,
si no hallo en el camino
al pérfido antivirus asesino.

Estribillo
......

Vainica Doble. (Gloria van Aerssen, (1932-2015); y Carmen Santonja (1934-2000)).

Ver más en  poesía y ciencia o
en el blog La alegría de las musas 2


 




miércoles, 27 de enero de 2021

Cinematógrafo. Pedro Garfias.

Patentado en 1895 por los hermanos Lumiere, el cinematógrafo constituyó uno de los más grandes y populares complejos tecnológicos de los inicios del siglo XX, convirtiéndose con el paso del tiempo – con todo merecimiento -  en el séptimo arte. Apareció muy pronto como tema poético, primeramente con su aureola de modernismo y novedad. Más adelante, a través de sus guiones y películas, y de sus actores y mitos,  jamás ha dejado de estar presente en la poesía de los siglos XX y XXI.



Charles Chaplin (Charlot) en 1915 (Wikipedia)

Cinematógrafo,  que aúna dinamismo, audacia y frescura, fue uno de los primeros poemas en que el cine es protagonista absoluto. Su autor fue el gran poeta Pedro Garfias que, nacido en 1901, figuró entre los primeros y más notables poetas del ultraísmo, siendo más adelante paradigma de la poesía social y política en la guerra civil española y acabando sus días en el amargo exilio republicano en México, donde falleció en 1967.

Cinematógrafo 

Los volcheviques
han cortado los cables eléctricos.
La calle muere en el espejo.
Desde una estrella
vemos el mundo por un telescopio.
Estamos asomados a la vida
por el ojo de una cerradura.
La Bertini está siempre ante el objetivo.
El avión
extraviado se coló en la sala
y conoció su error
al dar en las columnas con las alas.
Intervino el acomodador.
Anoche volé yo sobre Madrid:
Los últimos noctámbulos
lanzaron a mi antena un radiograma
y un loco hermano me lanzó su alma…
Charlot es un muñeco de Sanz.
…¿Se reparó ya la avería?
El viento llega demasiado tarde. 

Pedro Garfias (Salamanca, España, 1901 – Monterrey, Mexico, 1967)

Ver más en La alegría de las musas 2 

lunes, 18 de enero de 2021

Cuadernos 1957-1972. Emil Cioran.

Recuerdo el  descubrimiento de Emil Cioran (E.M.Cioran) en mi juventud, de la mano de Fernando Savater que lo dio a conocer en España, traduciendo tres de sus obras que se publicaron en la Ed. Taurus con los títulos: Breviario de podredumbre (1972), La tentación de existir  (1973) y El aciago demiurgo (1974). (Nota 1).



E. M. Cioran de joven (Wikipedia)

Su maestría con el lenguaje, la precisión de su escritura y del manejo de ideas y su alocadísimo nihilismo me admiraron en su día y albergué, desde entonces, un profundo respeto por el escritor rumano que desde 1941 residió permanentemente en París y desde 1949 escribió toda su obra sólo en francés.

En estos tiempos de convalecencias y pandemia lo he vuelto a leer. En la Biblioteca municipal cercana a casa, encontré los Cuadernos 1957-1972 que han sido editados en español  – en una nueva traducción de Mayka Lahoz, y en su totalidad (1.056 páginas) - a principios de 2020 por Tusquets.

Como he leído por algún lado al respecto de esta obra:es imposible de leer de corrido, pero siempre convendría tenerla cerca. Demasiada tarea: a Cioran hay que tomarlo en pequeñas dosis. Yo he parado, en esta ocasión, a mediados de 1960; con lo que he leído unos 3 años de Cuadernos.  

Ignoro de quien fue la decisión (o la petición) de adquisición de estos cuadernos por parte de la Biblioteca municipal de Pozuelo de Alarcón, pero no puedo por menos que alegrarme y saber que va a estar ahí para volver a ellos dentro de un tiempo.



Lo que uno encuentra en los Cuadernos 1957-1972 es una mezcla de brillantes aforismos, de fogonazos de lucidez  y, de pronto, aparecen ideas – párrafos – recurrentes, casi obsesiones que también, de repente, desaparecen.

Veamos ahora algunos aforismos brillantes:

“La vulgaridad es contagiosa siempre, la delicadeza, jamás.”  Ó “El dolor es una sensación, el sufrimiento, un sentimiento. No se puede decir correctamente una sensación de sufrimiento.”   O este sobre españoles: “Si el español sale de lo sublime, se vuelve ridículo”.

Algunos fogonazos de lucidez:

“ <<Un árbol no se sabe miserable (Pascal)>>. Mi nostalgia por lo vegetal…”
“Ser tan inactual como una piedra.”
Este, a continuación,  es largo: “El prusiano es menos cruel que cualquier civilizado….los bávaros definitivamente más crueles, el nazismo es un producto de Alemania del Sur. (Es evidente pero nadie lo reconoce).”

Y en estos tres años de cuadernos que he leído; entre las obsesiones o recurrencias  que he mencionado, Cioran muestra una relación de odio – amor a la poesía fascinante.

Odio: “Mi ideal de escritura: hacer callar para siempre el poeta que albergamos, liquidar nuestros últimos vestigios de lirismo…” Ó “Cualquier tufo a poesía envenena la prosa y la hace irrespirable.”

Amor: “Siento que voy a reconciliarme con la poesía. No podía ser de otro modo, no puedo pensar más  que en mi mismo” Ó “La verdadera poesía empieza más allá de la poesía; así ocurre con la filosofía y con todo.”

Adora a la poeta americana Emily Dickinson: “Desde hace meses, vivo todos mis momentos de angustia en compañía de Emily Dickinson.” Ó “Cambiaría a todos los poetas por Emily Dickinson.”

De ella menciona el verso inicial de la primera estrofa de su poema nº 280:

“Emily Dickinson:  <<I felt a Funeral in my Brain>>  Podría añadir como Mme. de Lespinasse  <<  en todos los momentos de mi vida>>.  Funeral perpetuo del espíritu.” (Nota 2).

Volveremos a Cioran y a sus cuadernos: una experiencia intensa. En la Biblioteca municipal de Pozuelo (Volturno) están esperando para, en el futuro, espigar otros 2 o 3 añitos. Veremos.

Como dijo Rubén Amón, en su reseña La nada fue todo para Cioran sobre los Cuadernos 1957-1972, hace más o menos un año: " No ya como profeta del nihilismo, sino como un escritor audaz, ingenioso, original. Podría suceder que el literato sobreviva el filósofo."

Notas

1. Los  títulos originales en francés  y los años de publicación de estos libros fueron: Précis de décomposition, 1949, La tentation d'exister, 1956 y Le mauvais démiurge, 1969.

2. La primera estrofa del poema nº 280 de Emily Dickinson es:

I felt a Funeral, in my Brain,
And Mourners to and fro
Kept treading – treading – till it seemed.
That sense was breaking through -

En traducción  al  español de Margarita Ardanaz, (Emily Dickinson. Poemas. Colección Letras Universales de Editorial Cátedra), es:

Sentí un Funeral, en mi Cerebro,
Los Enlutados iban y venían
Sin parar – hasta que pareció
Que se abría camino el sentido -

sábado, 16 de enero de 2021

El don de la humildad. Isaac de Nínive.

Uno de los libros que me han marcado en este 2020 ha sido, sin duda, El don de la humildad de Isaac de Nínive publicado en ediciones Sígueme y que recibí como regalo de mi primo EA (¡gracias!).



Isaac de Nínive (siglo VII) fue un monje cristiano de Oriente perteneciente a la iglesia nestoriana. Su figura y y actuación lo configuran como un sabio o maestro y sus escritos constituyen un lugar de encuentro para el diálogo ecuménico actual. Hombre santo, escrutador apasionado de la creación entera y atento a descubrir a Dios en cada ser, representa una espiritualidad humana, misericordiosa y basada en la encarnación. 

En el Capítulo 3 de El don de la humildad sobre las Vías del conocimiento se incluye el silencio del que entre otras se dice (resumo a continuación):

"Si amas la verdad, se amante del silencio. Te hará resplandecer en Dios como el sol y te alejará de las ilusiones de la ignorancia. El silencio te unirá con Dios. (Col 1, 65)."

 ...  "Mas que ninguna otra cosa , ama el silencio. El te acercará a aquel fruto que la lengua es incapaz de interpretar para ti... Que Dios te conceda experimentar aquello que es engendrado por el silencio." 

... "Lo que es el riego para la planta, eso es el silencio continuo para el incremento del conocimiento."

Lo que me llevó luego al libro No sufrir compañía de Ramón Andres, (ed. Acantilado), en que se recopilan escritos sobre la soledad y el silencio de ascetas y místicos españoles de los siglos XVI y XVII como Juan de la Cruz, (de quien proviene la expresión que da título al libro), Juan de Ávila, Teresa de Jesús o Miguel de Molinos entre otros. 




Cierro ya. Ramón Andrés, creo que en el ensayo introductorio del libro, cita el poema número 1251 de Emily Dickinson que dice así:

Silence is all we dread
There’s Ransom in a Voice -
But Silence is Infinity.
Himself have not a face.

que, en traducción de Margarita Ardanaz, (Emily Dickinson. Poemas. Colección Letras Universales de Editorial Cátedra), es:

El Silencio es todo lo que tenemos.
La Voz es el Rescate –
Pero el Silencio es Infinito.
Carece de rostro.

martes, 12 de enero de 2021

Leonardo. Adam Zagajewski.

Consideraba el gran poeta y crítico - siempre recordado -, Miguel García-Posada, fundador de la sección poesía y ciencia en madrimasd.org, que una de las principales formas de proyección del discurso científico sobre el poético era la biografía, el panegírico o elogio de los héroes de la ciencia. En el poema Leonardo del  poeta polaco Adam Zagajewski nos encontramos al mayor genio del Renacimiento con toda su fama reconocida; primer pintor, primer ingeniero y primer arquitecto del rey de Francia, Francisco I. 



Leonardo da Vinci (Atribuido a G. A. Figino)

Nos lo encontramos - ¡ay! – ya en enfermedad y casi al final de su vida, pensando en los proyectos que no ha conseguido realizar y con su mano derecha, medio paralizada, que ya se ha despedido de él. El gran Leonardo Da Vinci se iba muriendo cerca del Loira en 1512.


LEONARDO

Ahora vive en Francia,
más tranquilo y mucho más débil.
Es el orgullo del reino. El monarca
le honra con su amistad.
El Loira fluye lento con sus aguas.
Considera los proyectos
que no ha conseguido realizar.
La mano derecha, medio paralizada,
ya se ha despedido de él.
La izquierda también querría irse.
Y el corazón, y todo el cuerpo.
Aún se defienden
las islas de luz.

Adam Zagajewski. (Lwow – Actualmente Ucrania, 1945)


Ver más en el blog La alegría de las musas 2

lunes, 28 de diciembre de 2020

Canción del aeroplano. José María Romero Martínez.

Debido a la lentitud del proceso de industrialización en España, las ideas del movimiento futurista necesitaron cierto tiempo para aparecer y cuajar en la creación poética española y es al final de la segunda década del siglo XX cuando comienzan a aparecer poemas que incluyen los elementos centrales de la modernidad tecnológica propugnados por el futurismo y las vanguardias sucesivas.



Uno de los primeros poemas protagonizado por la aeronáutica - una de las grandes tecnologías emergentes de la época - fue Canción del aeroplano del escritor sevillano José María Romero Martínez, publicado en 1919. El aeroplano es, en el poema, águila blanca en ruta triunfal hacia la paz azul del infinito; se eleva entre los torbellinos del viento y opone "al furor del huracán su corazón de mil caballos“. Magníficos versos que aún no son poesía del siglo XX, pero que ya sí tratan de las nuevas realidades del siglo XX.


Canción del aeroplano

                                                                ¡Tu corazón de mil caballos!

Abandona la tierra y dirígete al cielo,

mi águila blanca, de alas enormes y vibrantes;

mueve tu hélice potente,

y, entre torbellinos de aire,

elévate en el espacio

y sigue tu ruta hacia el azul.


Tú, que no tienes que seguir

un camino inmutable de carriles de hierro,

ni una ruta trazada por corrientes marinas;

tú, que no necesitas carreteras,

ni la energía dócil de los cables eléctricos

y, tienes un motor por corazón,

gasta el caudal de tu sangre inflamable

y, entre detonaciones y ráfagas

de esencias hechas humo,

deja la tierra

y elévate en el aire,

traza en el espacio rutas nunca surcadas

y descubre horizontes nunca vistos.


Ve al encuentro del día

cuando la Aurora aún

no haya abierto sus rosas;

sube adonde los ojos no puedan distinguirte,

bello pájaro gigante,

lleno de gracia y majestad,

desde donde los valles verdes

a las blancas montañas de la Tierra,

y la llanura azul del océano,

y la ciudad brumosa de enormes chimeneas,

donde tiembla el burgués y el bolchevista ruge,

tengan para tus ojos,

ebrios de luces siderales

la plata fría y uniforme

de los paisajes celestes.


Asciende entre la bruma;

elévate sobre las nubes que te impiden

ver el azul del cielo;

destrózalas con tu hélice enloquecida,

que, a través de los amplios ventanales que abras,

se derrame la lumbre del sol

y haga brillar tus alas

mojadas por la lluvia

y aparte la opresión de la tormenta.


Sube en la tempestad,

nauta del Infinito;

pasa serenamente sobre el trueno del mar.

apaga sus bramidos con tu motor rugiente;

elévate entre los torbellinos del viento;

corta con tu timón

el vientre de las trombas

opón al furor del huracán

tu corazón de mil caballos.


Elévate pronto, mi pájaro enorme;

los bárbaros cubren sus campos

de torres blindadas y quieren cerrar tu camino

con nubes de llamas y acero.

¡Remonta tu vuelo más alto,

que no lleguen a herir tu corazón!

Responde a la Muerte trazando en el aire

la curva sin fin de la Vida

y hacia la paz azul del Infinito

prosigue tu ruta triunfal.


                                                         Revista Grecia, Sevilla, nº 14, 30 de abril 1919, pp. 10-11.

José María Romero Martínez. (Olivares – Sevilla, 1893, Sevilla 1936)


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sábado, 28 de noviembre de 2020

Descartes. Alfonso Brezmes.

Un título como Descartes, podría llevarnos  a la figura del gran filósofo francés del siglo XVII. Pero no es así.  El poema Descartes trata de identificar lo que se descarta; esto es, lo que se aparta, evita o excluye. Aunque con el no por delante, (descartando), el poeta menciona con valor y admiración diferentes logros indudables de la ciencia: “el álgebra exacta /y su árbol de verdad irrefutable”“el cosmos infinito/ y su secreta arquitectura”, las leyes de los cuerpos…, etc. 




Pero, quizá abrumado por tanta perfección científica, el poeta, al final, solo aspira a encontrar (y comprender) su lugar en la maravilla que es el mundo. Es la voz de Alfonso Brezmes, (Madrid, 1966), fotógrafo y notable poetaque ha constituido un agradable descubrimiento en los últimos tiempos y cuya obra destila elegancia y esa sensación de perfección en sus poemas; en los que parecen estar sólo las palabras necesarias: ni una más ni una menos y en su orden, no en otro.

Descartes

No el álgebra exacta 
y su árbol de verdad irrefutable; 
no la filosofía que duerme 
en los libros de los griegos;
no el cosmos infinito 
y su secreta arquitectura; 
no las leyes de los cuerpos 
que gobiernan su atracción y su repulsa; 
no el amor, ese desorden necesario; 
no el silencio, ni la música; 
no la sorda razón de la existencia. 

Si al menos lo supiera antes de morirme: 
qué pinto yo aquí, en esta maravilla.

Alfonso Brezmes. (Madrid, 1966).