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viernes, 24 de marzo de 2017

Por el túnel de Guadarrama

En la vuelta el pasado lunes de Zamora, (con el traslado de la fiesta de San José al día 20 en Madrid), tuvimos ocasión de revivir, en carne propia, el chiste de hace varios años acerca de cómo arreglaba un informático una avería en un automóvil.



Tunel de Guadarrama (Flickr)

El caso es que en mitad del túnel de Guadarrama se encendieron todas las alarmas rojas del coche, apareció un letrero – en inglés, por supuesto – con algo así como “failed engine”  y comenzamos a perder velocidad, los coches pitándonos y logramos salir, no sé cómo, a unos 20 km/h del túnel parando a continuación: el coche muerto en el andén.

La furgoneta de asistencia de la autopista llegó pronto y entre que si se llama a una grúa y entre que si no, a la conductora de la furgoneta se le ocurrió.

“¿Y por qué no apagan, salen del coche, cierran, abren, vuelven a entrar y lo intentan poner en marcha?”

Que es lo que hacía el informático del chiste. Y eso hicimos…y funcionó. Al día siguiente en el taller dijeron que al coche no le pasaba nada.

Entretanto, casi no matamos. Tenemos coches, trenes y aviones presos de la electrónica que pueden hacer pirulas de estas; hacer “paf” sin saber por qué. Si eso ocurre: a rezar para que no se estrelle el Airbus o para que no te des o no te den un cacharrazo.

¡A la felicidad por la electrónica!, que ahora es eterno trending topic. A la felicidad y quién sabe si a otras tenebrosas situaciones.. y todos tan felices y contentos. 

miércoles, 31 de agosto de 2016

Menú del día y evolución de la tecnología

Comida con JSB, el observador perezoso, autor de la interesante Guía de perplejos en este blog que se quedó interrumpida, por el momento, en su décima entrega. Un menú en el sitio de siempre, calle Martínez Campos; casi frente a lo que fue muchos años el Grupo Escolar Joaquín Sorolla, (donde anteriormente tuvo su sede la Institución Libre de Enseñanza).


Actuales números 14 y 16 del Paseo del General Martínez Campos

Les ahorro el relato detallado de nuestras divagaciones. Solo diré que hablamos, entre otros items, de: el número de comprimidos de las cajas de antihipertensivos; de los tiempos del cine mudo en que se podían ver las películas por ambos lados de la pantalla (las entradas en que los subtítulos se veían al revés eran más baratas); de Dolores Vargas - de la que JSB recordaba sus Macarrones caldosos, con más gusto que La piragua, de poesía - de la que a JSB no le acaba de convencer que se desperdicie tanto papel, a lo que el que suscribe le responde que más papel se gasta a lo bobo con las novelas horrorosas de cientos de hojas, etc....; y así sucesivamente.


Un menú del día, (más o menos)

De la sobremesa quedó una reflexión de JSB que, no me queda más remedio, les relato a continuación. Dijo:

"Hemos tenido suerte - no se si buena o mala - con la evolución de la tecnología que hemos visto en nuestra vida. Hemos pasado por tres fases. En la primera sabíamos lo que llevaban por dentro los aparatos: sabíamos como funcionaban y sabíamos usarlos. Después, con los inicios de la electrónica - transistores - y de la programación, dejamos de saber bien lo que llevaban, no sabíamos, en suma, cómo funcionaban pero sabíamos usarlos.... Y ahora estamos en la tercera; en que ni sabemos cómo funcionan los aparatos y ni sabemos, tampoco, cómo usarlos."

Quede para otro rato la visión de que nuestro futuro es ser robots en manos de las máquinas, que también se habló de ésto.



martes, 3 de marzo de 2015

Si fuera estudiante de Medicina...

El País Semanal del 1 de marzo, nos obsequia con una estupenda entrevista realizada por Anatxu Zabalbeascoa a Deyan Sudjic, un personaje de auténtica categoría. Este intelectual europeo,  nacido en Reino Unido, de padres que emigraron desde Yugoslavia, sostiene que su autobiografía le ha servido para relatar sus múltiples reinvenciones. Arquitecto y profesor de arquitectura, periodista y director del Museo de Diseño de Londres desde 2006. De pensamiento amplio y penetrante, su capacidad de análisis es extraordinaria, descubriendo con sus intuiciones y opiniones parcelas diversas y distintas de la realidad, que interconecta iluminando y haciendo clara la realidad que nos rodea.


Museo de Diseño de Londres (flickr.com)

Como muestra de lo anterior, al comentario de la entrevistadora y pregunta consiguiente: “El paso de lo analógico a lo digital está transformando nuestros rituales cotidianos. ¿Qué vamos a ver cambiar?”; (yendo varios pasos por delante y pasando de hablar de los móviles el internet y la telefonía, que sería lo obvio), contesta:

Si fuera estudiante de Medicina, estaría nervioso. La digitalización y la robótica van a llegar allí. Tras la música, la edición, el diseño… les ha llegado el turno. Mi cardiólogo cambió de profesión. Se convirtió en dermatólogo. Cuando le pregunté por qué, me contestó que la medicina en su antiguo campo se había convertido en algo tan mecánico que el contacto con el paciente estaba desapareciendo.

Aviso a navegantes que ya podemos comprobar a diario. Hoy mismo he ido a una consulta médica en hospital. El doctor me ha hablado y mirado lo justo; atareado como estaba en mirar el ordenador, teclear y recuperar mi historial médico: otras consultas anteriores de otros servicios, resultados de análisis y pruebas, etc.; preguntarme de vez en cuando, volviendo a anotar… He salido de allí con los análisis encargados y la próxima cita puesta. Y todo ello, ya almacenado en el gran magma informático en que, posiblemente para bien, se esté convirtiendo la relación médico-paciente. Tal y como lo había intuido Sudjic.

Pienso que hay déficit de personajes como Deyan Sudjic y debemos aprovecharlos: son vitales y absolutamente necesarios para comprender mejor este movido, confuso e incomparable mundo actual.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Lo que pudo haber sido

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Con el título "Innovación y Tecnología", el lunes 28 de noviembre se publicó en el diario El PAIS, una carta de D. Enrique Mandado Pérez. Recomiendo vivamente su lectura. Empieza así:

"España es un país de servicios con los productos desarrollados por otros y eso explica por qué somos el noveno país del mundo en producción científica y el 42º, por delante de Barbados, en competitividad".

Se puede decir más alto, pero no más claro. Es como poner el zapato encima de la mesa como hizo Nikita Jrushchov en la ONU, una bocanada de aire fresco y distinto en el panorama de cómo se entienden en nuestro país, (y cuales son y cómo se fomentan), las políticas de apoyo a la I+D+i. Entender mejor la innovación y el desarrollo tecnológico; entender que tienen vida y fuerza propia y que no tienen porque ser siempre necesariamente el fruto de la investigación. 




Hay que decir que el profesor Mandado ni es desconocido ni es un recién llegado. Es catedrático de la Universidad de Vigo, (de hecho fue su primer catedrático) y su magnífica obra, en diferentes facetas, está ahí para quien quiera comprobarlo. Al buzo, que siempre ha pensado más o menos del mismo modo, le ha entrado un ataque de nostalgia, al recordar lo que le enseñaron hace veinticinco años sobre la innovación - y que tan poco se ha practicado y fomentado hasta la fecha- y le ha venido a la cabeza el verso del bolero Amar y vivir , (que es más conocido por Se vive sólamente una vez), de la compositora mexicana Consuelito Velázquez (1), que cantaba Antonio Machín (2):

... no quiero arrepentirme después
de lo que pudo haber sido y no fué..

¿Será posible que después de más de veinticinco años sea tan difícil hacer entender lo obsoleto del modelo lineal de la generación del conocimiento por la academia a través de la I+D y su necesaria y posterior transferencia a las empresas?. El caso, es que la historia podría haber sido otra.


En 2006 la revista mi+d editó un número especial en relación con el vigésimo aniversario de la Ley 13/1986 de la Ciencia. En su contribución a ese número titulada "De la Ley de Innovación a la Ley de la Ciencia: Historia del camino inverso", Julián Pavón contaba la historia de la no nacida Ley sobre Innovación Tecnológica Industrial, que quedó, como proyecto de ley, varada en el Congreso de los Diputados en junio de 1982, poco antes de la victoria del PSOE en las elecciones generales ese mismo año. Así comenzaba el artículo:

“Al cumplirse 20 años de la publicación de la Ley de la Ciencia en 1986, si aplicamos la máxima del Evangelio de "Por su fruto los conoceréis", parece que tenemos poco que celebrar, pues todos los indicadores de informes recientes sobre innovación y competitividad en España, a los que haremos posteriormente referencia, nos indican que vamos perdiendo posiciones de forma aparentemente irreversible en el contexto internacional”.

La Ley sobre Innovación Tecnológica Industrial no nacida, planteaba desde luego otra senda, que no se tomó.


Se tomó otra, que desembocó en la Ley 13/1986 de la Ciencia, por la que se ha ido transitando hasta ahora.(Y por la que, al parecer, se va a seguir transitando, pues la nueva Ley de la Ciencia, actualmente en trámite en el Congreso de los Diputados es, claramente, continuista con la Ley 13/1986 actual).  Es, sin embargo, paradójico y de destacar como exegetas de la citada Ley de 1986, (Ver en el mismo número de la revista mi+d "El nacimiento de la Ley de la Ciencia: El sueño del progreso", de E. Muñoz y A. G. Arroyo), venían a reconocer su fracaso, indicando como principales consideraciones, en un juicio valorativo de la ley, las siguientes (sic):

"- Ha supuesto un instrumento razonable para el fomento de la investigación científica y técnica, aunque se haya observado limitaciones en los instrumentos y obsolescencia en las estrategias.
- Sigue pendiente el efecto propulsor sobre el desarrollo tecnológico y la innovación.
- Tampoco ha sido una palanca suficiente para dinamizar la carrera de los recursos humanos.
- No se ha puesto en marcha la conexión eficiente entre la comunidad científico-técnico y la empresarial.
- Ha servido con cierta eficacia como elemento coordinador interministerial, pero no ha cumplido un papel satisfactorio en la coordinación de estas tareas con las Comunidades Autónomas."

No subrayo nada. Lo que pudo haber sido y no fue. Me atrevo a decir que así nos va.

Notas
1. Consuelo Velázquez fue autora de Amar y vivir y de otras muchas canciones, como por ejemplo Cachito Besame mucho. Esta última es probablemente una de las canciones en castellano más famosas y difundidas de todos los tiempos, (más de 1000 versiones en 40 idiomas). Fue grabada por primera vez por el  cantante mexicano Emilio Tuero. Pronto se hizo su adaptación al inglés y se convirtió, también en un gran éxito en los años cuarenta en USA, donde una de las primeras versiones fue grabada por Nat King Cole.  De entre los cientos de versiones, les enlazo a tres. La primera es puro bolero de Lucho GaticaLa segunda es un clásico, clásico instrumental de la orquesta de Ray Conniff. La última es una curiosa y marchosa versión de Charles Aznavour y Edit Piaff. En wikipedia pueden conocer más de Consuelo Velázquezhttp://es.wikipedia.org/wiki/Consuelo_Vel%C3%A1zquez 

2. Ver en wikipedia para Antonio Machín http://es.wikipedia.org/wiki/Antonio_Mach%C3%ADn
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