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lunes, 22 de julio de 2019

Soy el hombre delgado que no flaqueará jamás.Pedro Casariego.

En el día que se ha cumplido el vigésimo aniversario del fallecimiento del poeta zamorano Claudio Rodríguez, cuya voz sigue viva, fresca y dispuesta para ser cantada a los cuatro vientos en este calurosísimo mes de julio.



Pedro Casariego (En escritores.org)

En este mismo día, 22 de julio de 2019, queda constancia de la entrada en la biblioteca del alma de este buzo la vida y la obra de un poeta de los que lo han sido de nacimiento, letra-heridos que parecen ángeles caídos en la tierra, ángeles sin alas en la tierra, desubicados en el tiempo y en el ser que les ha tocado vivir.

Se trata de Pedro Casariego Córdoba, fugaz y raro poeta madrileño que nos dejó en enero de 1993, dejando tras de sí una fascinante obra poética. (Desde el descubrimiento del portugués Daniel Faria no había experimentado un estremecimiento semejante).  Conózcanlo en la pg.web www.pedrocasariego.com.


Poema y dibujo: Soy el hombre delgado...

Frente a los poemarios, en que Casariego se esconde y enmascara en personajes y argumentos, es en los poemas sueltos donde su voz se hace más honda y sincera, más patética y triste, más alucinada y sobrecogedora. Ahí estan sus poemas: Santa tierra desterrada, Te quiero porque tu corazón es barato, ¿Dónde esta la fruta para nosotros lo débiles?, Tu mi Dios o Soy el hombre delgado que no flaqueará jamás, cuyo texto incluyo a continuación.

Esta vida demasiado plácida me extingue. 

Estas horas solemnes sofocan 
los incendios imprudentes y los papeles en llamas. 

Ansío el terremoto particular 
que alguien me ha prometido. 

Soy el hombre delgado 
que no flaqueará jamás. 

Y este buzo, a la vista de su presente y futuro inmediatos, querría hacer suyos los dos últimos versos: Soy el hombre delgado que no flaqueará jamás.


martes, 25 de septiembre de 2018

Naturaleza cuántica. (Neutrinos). Mercedes Martínez Bilbao


Uno de los mejores y más entrañables poetas españoles del siglo XX, Claudio Rodríguez, era de la opinión de que la física teórica - por la razón de que cuanta más luz proyecta sobre el origen del universo más misterio añade - constituye una de las formas de la poesía.




Mercedes Martínez Bilbao, (científica y poeta), se plantea la sorprendente realidad de la mágica presencia de los neutrinos también en nuestras cocinas. (Parece fuerte, pero deberíamos acostumbrarnos). El resultado es este delicado y tierno poema Naturaleza cuántica.


Naturaleza cuántica

Deduzco
de su naturaleza cuántica
que en mi cocina también hay lluvia de
neutrinos
pues para ellos
el universo
es un todo vacío. No
me barren el suelo, no me limpian
los platos, ni me hacen más feliz,
pero atraviesan mi cocina como un planeta,
como los aromas vecinos,
los rayos del sol,
las voces de los niños,
y los neutrinos.

Una amiga sabia me
confiesa que son partículas mágicas
sin masa y sin carga
y yo le pido silencio
que hable bajito
no vaya a ser que se asusten
y ya no vuelvan
los neutrinos
a mi cocina.

Mercedes Martínez Bilbao, (Santurce - Vizcaya, 1960).




viernes, 30 de enero de 2015

Siempre la claridad. Claudio Rodríguez.

Hoy, 30 de enero, se cumple el aniversario del poeta zamorano Claudio Rodríguez que nació, tal día como hoy, en 1934, y está considerado unánimemente como uno de los líricos más importantes que ha dado el siglo XX en nuestra lengua.


Emoción, intensidad, pureza formal y dimensión telúrica; mirada sin dueño; mirada auroral; la llama y la ceniza o el ritmo y la función de la oralidad; son algunas imágenes o características que los críticos han asignado al aliento poético de Claudio Rodriguezcomo ángel caído entre hombres, investido con la gracia de la claridad que traspasa su lenguaje poético. Fue lo primero que escribió:

Siempre la claridad viene del cielo;
es un don: no se halla entre las cosas
sino muy por encima, y las ocupa
haciendo de ello vida y labor propias.

El poeta desvalido que sólo puede ser poeta y nada más. 

Pere Gimferrer escribió en 1999: … ningún poema de Claudio Rodríguez es verdaderamente traducible a lenguaje lógico. En algunos, el significado es diáfano, y oscurísimo, en otros, sin duda incluso para el propio poeta, que desde el lenguaje intenta nombrar el mundo, a tientas, lejos de considerar que su percepción del mundo le convierta en señor del lenguaje.


He encontrado en internet, (ver Nota), un vídeo de Claudio Rodríguez recitando  el poema  La mañana del búho, que más adelante iría incluido en su último libro, Casi una leyenda de 1991. 

... ¿y todo es invisible? ¡Si está claro
este momento traspasado del alba!
este momento que no veré nunca.
Esta mañana que no verá nadie.
Esta mañana que me va acercando
al capitel y al nido.
Cómo cantaba mayo en la noche de enero....

Son casi siete minutos en que podemos asistir a la declamación del poeta; oír su voz y sentir su emoción.

Es la serena revelación del poeta, siempre enraizado y a la vez extraño – marciano auténtico - que proclama la claridad del momento traspasado del alba que no verá nunca. Después de que cantara mayo en la noche de enero. 


NotaEn el número 2 de la revista Poemad se recogen ponencias y diversas grabaciones correspondientes al evento Encuentro con los 50. (La Voz Poética de una generación), celebrado en Oviedo en mayo de 1987, en el que estuvieron presentes varios poetas, (Claudio Rodríguez, José Agustín Goitisolo, etc), de la generación de los cincuenta que recitaron poemas.

viernes, 28 de diciembre de 2012

A Zamora


Como la pasada semana habíamos dejado pendiente una posible excursión por Zamora, hoy, casi ya acabando el año, les animo a que se acerquen a conocerla.

Zamora es el río Duero; tan ancho y tan señor a su paso por la ciudad, desde la desembocadura del Valderaduey hasta que, lamiendo la Peña Tajada de que habla el Romancero, se aleja hacia los Arribes y Portugal.


El Duero y el Puente de Piedra. Antonio Pedrero

Zamora es la docena larga de iglesias románicas que alberga: Santiago, la Magdalena, San Juan, San Cipriano, La Horta…. Es también la catedral; que comienza siendo románica, con su portada Sur, sigue bizantina con su cúpula acabada en el cimborrio de escamas; es, también, torre cuadrada de defensa y cárcel y acaba, finalmente, siendo neoclásica con  su portada Norte y su atrio, en el que,  cada Miércoles Santo, los cofrades del Silencio hacen su juramento ante el Cristo de las Injurias. 

Pero Zamora es, sobre todo, claridad sin igual; esa luz de la meseta. Ese limpio aire que hace fundirse en el  horizonte el cielo y la tierra de los campos. También es, en estos días, lugar de peregrinación de los amantes de la poesía; ya que, hasta el 31 de enero, está abierta la Exposición  Claudio Rodríguez (1934-1999), de la que, en la noticia oficial de la Biblioteca Pública de Zamora, que es la sede, se indica:


“.. documenta su vida y obra, los estudios críticos más importantes, sus amigos literarios, itinerarios por Zamora y una completa galería de retratos y dibujos realizados por sus amigos artistas zamoranos y artistas gráficos de prensa diaria: Mingote y otros.

Aporta esta exposición una rica documentación original que ha sido donada por Clara Miranda, esposa de Claudio Rodríguez, a la Biblioteca Pública, y en la cual se pone de manifiesto la importancia de Claudio como poeta universal, su alegría, su bondad y profundo sentido de la amistad, que le hicieron ser querido y admirado por todos.”


De entre todo lo expuesto el buzo se queda con la vitrina que reproduce la mesa de trabajo del poeta, con sus libros y cuadernos, (La Divina Comedia, la Biblia, Dylan Thomas…), tal y como aparecen en una gran foto del poeta tomada, en su día, junto a esa misma mesa.  También una pequeña reproducción del gran mural de Antonio Pedrero que presidía el bar La Golondrina: y que representa la barra del establecimiento con los retratos de un variopinto grupo de parroquianos, entre los que se encuentra el poeta.


Mural del Bar La Golondrina. Antonio Pedrero

Como Claudio Rodríguez, según sus propias palabras, era  muy de bar, (ver la parte final de la entrevista a la que enlazo), procede rematar la exposición yendo, por seguir los pasos del poeta, de bares, (desgraciadamente, no a La Golondrina, que estaba situado cerca de la Plaza Mayor, detrás de la iglesia de Sanjuan, que ya no existe). 

Sugiero ir a bares con solera que, de seguro, frecuentó el poeta:  la Bodega Chimeno de la plaza de Santa Eulalia, que sigue siendo taberna, dónde se tapea bien – jamón, queso, anchoas, ensalada de tomate o bonito - pero en la que hay que adaptarse a su ritmo que no admite prisas. O el Bar Chillón en su emplazamiento actual de la Calle Diego de Ordax, que es herencia natural del antiguo que estaba al lado de La Golondrina. Fraternal bar para todas las edades y humanidades; de soberbias tortillas – pidan la de patata con salsa de callos – y las mejores tapas de casquería, (callos, pata, cachuelas..), de Zamora.


Claudio Rodríguez de joven 
(utilizada en el cartel de la exposición)

En saliendo, ya estarán preparados para comprender mejor y para recitar el inicio de El don de la ebriedad.

Siempre la claridad viene del cielo;
es un don: no se halla entre las cosas
sino muy por encima, y las ocupa
haciendo de ello vida y labor propias...  (Seguir)
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sábado, 28 de enero de 2012

Cómo cantaba mayo en la noche de enero

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Cómo cantaba mayo en la noche de enero es un potente y extraordinario verso de Claudio Rodríguez. Se encuentra en el poema La mañana del buho de su último libro publicado: Casi una Leyenda, de 1991. No es un poema muy conocido pero posiblemente contiene, casi al final de su recorrido vital, muchas claves del aliento poético de Claudio Rodriguez: la exaltación de la naturaleza y del hombre en su descontrol vital y en su mística  búsqueda y entrega.




Cómo cantaba mayo en la noche de enero es, también, el título de un exquisito y cuidado blog, dedicado a ofrecer bellas imágenes y a dar a conocer poesía y, también, música escogida. Hoy,  28 de enero de 2012, cumple tres años y el buzo quiere felicitar a su autor y agradecerle su empeño de obsequiarnos cada día con entradas que, siempre, invitan a la belleza y a la reflexión.
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miércoles, 11 de enero de 2012

Propósito para 2012

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Frases para la historia


"Miserable el momento si no es canto."

Claudio Rodríguez.  Del poema  Salvación del peligro. (El Vuelo de la Celebración. Visor, 1976)


En Los sobrinos del capitán Grant, (regalo de Reyes de última hora, cortesía de tve2, el día 8 de enero), el subteniente Mochila canta, al principio de la obra, eso de:

No se, no se ¿por que me retiré?
¿por qué?, ¿por qué?, ¿por que me retiré?

Y el buzo piensa que retirarse, dejar de escribir en el blog, aunque sólo sea por unos días, aunque  sean los de Navidad, es un error. Se desentrena uno y cuesta mucho volver a arrancar.
¿Por dónde empezar?

El buzo se decide por pregonar, en este inicio del año, la frase final del poema Salvación del peligro del gran poeta zamorano –uno de los mejores poetas españoles de todos tiempos - Claudio Rodríguez:

 Miserable el momento si no es canto



Ya ven cómo en lo suyo, Claudio Rodríguez era tajante, como bien observó el también poeta José Miguel Ullán.

Seamos en lo nuestro, también, tajantes. Va a ser un año complicado. Hagamos propósito de encararlo, dentro de las adversidades que nos esperan, con grandeza y generosidad; dándonos a los demás, dándolo todo. Al modo de  la poesía de Claudio Rodríguez, que nos enseñó, desde su primer verso, que la claridad viene siempre del cielo y es un don.

Ya iremos viendo. Feliz año nuevo.
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