¡Hay que ver, hay que ver!,
hasta en el tenis hay lío con escándalos sobre posibles amaños que se están
investigando a partir de las noticias que han adelantado la BBC y BuzzFeed News,
(esta última, que no sé qué es).
Otro bastión que cae. Porque con lo señorial
que ha sido el tenis. Antaño, todos de algodón blanco, sin silbidos ni
abucheos, silencio en las pistas. Que últimamente ha cambiado y se ha hecho más gritón, pero silban y se menta a la familia de los jugadores mucho menos que en otros deportes.
¿Qué mejor oficio?, se decía uno, que un hijo te salga tenista de fama y tronío.
Como Federer, la suprema elegancia; Nadal, todo voluntad y amor propio e
incluso - aunque éste un poco canalla - Djokovic, etc. Por no hablar de las
antiguas glorias: Manuel Santana y Andrés Jimeno, Rod Laver, Nastase y tantos
más.
Pero uno sigue llevando en el corazón ese tenis elegante del "drive,
con rodillas flexibles, la raqueta en posición..." o "el revés, con rodillas
flexibles, la raqueta atrás".
Loco por el tenis se llama la canción que se animó a cantar Florencio Torrelledó, periodista radiofónico en los sesenta, después de encargarse de
retransmitir las finales de la Copa Davis de 1965 y 1967 que disputó España. En los noventa, la canción fue felizmente resucitada por Gomaespuma. Ahí va un trozo de la letra.
Estoy
loco por el tenis, me encanta su juego tan emocionante.
Estoy
loco por el tenis, me encanta su ritmo tan electrizante.
Estoy
loco por el tenis, y lo quiero practicar
Para
ver si mañana soy un Santana, para triunfar.
El
juego del tenis va a empezar,
A
prepararse todos que vamos a bailar.
Primero
el drive, con rodillas flexibles, la raqueta en posición...
Gira,
mira, pega y... ¡pang!
¡Qué
bueno es el tenis!
Que fue la forma de expresar su
amor a tan bello deporte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario