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jueves, 11 de febrero de 2021

Taquicardia y El virus del ordenador. Vainica Doble.

Hoy nos encontramos con esa hermana melliza de la poesía que son las letras de las canciones populares. Y no podemos discernir quien es la autora individual de la letra, por lo que podríamos asignarla a un ente de nombre de pila Vainica y de apellido Doble; es decir: Gloria van Aerssen y Carmen Santonja, mis queridas Vainica Doble




Además traemos  dos composiciones. La breve  Taquicardia que presenta una visión entre aprensiva e insinuante de la cardiología y El virus del ordenador, de cuyas maldades ya nos avisaba Vainica Doble en 1997, hace 14 años; ¡unas pioneras!

Taquicardia

Doctor,
hágame un electrocardiograma
porque tengo delicado el corazón.

¡Ay qué palpitación!
Cómo late, late, late mi corazón.
Sístole diástole...

¿Dónde está ese médico de guardia
para que me cure esta taquicardia?


El Virus Del Ordenador

Confieso que soy la causa de un lío infernal,
confieso que soy un riesgo internacional.
Trabajo a nivel de redes de alcance mundial,
mi radio de acción es el universo,
procedo a traición, porque soy perverso;
mi caldo de cultivo
está en los electrones negativos.

Confieso que soy pirata del mundo industrial,
confieso que soy espía internacional.
Por ordenador practico mi amor por el mal.
Por ordenador me meto en su casa;
por ordenador en la propia NASA;
mi caldo de cultivo
está en los electrones negativos.

Estribillo

Soy el virus del ordenador,
soy el virus del ordenador,
un germen sin conciencia,
sin clemencia, ni pudor;
soy la oveja más negra de la ciencia;
porque soy un ángel exterminador,
soy el virus del ordenador,
un error de la ciencia.

¡Qué no haré cuando sea mayor,
si aún estoy en la adolescencia!
......

Confieso que estoy tramando el fantástico plan
de hundir a la vez el Pentágono y el Bundesbank.
Y no cejaré hasta que ponga todo al revés,
el sur en el norte el norte abajo
que "la cumbre" en pleno se vaya al carajo,
si no hallo en el camino
al pérfido antivirus asesino.

Estribillo
......

Vainica Doble. (Gloria van Aerssen, (1932-2015); y Carmen Santonja (1934-2000)).

Ver más en  poesía y ciencia o
en el blog La alegría de las musas 2


 




miércoles, 16 de septiembre de 2020

Cerca de las estrellas. Alfonso Sainz. Los Pekenikes

A veces en las canciones populares, sea o no con intencionalidad manifiesta, la ciencia y la tecnología son relevantes. Es el caso de Cerca de las estrellas del mítico grupo de rock Los Pekenikes. Apareció como disco sencillo a finales de 1968 y fue recopilada en el siguiente  álbum del grupo, Alarma. Letra y música son de Alfonso Sainz, uno de los principales componentes del grupo. 




Cerca de las estrellas se gestó y compuso en los meses cruciales de preparación del vuelo del Apolo XI que puso al hombre en la luna en julio de 1969. Es un imaginar sencillo e ingenuo de lo que se podría sentir al llegar a las estrellas. Ayudan la voz del batería Felix Arribas y los arreglos de Waldo de los Ríos y Rafael Trabucchelli pero hay que reconocer que los versos,  que nos sitúan lejos del sol, dónde el tiempo no pasará y sólo brille la luz de las tinieblas, son memorables.

Cerca de las estrellas

Buscaré otro mundo lejos del sol en las estrellas

Un lugar donde sólo brille la luz de las tinieblas

Viviré donde el tiempo no pasará en las estrellas

Buscaré otro mundo lejos del sol en las estrellas

Alfonso Sainz. (Alicante, 1943 – Viera, Florida - USA, 2014)


Ver más en el blog La alegría de las musas 2


miércoles, 15 de mayo de 2019

La ciudad es de goma lisa y negra. Gabriel Celaya y Aguaviva.


Tengo muy por cierta la opinión de Ángela Vallvey, sobre la poesía, que leí, hace unos días, en “Cambio de siglo. Antología de la poesía española. 1990-2007”, (Selección, prólogo y bibliografía de Domingo Sánchez-Mesa. Poesía Hiperión. Madrid 2007).

“(…) En todo caso, en estos tiempos de abaratamiento, de vulgarización masiva, de consumo y de ganancias, la poesía (no hay poesía buena y mala: hay poesía o no hay poesía) es un reducto de exquisitez que sigue proporcionando un temblor de humanidad siempre nuevo para cada individuo. La poesía es el ADN de la cultura. Infinitamente incomparable. Pieza única. Es la antimanufactura. No se le puede pedir más.”

Opinión elevada tengo también de la música y el pasado día 8 se acabaron juntando estas dos pasiones.

Fuimos a la biblioteca municipal Miguel de Cervantes de Pozuelo de Alarcón a ver la sesión dedicada al poeta Gabriel Celaya, de la actividad “Poesía de oídas” que se viene desarrollando desde febrero  de 2017, (ver enlace), y que continuará en otoño de este año.


Antonio Daganzo Castro, escritor y periodista, Premio de la Crítica de Madrid de Poesía 2015 y Carolina Barreira López, Licenciada en Educación y gestora cultural son los creadores y protagonistas de esta propuesta cultural que intenta acercar a los grandes autores españoles e iberoamericanos. Se busca atrapar al público a través de una lectura amena de datos pintorescos y humanos de la vida del autor, intercalados entre poema y poema. (Ver detalles).

Sus autores lo definen como “un recital poético en formato radio teatro donde, a lo largo de una hora, se realiza la lectura, a dos voces, de una cuidadosa selección de poemas, que son intercalados en un guion que narra la vida y anécdotas del poeta protagonista de cada sesión, permitiendo comprender mejor la poesía y al autor”.

La sesión “Gabriel Celaya, tranquilamente hablando” transcurrió agradablemente y los dos artífices de Poesía de oídas, realizaron – al igual que en alguna otra sesión anterior que habíamos presenciado – una  entretenida y amable velada, combinando poesía recitada, imágenes y repaso de la biografía de Gabriel Celaya.



Gabriel Celaya


¡Qué grande Celaya! Qué ejemplo de vida, de amor y felicidad… y compromiso social en unos tiempos que no eran fáciles. Uno de los poemas que se recitaron fue Aviso al que se conoce más por su primer verso: “La ciudad es de goma lisa y negra”, que reproducimos a continuación.


Aviso

La ciudad es de goma lisa y negra,
pero con boquetes de olor a vaquería,
y almacenes de grano, y a madera mojada,
y a guarnicionería, y a achicoria, y a esparto.

Hay chirridos que muerden, hay ruidos inhumanos,
hay bruscos bocinazos que deshinchan
mi absurdo corazón hipertrofiado.

Yo me alquilo por horas; río y lloro con todos;
pero escribiría un poema perfecto
si no fuera indecente hacerlo en estos tiempos.

De forma inmediata me vino a la memoria la versión musicada de La ciudad es de goma lisa y negra que el grupo Aguaviva realizó del poema en 1972.




Qué grupo tan curioso e interesante fue Aguaviva. Ideado por José Antonio Muñoz junto con el cantante, compositor y productor Manolo Díaz, (uno de los grandes hombres de música de nuestro país), estuvieron en activo toda la década de los setenta, representando en grupos, lo que supusieron, en la canción protesta de la época, (ideología, estética, etc.), los cantautores de la época.

Pusieron música a diversos poetas de la denominada poesía social, alcanzando bastante éxito con un estilo en que se mantenían, siempre, párrafos recitados que se acompañaban de partes y, sobre todo, estribillos a coro. En el vivo recuerdo, además de Aviso, están: Poetas andaluces, (su mayor éxito) y Creemos el hombre nuevo de Rafael Alberti; Me queda la palabra de Blas de Otero y Cuentos de León Felipe.

Música y poesía ¡Qué perfecta combinación!

Y quedamos a la espera, ya después del verano, de las próximas sesiones de Poesía de Oídas. Serán: Generación del 27, (16 de octubre); Nicolás Guillén, (13 de noviembre) y Alfonsina Storni, (11 de diciembre).



jueves, 14 de marzo de 2019

Soy una feria. Gracia Montes.

La serie Arde Madrid nos ha traído la copla Soy una feria de los maestros Solano y León que se que se convirtió en el himno de la carrera artística de la cantante Gracia Montes.




Aparece en el primer capítulo de la serie. Primero, como una ráfaga de música que suena en el bar Chicote, como fondo de una de las juergas de Ava Gardner en aquel Madrid de los primeros años sesenta en que transcurre la serie. 

De forma totalmente extemporánea pues Soy una feria apareció en 1974, más de diez años después del transcurso de la acción de Arde Madrid. También, al final del capítulo, suena completa como fondo de los títulos de crédito.




Gracia Montes 
(en cantaoresdecoplayflamenco.blogspot.com)

Aún con la extemporaneidad indicada, Soy una feria es perfecta, con su chispeante letra, para subrayar el indómito carácter, la vitalidad desatada y las ganas de juerga de Ava Gardner.

Si quieres que te diga que yo te quiero
alegrame la vida compañero
dejate de penas y miserias
olvidate de negros sin sabores
y viste tu bandera de colores


Pues yo quieras o no soy una feria
soy una feria, soy una feria, soy una feria


La melodía y el ritmo repiqueteante de rumba flamenca del tema, con la orquestación de Gregorio García Segura, y la velocidad de entonación y la increible voz de Gracia Montes con su pellizco flamenco y su timbre tremolado y un poco metálico tan especial, convierten Soy una feria en una de las cimas del arte de la copla.

Arte y estilo de Gracia Montes que ahí han quedado: únicos. Arte y estilo de Gracia Montes que podían haber abierto caminos y tendencias; pero no fue así.

A partir de mediados de los setenta, la copla de más exito evolucionó hacia un manierismo imitativo de los estilos más clásicos de Concha Piquer y Juana Reina y, con ello, a una decadencia plena; impidiendo una posible evolución a futuro que podía haber ido más en las líneas de Dolores Vargas, Lola Flores, cierta Marifé de Triana y, sin duda, Gracia Montes con su repertorio y su tempo, su trémolo contínuo y su increible timbre de voz.

Soy una feria y Gracia Montes para siempre.

miércoles, 21 de noviembre de 2018

Con Eliseo Parra en Segovia

Noche de folk en Segovia. Y fiesta mayor. Porque en la Academia de San Quirce le entregaban el pasado sábado 17 de noviembre a Eliseo Parra el XXIII Premio Europeo de folklore Agapito Marazuela. 

Y es que no hay nadie ahora mismo, en el ámbito del folklore, con más merecimiento que Eliseo Parra para recibir este premio en honor del gran Agapito Marazuela.




Eliseo Parra en 2010
(Foto de Emilio Fraile en laopiniondezamora.es)

El gran hombre de música que es Eliseo Parra dice a veces con humor algo así como que él escuchaba a los Beatles y se le apareció Agapito Marazuela. Y es que, a principios de los ochenta, con todo un bagaje como músico de rock (grupo Mi generación), de jazz-rock (grupos Blay Tritono y Rondalla de la costa), o como acompañante de lujo de grandes intérpretes (como María de Mar Bonet), lo deja todo y comenzó a investigar la música tradicional castellana. 

Funda el grupo Mosaico con los que grabó dos discos, (el primero de ellos un homenaje al repertorio de Agapito Marazuela). A partir de los años noventa inicia su carrera en solitario, caracterizada por  revisión del folklore tradicional español desde parámetros musicales contemporáneos, con influencias de músicas de otros países y del jazz y del rock. 




Su música comienza a sonar de otra forma: luminosa, dinámica, con la percusión y su extraordinaria voz en el centro de todo. Y sus composiciones: muchas de las cuales con esa divina cualidad de sonar ya al nacer como si fueran verdaderamente del acerbo popular.

Su album Tribus hispanas de 1998, (con sus dos temas insignia: Van por el aire y La llave de la alegría), fue un antes y un después en el folk nacional. Desde entonces, siempre a más, como, por ejemplo Brillante de su album Viva quien sabe querer de 2002. 

 Y la experiencia Coetus. Y en los últimos años el fabuloso artefacto que son Las piojas: la música que nuestros abuelos aprendieron de los suyos, transmitida con toda la fuerza del canto en común y compañía. 




Y allí que estuvimos. Nos obsequió con tres canciones y entregados, como en todas sus  actuaciones que son comunión para sus fieles, pudimos tararear y dar palmas en Van por el aire. Y hubo abrazos y felicitaciones.

Y luego algunos - más algunas que algunos - nos fuimos a tomar un par de vinitos en la noche segoviana y quedamos para la siguiente actuación.

martes, 24 de julio de 2018

La piragua de Guillermo Cubillos

Estamos ante una canción que por su masiva popularidad, podríamos pensar que es del acervo popular y muy antigua. No es así, esta cumbia inmortal fue compuesta por el músico colombiano José Barros en 1967. 


José Barros

La primera grabación de La piragua se realizó en 1969 por el Trío Los Inseparables, pero fue, después de la versión realizada en ese mismo año por Gabriel Romero con el respaldo de los Black Stars de Medellín, cuando el éxito de La piragua fue explosivo, haciéndose enormemente popular tan rápidamente que conoció decenas de grabaciones por diferentes artistas colombianos y de otras nacionalidades en unos pocos años. Por ejemplo, sólo un año más tarde, en 1970, fue grabada por Dolores Vargas, “La Terremoto”, en España, donde fue enormemente popular.

En La piragua, quedan inmortalizados Guillermo Cubillos y el municipio de Chimichagua, cercano a El Banco, su pueblo natal en el departamento de Magdalena. Pero toda la letra  de La piragua es un prodigio. En ella se conjugan, a ritmo de cumbia, la cercanía de los lugares concretos que hemos mencionado, la ferocidad de la naturaleza (“Chapoteando el vendaval se estremecía/ impasible desafiaba la tormenta...”), y la nostalgia y mitos de los tiempos pasados: Guillermo Cubillos y el temible Pedro Albundia. (Nota 1).




Pero es que, además, aporta unas imágenes de gran fuerza evocadora con un lenguaje que es, a la vez, tradicional y de una modernidad lírica insólita en una composición popular. La pareja de versos

los remeros, viejas sombras, ya no reman;
ya no cruje el maderamen en el agua

fue calificada por Leopoldo María Panero - en una entrevista realizada, junto con  Biel Mesquida  a Jaime Gil de Biedma para el semanario El Viejo Topo a finales de los setenta – como “Eliot puro”. (Nota 1). 

El coloquio trataba sobre la crisis de la poesía en el mundo contemporáneo y – simplificando mucho - alguno de los asistentes, (concretamente Gil de Biedma), sostenía que frente a la crisis que parecía sufrir la poesía académica convencional que ya no se declamaba ni se cantaba, la nueva poesía y los nuevos poetas se encontraban, en aquel momento más en los cantantes y en la música popular.

Desde la lectura de la entrevista anterior, junto con otras circunstancias y aprendizajes, me acostumbré a entender la cultura de un modo más amplio; en especial, en música y poesía. Y así he seguido hasta ahora.

Lo que sí hice inmediatamente fue acercarme al Rastro a buscar el single de La piragua  que me ha acompañado estos más de cuarenta años y aún conservo. ¿Qué decir de su versión de La piragua? Era y es atómica, una locura avanzada a su tiempo; como casi todo lo que hizo Dolores Vargas; una de las más grandes de la canción española.


Notas

1. Acerca de la biografía de José Barros Palomino, y sobre la historia de la gestación y composición de La piragua, es muy interesante la entrada La historia de “La Piragua” y su compositor andariego en la página web www.kienyke.com. Asimismo en youtube  se pueden ver videos documentales sobre la vida y obra de José Barros, como los especiales: La vida del más grande compositor colombiano y La historia de 'La Piragua' o el documental Año José Barros

2. Gil de Biedma o la palabra sentida sufrida y gozada. Entrevista de Biel Mesquida y Leopoldo Mª Panero, El Viejo Topo,num. 7 (abril de 1977, pp 41-43. (En Jaime Gil de Biedma. Obras. Poesía y prosa. Galaxia Gutemberg, 2010, pp 1197-1206).

sábado, 23 de diciembre de 2017

Feliz Navidad (sin sol) y la Orquesta Mondragón

Yo no quería pero ha sido irremediable. Buscaba una canción de navidad original para felicitar el año en La perplejidad del buzo y en una de esas listas de los mejores etc., etc. apareció (y reencontré) "esto": Feliz navidad (sin sol) de la Orquesta Mondragón que sólo tiene de christma o villancico el título.




Es de la época más brillante y degenerada de la Orquesta Mondragón a mediados de los ochenta y la letra es de Luis Alberto de Cuenca. En la web dónde la encontré (era una lista de título Rock on Christmas Extravaganza Vol.2, e iba justo detrás de “Wonderful Christmas Time” de Paul McArtney), dicen:

La incomparable Orquestra Mondragón siempre se caracterizó por combinar pegadizas melodías con oscuros y delirantes textos cargados con referencias de lo más mórbidas. Para este tórrido hit extraido de su álbum ‘¡Es La Guerra!’ (1984), Gurruchaga y los suyos recreaban la (real) historia un camarero cubano enterrado en vida -por equivocación- en la Nochebuena de 1962. “¿Para qué voy a salir? No está mal este ataud. Fuera todo esta fatal… ¡Qué olor!”, exclamaba el moribundo protagonista de la tonada antes de celebrar unas aterradoras Navidades sin sol. ¡Viva Mondragón! 

Ya comprendo que es una elección bastante impropia; pero se me ha metido en la cabeza, no ha habido forma de sacarla y se ha convertido, a mi pesar, en el villancico del año.

Así que no me queda más remedio que desearles una Feliz Navidad (sin sol) y un próspero año nuevo 2018; y que llueva.


viernes, 10 de noviembre de 2017

Pepa Bandera. Encarnita Polo.

En un momento de su vida en que pudo elegir entre ser modelo, actriz o cantante, Encarnita Polo eligió su primera vocación: la de cantante.



Comenzó muy joven su carrera, aterrizando con su madre en Barcelona donde realizó su primeras actuaciones en cines (en el intermedio entre las funciones) y en salas de fiestas. Poco a poco empezó a hacerse un nombre, llegándose incluso a codearse y tratar a figuras internacionales como Josephine Baker y Charles Aznavour.

En 1963 graba su primer disco. Por esas fechas hace de modelo y da el salto a Italia donde participa y obtiene el 6º puesto en el programa  Napoli contro tutti de 1964 con Claudio Villa y Gigliola Cinquetti que fueron  los ganadores. Allí rueda películas y series de TV. En 1966 llega a ser protagonista de la película 07 con el 2 delante, parodia de James Bond, protagonizada por el cómico Cassen. En ella canta un extravagante tema de título Ye-ye de miedo.

O sea, que tenía ya mucho mundo Encarnita Polo cuando le llegó el éxito. Y el éxito le llegó de la mano de Pepa Bandera, un tanguillo-copla de Quintero, León y Quiroga del año 1944, que había sido grabada por Lola Flores, a la que el compositor argentino Adolfo Waitzman le hizo un arreglo genial. El flamenco-pop llegó a lo más alto y Pepa Bandera fue un exitazo en 1969.


El tema comienza con bastante respeto por el original, si bien se hace pop al desdramatizar la interpretación y desflamenquizar al cuadrar el ritmo que, además, se hace más rápido.

El petardazo se produce antes del estribillo, en el que Waitzman se inventa un preludio genial que suspende el tiempo

A Pepa pepaaaa….
A Pepa pa.

Se canta 2 veces y enlaza con el estribillo original; el  “Pepa, no me des tormento…, etc.”, con unos arreglos de viento y madera extraordinarios.

Detrás del primer “Pepa” se produce una pausa a la que sigue una fanfarria de varias trompetas al unísono que da paso a “no me des tormento”, y en ese momento la continuidad se produce a través de un saxo barítono, modorro y potente que encadena todo el estribillo y que es – junto con el preludio que hemos mencionado – la seña de identidad, el DNI inolvidable de la canción.

Original, fuerte y sorprendente,  Pepa Bandera puso a Encarnita en el Top. Tanto, que al año siguiente intervino en el programa Pasaporte a Dublín que TVE realizó en 1970 para seleccionar al representante español para el festival de Eurovisión de 1971 en el que resulto ganadora Karina.

Eso ocurrió tras grabar ese mismo año otro gran pelotazo de flamenco-pop: Paco Paco Paco; pero eso, es otra historia.


miércoles, 22 de marzo de 2017

Rocío, ay, mi Rocío

En Rocío encontramos una de las joyas del repertorio de la canción española, uno de los títulos más  destacados de la edad de oro de la copla que transcurrió desde mediados de los años veinte hasta el inicio de la guerra civil española.

Compuesta en 1932 fue, al parecer, la primera colaboración entre el poeta y letrista Rafael de León y el músico Manuel López Quiroga. Fructífera colaboración que duró más de dos décadas, (en pareja o en trío junto con el dramaturgo Antonio Quintero), y que produjo más de 1000 obras.



Rafael de Leon (Wikipedia)

Rocío tuvo un gran éxito. Fue una de las canciones más populares, en ambos bandos,  de la guerra civil; si bien en alguna crónica se resalta que el bando republicano se apreciaba en la letra el drama del abandono  de Rocío, engañada por un señorito que, obviamente se asociaba al bando nacional.

Se alejó el mocito de la vera mía,
fue mentira todo lo que me juró
y mis ojos lloran tras la celosía
por aquel cariño que se marchitó.

En esos años iniciales destacan dos versiones: la muy flamenca con guitarra y voz solamente de Canalejas del Puerto, que suena naif y potentísima: brutal; y la elegante versión de Imperio Argentinacon acompañamiento de guitarras muy a la porteña, que puso al tema en el repertorio de copla y se convirtió en modelo de interpretación vocal. 


Las dos letras de Rocío

Rocío tiene dos letras. Las dos firmadas por Rafael de León. En una de ellas, en la segunda parte de la copla, Rocío se ve seducida y abandonada, y se barrunta cierta oscuridad en cuanto a su situación vital.

Se alejó el mocito de la vera mía,
fue mentira todo lo que me juró
y mis ojos lloran tras la celosía
por aquel cariño que se marchito.
Ayer por la tarde hablando en su oído
con otra del brazo le he visto pasar;
me ha vuelto la cara, no se ha conmovido,
pero estoy segura que me vio llorar…

Es la letra que oímos en las versiones de Canalejas del Puerto Real  y, la ya más moderna - pero también redonda y poderosa – de Rocío Jurado.

En la otra versión de la letra – que posiblemente coincide con la versión de Imperio Argentina - se conserva afortunadamente el  inmortal estribillo:



Imperio Argentina (Wikipedia)


Rocío  ¡ay mi Rocío!
ramillete de claveles…

La estrofa inicial cambia y en los primeros versos surge esa magnífica y más que típica estampa andaluza:

De Sevilla un patio "salpicao" de flores,
una fuente en medio con un surtidor,
rosas y claveles de todos colores,
que no los soñaba mejor ni un pintor...

En la segunda parte de la nueva letra, Rocío está “arrecogía” en un convento, a donde la condujo la seducción del malvado señorito.

Ahora es otro el patio "salpicao" de rosas,
patio de las monjas de la "Cariá",
donde hasta la fuente llora silenciosa,
la canción amarga de su soledad.
Regando las flores hay una monjita
que como ella tiene carita de flor,
y que se parece a aquella mocita,
que tras la cancela, le hablaba de amor.

Es la letra de las versiones de Imperio Argentina,  de la suelta y fácil interpretación de Carlos Cano y de la de Miguel Poveda, una de las últimas realizadas.


Rocío en La prima Angélica de Carlos Saura

En la década de los setenta Carlos Saura realizó tres películas seguidas: El jardín de las delicias (1970), La prima Angélica (1973) y Cría cuervos (1975) en las que se mostraban los efectos del pasado, con guerra civil incluida, en el presente combinando los aspectos sociológicos e históricos con la introspección individual de los protagonistas.

Las tres películas comparten un procedimiento  narrativo consistente en mantener la apariencia actual de un personaje en el pasado, técnica que tiene una importancia central para el desarrollo narrativo de La prima Angélica, en que prácticamente de forma continua José Luis López Vázquez pasaba de interpretar, de forma magistral, el niño que fue en la guerra civil y el adulto de los años setenta.





Desde el punto de vista musical en las tres películas hay una contraposición de las músicas del pasado con las del presente. En La prima Angélica el presente musical viene dado por una intranscendente canción dabadadá, Change it All de The Friends Band Co. y la copla que representa el pasado y sus recuerdos es Rocío, en la interpretación de Imperio Argentina que resulta una de las piedras angulares de la película.

Desde luego, lo merece pues es, digamos, una de las tres coplas más grandes. 

Rocío, ay, mi Rocío,
manojito de claveles
capullito florecío;
de pensar en tus quereres
voy a perder sentío.
Porque te quiero, mi vida,
como nadie te ha querido.
Rocío, ay, mi Rocío.

Y si fuera por el estribillo: la más grande, sin duda.