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domingo, 21 de julio de 2013

Chiclanera

Estando estos días de atrás en playas de Cádiz, al buzo le llegaban, lejanos, recuerdos de unos aires de copla con el verso ay chiclanera  y una continuación de fondo orquestal con un marcado ritmo de pasodoble. Pero en esos días no consiguió recordar nada más.

A la vuelta en Madrid, apareció, lógicamente, la copla-pasodoble Chiclanera compuesta por Rafael Oropesa, Luis Vega y Antonio Carmona que fue estrenada y popularizada por el cantante Angelillo en la película Centinela, alerta, de 1936.


Es una copla destinada inevitablemente a ser cantada por un hombre, ya que su letra no admite el cambio de registro. Chiclanera, que como muchas coplas tiene planteamiento, nudo y desenlace, trata fundamentalmente de la expiación de una culpa y su redención por amor. Cuenta las veleidades amorosas de un paisano que deja, ¡mira tú!, a la – imaginamos - sin par chiclanera por una moza volantera conocida en un colmáo. El mozo vuelve rendido y arrepentido, pero la chiclanera lo hace sufrir ya que, al principio, no lo perdona, aunque al final, sí; y parece que la cosa se arregla.
  
 El estribillo surge original y con fuerza; dice:

Aaaaaay, de Caiz para Chiclana,
caminos sembraos de flores,
encontré a mi chiclanera
que penaba mal de amores.
Chiclanera.
Yo que también he sufrío
por no ser querío
estoy a tu vera.



Imagen del compositor Rafael Oropesa
(en la web www.lavozlibre.com)

El autor de la música, Rafael Oropesa, era maestro de la banda sinfónica de Madrid. En la guerra civil fue movilizado y llegó a ser el director de la banda del quinto regimiento del General Lister.  Después de la guerra se exilió a México donde murió. Se dice, (lo refiere Raúl Guerra autor de Madrid - Gran Vía 1910-2010, editado por el Ayuntamiento de Madrid; y era también, al parecer, de esa opinión el maestro Carmelo Bernaola), que Oropesa es el verdadero autor del chotis Madrid de Agustín Lara al que le habría vendido, debido a las penurias económicas de sus primeros tiempos de exiliado, la partitura.

Chiclanera constituyó un gran éxito  en la voz de Angelillo, cantante madrileño que después, también, de unos años exiliado, prosiguió su carrera en España donde dominó durante unos años el panorama masculino de la copla. Hay una curiosa versión de Joselito, en que la letra cambia, (¡a ver!, no se va a ir un niño a un colmao). Fue rescatada por Carlos Cano que hizo una grandísima versión en su LP Quédate con la copla de 1987 .


La Chiclanera es, en letra y música, un pedazo de copla que sin haber llegado a ser enormemente popular, sí fue lo suficiente como para acabar formando parte del repertorio canónico de las bandas de música y, también, y esto es definitivo, como para formar parte del repertorio de los  grupos de dulzaineros que tocaban en las fiestas y bailes populares de 1940 a 1970, y que aún hoy siguen tocando. 
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domingo, 3 de marzo de 2013

Camino verde. Carmelo Larrea


A finales de 1954, aparecía en ABC una entrevista a Carmelo Larrea. Juan Hernández Petit la acababa así:

Se el título de la última composición de Larrea: “Camino verde”. La canta Angelillo en una película actualmente en rodaje. También se, en fin, que, aunque ha tenido muchas ofertas, “por su cuenta” se va a América, donde Andrés Moltó, un trompeta de aupa, calcula que Carmelo debe tener muy por encima de los cincuenta mil dólares de derechos de autor.


Carmelo Larrea con Mª Dolores Pradera 
y José Alfredo Jiménez en el Museo Chicote

Camino verde supone el último gran éxito de Carmelo Larrea y tiene un interesante letra - ritmo y tiempos de bolero - que canta penas de amores perdidos. Pero si en sus anteriores  No te puedo querer, el orgullo podía al dolor del desamor, y en Dos cruces se centraba en el desamparo de la pérdida del amor; en Camino Verde lo que destaca, sobre todo, es la nostalgia dolorosa después de haber amado.

Hoy he vuelto a pasar
por aquel camino verde
que por el valle se pierde
junto a [mi] felicidad.

Hoy he vuelto a grabar
nuestros nombres en la encina
he subido a la colina
y allí me he puesto a llorar.

En todo caso, Camino Verde va a sonar ininterrupidamente, durante casi dos décadas, formando parte de la educación sentimental de la España de esa época. Está presente en las melodías dedicadas de la radio, en el repertorio de muchos cantantes con decenas de versiones y en la música de las verbenas populares. 

Alberto, un antiguo compañero de trabajo de mis primeras épocas laborales, la recordaba de las fiestas de su pueblo, bailándola agarrado con su novia sin poder arrimarse mucho y entonaba – con aire de charambita –  el estribillo del siguiente modo:

Por el camino chum-parabá-pachún
Camino chun-parabá-pachún
Que va a la chun-parabá-pachún


Inolvidable, en suma. Como decíamos, formó parte del repertorio de muchos cantantes con decenas de versiones. De entre ellas, vamos a recordar, en primer lugar la original de Angelillo que sonaba en la película Suspiros de Triana, (en el video al que les he enlazado, aparece Carmelo Larrea al piano, cuando se interpreta la canción). Angelillo, nombre artístico de Ángel Sampedro Montero, era madrileño - de Vallecas - y comenzó su carrera en la década de los treinta. Fue uno de los más grandes cantantes masculinos de la copla en España, con un gran tirón popular. Una gran estrella de la canción, cuya carrera artística, iniciada en tiempos de la república, se prolongó hasta los años cincuenta, coexistiendo en esa última época con otras grandes figuras masculinas, como Antonio Molina o Juanito Valderrama.

José Feliciano hizo una gran versión de Camino Verde, cuando a mediados de su carrera grabó varios discos de boleros, que ya trajimos a este blog en la entrada Amor Jíbaro dedicada al cantante portorriqueño. Finalmente la cantante Diana Navarro, en un CD editado en 2008 del mismo título, aproxima, de forma muy acertada, la canción al estilo de la copla española.


En cuanto a Carmelo Larrea, su carrera comenzó a declinar a mediados de los sesenta. Como indica Carlos Bacigalupe, autor de una reciente biografía del compositor:

Su declive como artista comenzó a mediados de los 60 - cuando la música italiana primero y anglosajona después, acabaron con la primacía del género musical en que era un auténtico perito - , de modo que el bilbaino se recluyó en un local de la Gran Vía madrileña conocido como J’Hay, en realidad una sala de alterne que había conocido mejores días.

Falleció en Madrid de un infarto de miocardio el dos de febrero de 1980. En ese día desapareció el mejor compositor de boleros que ha dado la música española, a la vez que inteligente e insigne letrista. Con él murió toda una época de la música ligera española.

Notas y enlaces

El buzo acaba aquí este bloque de entradas dedicadas a Carmelo Larrea, cuyas canciones escuchó de niño en la radio, en las fiestas de Mahide de Aliste y sobre todo, cantadas por su madre. 
A continuación incluyo algunos de los enlaces que he utilizado para escribirlas.

1. Necrológica de el diario El País de 3 de febrero de 1980


2. "Bilbao homenajea al bolerista Carmelo Larrea" en Bilbao.net. Artículo de febrero de 2011 de Carlos Bacigalupe, autor de la biografía "Carmelo Larrea (1907-1980). Compositor de boleros universales", editado en 2011 por Bilbao Bitzkaia Kutxa.

3. En el archivo histórico de ABC, pueden encontrar:
- La entrevista de J. Hernández Petit de noviembre de 1954 que se menciona en esta entrada: http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/1954/11/25/053.html
- Artículo de Camilo Murillo en memoria de Carmelo Larrea, de 12 de febrero de 1980 http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/sevilla/abc.sevilla/1980/02/12/033.html
- Artículo de Manuel Barrios, "Historia de un anuncio", de 15 de febrero de 1987.