Vuelve el "Made in USA"

Compro la revista Time de 22 de abril atraído por el titular de la portada: MADE IN USA: manufacturing is back – but where are the jobs?. El artículo de Rana Foroohar y Bill Saporito, sólido como de costumbre en Time, indica tendencias.

La industria estadounidense parece renacer con 500.000 empleos creados en los últimos tres años; al tiempo que retornan inversiones realizadas en China y otros países del sudeste asiático en los últimos años, con lo que vuelve la fabricación a suelo de USA.

En cuanto a las características de este renacer de la industria, cabe destacar, en primer lugar, que parece ceñirse, casi exclusivamente, a sectores industriales manufactureros de alta tecnología; sectores, en los que los costes de personal de las empresas del sudeste asiático, no sólo de las chinas, se han desbocado en los últimos ejercicios.

En segundo lugar, se cuenta en estos momentos con unos costes energéticos extremadamente bajos en USA, que está usando intensivamente su propio y barato gas natural, en contraposición con los elevados costes del trasporte desde los hasta ahora países productores asiáticos. Finalmente parecen redescubrirse (¡!) las sinergias de la proximidad a los proveedores y de una mayor integración, bien que sea geográfica, de la fabricación; así como la pertinencia de establecer políticas activas de apoyo a la industria.

Un último detalle, (que no menciona el artículo, pero que no es menor), sería la antigüedad de las externalizaciones llevadas a cabo por la industria americana en China y otros países asiáticos, lo que haría que bastantes de las inversiones realizadas en su día, estén ya, a estas alturas, plenamente amortizadas.

Podríamos preguntarnos, con nuestra industria abandonada a su suerte: ¿y en España: ¿qué?  Pues, juzguen Vds. si se dan las condiciones que se han mencionado. No parece, ¿no?

En todo caso, es un comienzo. Esperemos que este aparente renacer de la industria en USA se convierta en una tendencia general de apoyo a la industria, que se extienda a los países europeos. Y ojalá que en España, aunque sea sólo por mimetismo, este gobierno y la sociedad española en su conjunto, empiece a considerar con más cariño y a apoyar, (aunque sólo sea algo), a nuestra maltrecha industria. Apoyo a la industria que, por cierto, sería una de las soluciones más solventes para salir de esta crisis en la que, por cierto, lo peor está por llegar.

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