La combinación de la crisis
actual, los intereses autonómicos y la desafortunada decisión del Gobierno de
la nación, han dado lugar a un nuevo jalón y un frente más en el abierto y
acelerado proceso de desigualdad que se está abriendo en España entre las diversas
regiones.
El titular de la noticia del
26 de agosto de El País, lo dice todo: Dos carreras en Galicia por el precio de una en Madrid. Con datos y cifras se plantean las diferencias que, añadidas a
la situación de partida hace dos años, ha supuesto la aplicación de la
normativa aprobada por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, en abril
de 2012, que ha permitido a los Gobiernos autónomos aplicar a las tasas
universitarias las subidas que han querido; frente a la situación anterior en
que el Ejecutivo central fijaba una horquilla anual —normalmente con el IPC más
cuatro puntos en el límite superior— dentro de la cual las comunidades elegían la
subida.
Ministerio de Educación, Cultura y Deporte
(Luis García. En wikipedia)
(Luis García. En wikipedia)
No hace falta glosar ni
recalcar nada. Basta con leer el artículo atentamente. En primer lugar, la certeza de que en algunas autonomías, siendo
sabido los diferentes niveles de costes por su grado de experimentalidad que
tienen las diferentes titulaciones; no aplican una mínima diferenciación,
asignando costes de matrícula idénticos para todo tipo de carreras, dando igual
que sean de humanidades, técnicas o experimentales.
En segundo lugar, comprobar las asombrosas diferencias que ya existen para el presente curso en las tasas universitarias
para las mismas titulaciones en las distintas comunidades autónomas. Lo que no
depende del color político de las autonomías, siendo reseñables los
contrapuestos comportamientos, al respecto, entre comunidades gobernadas por el
Partido Popular.
Lo curioso del caso es que
se había pregonado ampliamente, y lo debieron creer muchos ciudadanos, la especie de que posiblemente sólo el
Partido Popular podría hacer una política de Estado que pudiera poner freno a
las exageradas diferenciaciones
autonómicas de todo tipo que se han venido produciendo en los últimos años.
Pues parece que no. Más bien
parece que haya varios partidos populares. Desde luego en este tema de las
tasas universitarias, los partidos populares de Galicia y Murcia tienen
programas diferentes a los de Castilla León
y la Comunidad Valenciana; y, no digamos al de la Comunidad de Madrid. Y
alguna explicación debería dar el Partido Popular al respecto o poner firme a
algunos presidentes autonómicos: a unos por no llegar y a otros por pasarse.
El buzo sostiene que el tipo
de organización inherente a nuestro país, y a la mayoría de sus instituciones,
es el barullo cortijero. Pues bien, en este barullo cortijero que es España; es
crucial saber, primero, qué es lo que quiere el amo y, segundo, hacerlo.
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