El caso es que me salto mis propias previsiones pero me he encontrado con un proyecto de post que andaba por ahí, lánguido y durmiente entre los archivos de la carpeta "1 EN PREPARACIÓN", y me parece que ya le ha llegado su momento.
Se trata de Wini wini wana wana, espléndida cosa que el buzo encontró - hace ya muchos años - una mañana en el rastro madrileño, comprando singles antiguos poco menos que a palpo y al peso. Sus intérpretes son Los Discóbolos y el disco editado por Zafiro es de 1964. Del grupo no he podido encontrar la menor noticia pero no me negarán que tenían una pinta variada y extraordinaria: de gabardina a gafas de sol "roquerazas", pasando por las corbatillas y con palmeras al fondo.
Como verán en el enlace a la web del Viejo pickup, se trata de una melodía inspirada en aires hawaianos o polinesios, vaya usted a saber, muy alegre, bailable y bailona; un poco burda, eso sí, pero con una letra alegre, playera y tropical muy sugerente.
La canción compuesta por Helmer Petersen y otros, ha tenido un continuado éxito como canción popular en países como Holanda - por ejemplo con Babaloo - y en Alemania con versiones como la de la Orquesta de James Last en 1963 o, por ejemplo, la más reciente de los indescriptibles Wildecker Herzbuben.
En su versión en inglés tuvo un gran éxito la versión de Bill Justis en 1963, llegando muy alto en la lista Billboard de USA y alcanzando el número 1 en Australia (Ver Nota). Por último, también hubo versiones italianas de Wini wini wana wana, como las de Betty Curtis o la de Gigliola Cinquetti.
Yo siempre intenté "colocarla" como gran hit bailable entre amigos y parientes, sin demasiado éxito, por cierto. Creo, sin embargo, que 50 años más tarde ha llegado su momento de exotismo marciano-tropical, muy apropiado para este verano de 2014. Por eso la traemos a La perplejidad del buzo.
Nota
De Bill Justis vale la pena recordar Raunchy, su gran éxito de los años 50.
El buzo no puede aislarse. Por eso en muchas ocasiones se encuentra extraño y perplejo por cosas y cuestiones que le rodean o que le plantean los medios de comunicación. En este blog se contarán esas extrañezas y perplejidades.
martes, 19 de agosto de 2014
lunes, 18 de agosto de 2014
Una frase de Josep Plá
El buzo nota que cada vez
le cuesta más comentar aquellas noticias de actualidad que suscitan polémica y
encontronazos entre las distintas opiniones. Las más de las veces, es una
cuestión de reflejos y velocidad de reacción de forma que cuando uno acaba de formarse opinión y de
tenerlo claro, ya han pasado varios días y la cuestión ya ha dejado de ser
actualidad.
Otras veces, está el
temor de no saber expresar bien la propia opinión; actitud acompañada a veces,
de un esperar a ver si aparece publicada
alguna opinión con la que uno esté de acuerdo para suscribirla (y amplificarla) (*).
Josep Pla (en www.enciclopedia.cat)
Por último, tendríamos
aquellas ocasiones en que te dejas llevar a la frase: "¡Qué pereza!", y renuncias
a más pensar y entender la cuestión y a
una implicación mayor. En estos últimos casos, el buzo siente remordimientos,
no vaya a ser que esté cayendo en la deplorable actitud que describía Josep
Pla, quién decía que “en este país hay
una manera cómoda de llevar una vida suave, tranquila y regalada; consiste en
apuntarse al extremismo razonable y lavarse las manos pase lo que pase”. Más
- creo yo - por lo de lavarse las manos (pase lo que pase), que por lo del
extremismo.
(*) A propósito de esta modalidad, no quiero dejar pasar la ocasión para enlazar al artículo Hombres de Dios publicado por Fernando García de Gortázar en ABC el 15 de agosto sobre el Padre Pajares recientemente fallecido.
Etiquetas:
Esxtremismo razonable,
Josep Plá,
Opiniones
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