Parece que, en estos últimos días de borrascas, las nubes han hecho un quiebro desde Ávila a Valladolid y Segovia se ha quedado sin lluvias prácticamente, con lo que el campo sigue estando agostado y seco.
Casa de Antonio Machado en Segovia
(en capitaleuropea2016.blogspot.com)
Pero en esta tarde de domingo al bajar hacia el acueducto por donde los misioneros, había caído un chaparrón un rato antes y, aclarado y con el sol al oeste, el aire tenía color Machado. En un fanal de lluvia y sol el campo envuelto..., como dejó dicho el poeta sevillano que fue vecino de Segovia.
Desagarrada la nube; el arco iris
brillando ya en el cielo,
y en un fanal de lluvia
y sol el campo envuelto.
Desperté ¿quién enturbia
los mágicos cristales de mi sueño?
Mi corazón latía
atónito y disperso.
...¡El limonar florido,
el cipresal del huerto,
el prado verde, el sol, el agua, el iris...,
el agua en tus cabellos!
Y todo en la memoria se perdía
como una pompa de jabón al viento.
El llorado Hilario Camacho lo cantó - tan sensible y perfecto - hace ya mucho tiempo con el título El agua en sus cabellos. Pensad en el color Machado cuando veáis el aire así de claro, con el sol de la tarde, después de un chaparrón en otoño.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario