jueves, 12 de febrero de 2015

Criminosidades

1

En un alarde de innovación lingüística y jurídica, el fiscal que anda detrás, (y nunca mejor dicho porque va con 7 u 8 años después de que, al parecer, ocurrieran los hechos que persigue), de la cosa de Gómez y el tranvía de Parla, apoya la investigación de la policía judicial sobre la posible relación entre los miembros de dos equipos de gobierno del Ayuntamiento de Parla (Madrid) y el encarecimiento en 41 millones de las obras, y habla de “hecho criminoso”.

“ … se están practicando diligencias indispensables para esclarecer el hecho criminoso”, sostiene el Fiscal.

Y es por lo que llevo varios días que no levanto cabeza. Primero, me da medio ataque cuando veo que criminoso es palabra de la RAE. Palabra inútil, ya que hay que decir que es repetitiva, sin añadir ningún matiz, a criminal. ¿Por qué se ha desenterrado esta palabra moribunda y se  ha utilizado el adjetivo criminoso?; lo desconocemos. A lo mejor pretende suavizar la cosa y le parece mejor decir criminoso, pensando que ofende menos, que criminal. Un poco como lo de la mujer “asesinadita” de Mihura.

Y así llevo varios días, perplejo y consumido, sin vivir en mí, considerando lo que podría cambiar la  vida cotidiana si a todos nos diera por sustituir “al” por “oso” o viceversa. “¿cómo estás?... “fenomenoso”, podríamos decir en vez de fenomenal. ¿Y qué tal un fracaso “estrepital”?

2

Después está lo de las orgías. “Da la sensación de que mantenía una actividad frenética, desbocada de orgías”, ha declarado Strauss-Kahn ante el Tribunal  en Lille; “Fueron cuatro al año durante tres años. No más”. He buscado en el INE el dato del número medio de orgías por persona y año en España. No está disponible.

Llamé al Sr. Colón: “¿Colón, cuántas orgías hace al año?” , “¿Qué?” , “Más o menos, una media…” , "Mmm una miaja por ciento, …. más o menos… más menos que más”  y se ha puesto a cantar lo de "Yo tenía un chorro de voz/ y ahora ya no tengo nada…” y después se ha echado a llorar. Lo consuelo de inmediato; “No se preocupe Colón,… yo sin ir más lejos..”, "No, si no es por eso. ¿no sabe la última?”  

3

Me dice entre hipos y suspiros: “Han cesado al presidente de Enresa, que era profesor de instituto y fue alcalde de Ciudad Real…; y sabe a quién van a poner… ¡al que es ahora Director General de Paradores!… querrán poner habitaciones o dar bodas en el Almacen de Residuos Nucleares , no sé, no entiendo nada, ¡¡buahhh!!…”, y vuelve a llorar, lloramos desconsoladamente.

¡Vaya semana!

martes, 10 de febrero de 2015

Cálculo decreciente para Eduardo Torroja. Gabino-Alejandro Carriedo.

Desde mediados de los años sesenta, a la influencia no única pero sí predominante del poeta portugués Joao Cabral de Melo, se unió en Gabino-Alejandro Carriedo, por afición y por dedicación profesional, el interés por la obra de arquitectos, escultores y pintores españoles y universales contemporáneos, dando como resultado el libro Los lados del cubo publicado en 1973. En él se incluía el poema elegíaco Cálculo decreciente para Eduardo Torroja, que rendía homenaje al insigne ingeniero civil, proyectista, científico, gestor y docente; nacido prácticamente con el siglo y fallecido prematuramente en 1961.


 Eduardo Torroja Miret. (En Fundación Eduardo Torroja)

Cálculo decreciente para Eduardo Torroja.
Gabino-Alejandro Carriedo.
 
1
Entre el puente de hormigón
pretensado
(construido aguas arriba
de su corazón valiente)
y la cubierta circular,
expiró el ingeniero.

2
Ni la luz de aquel vano
alzado en vigas longitudinales
prefabricado por dovelas
salvarlo pudo
de las sombras.

3
Ni los cordones de los cables
de redondo
calculados para tan fiel tensión
evitaron su rotura.

4
Su vida matemática
concluyó
exactamente.

5

Cosido transversal,
definitivo anclaje.

6
In situ.


De Los lados del cubo Ed. 'Poesía de España' (Madrid, 1973)

sábado, 7 de febrero de 2015

Amor en frío. Las chinas.

Cuando volví a Madrid en 1980, después de pasar año y pico en Melilla y Chafarinas en una mili curiosa, el panorama había cambiado radicalmente en muchos aspectos - yo, incluido. En lo musical había dejado una ciudad de Tequila, Burning y Dolores y al llegar comenzaba a campar la movida, con Radio Futura, Los Pegamoides, Nacha Pop


El clima invernal extremo de estos días me ha recordado una canción de ese años, la inolvidable Amor en frío, de Las Chinas que triunfaron ese año con un disco de dos canciones en el que además de la anterior, estaba Hombre salvaje, que también tenía su punto.

En lafonoteca.net, L.S. Daniel las describe estupendamente:

“Su puesta en escena es arrebatadora, con una imagen muy definida. Todas ellas provenían de ambientes intelectuales madrileños y la música era una especie de rebelión contra todo lo que les precedía. Su inequívoco aspecto y sonido nuevaolero les granjeaba tanta admiración como envidia.”

Amor en frío,  que estaba compuesta por Kiko Rivas en la letra y Santiago Auserón en la música. Música que es al principio como una marcha tribal y se hace más íntima en el estribillo. Con la voz muy en primer plano, base rítmica potente con una batería machacona, muy buen funcionamiento de la guitarra y los teclados solo sugeridos. Pop puro de los ochenta.

La letra es muy de la movida: irónica, pero tierna y moderna, y chocante, con esa sugerencia sobre la congelación de los sentimientos y referencias espaciales. 

En frío las palabras valen más,
en frío no se pierde el control,
mira cómo brilla la estrella polar,
en frío,
amor en frío,
amor en frío.

Ven corazón mío
de Madrid al frío,
ven corazón mío
de Madrid al frío.


De Madrid al frío… Así es como estamos en estos días: en pleno y gélido invierno; esperando que escampe.

viernes, 6 de febrero de 2015

Queda mucho invierno

Se ve que el anuncio de que queda mucho invierno, que hizo la famosa marmota de Punxsutawney, (Pensilvania,  USA),  el pasado 2 de febrero, ha sido ecuménico y, hasta aquí, en esta España alborotada con las previsiones del CIS para próximas elecciones, está haciendo un frío que pela, hay nevadas nunca vistas y el Ebro a lo suyo; esto es, desbordarse primero en Castejón, luego en Miranda; y así sucesivamente.

Frío intenso que retrotrae al buzo a su niñez, en que recuerda fríos intensos. Posiblemente el frío no fuera mucho mayor que el actual pero sí que las calefacciones eran peores o directamente inexistentes.


Antiguo Convento de San Francisco. Bejar

Me acuerdo del frío intenso y serrano de Béjar, en que vivimos tres años – ya se sabe, los traslados de los funcionarios por aquella España de los años sesenta. Salir de la cocina o del comedor con el brasero, por el pasillo hacia el dormitorio gélido era la hazaña de cada noche de invierno. Mi padre me llevaba con él muchas tardes al Casino Obrero, en que había calefacción y me dejaba en la biblioteca, leyendo La Codorniz, mientras él iba un rato a su tertulia o a jugar la partida. O el frío horroroso por la mañana camino del Colegio Ronda de Navarra en el antiguo Convento de San Francisco; desde cerca de la Plaza Mayor  donde vivíamos, por calles (Alojería, Víctor Gorzo…)  heladas, con pinganillos.  De lo que algo conté, hace ya tiempo, en este blog :

SOMBRA ENAMORADA, el gordo y el flaco,
la gorra de fieltro con orejeras,
el vaho el frío en el aire de diciembre
por la calle Alojería camino de la escuela.

Frío, también, en los viajes invernales a Mahide, el pueblo de mi padre dónde, en algún dormitorio de la primera planta, se colaba desde el tejado nevisca o cenceño, que al despertar por la mañana veías posado y blanco encima de la colcha a los pies de la cama y ni te atrevías a sacar media nariz de entre las mantas.

Fríos que recordamos en estos días fríos y tristes, en los que aún duelen las últimas barbaries terroristas en París y no se van de la retina esas recientes imágenes de infames ajusticiamientos a cuchillo o a fuego con estética de videojuego y por internet.