En ¿Matará Uber a Shumpeter?, Joaquín Estefanía lleva a la perfección algo que viene haciendo de forma destacada desde hace bastantes años: una excelente divulgación de la ciencia económica, pequeñas dosis que nos regala en sus columnas de El País; en este caso reseñando el libro La revolución transhumanista del filósofo francés Luc Ferry.
Poco tengo que añadir ya que estoy de acuerdo totalmente con él. Efectivamente, nos encontramos con formidables plataformas tecnológicas mundiales que no
producen nada y solo median. Sólo median y atesoran beneficios que no reinvierten en nuevas empresas y, además, se aprovechan de la sociedad con esas mandangas de las economías colaborativas que hasta ahora solo han producido migajas y economía sumergida; no trabajo de calidad
Pienso - como creo que piensan Estefanía y Luc Ferry - que es más cierta la segunda de las dos lógicas que disputan el papel de las plataformas digitales que están en nuestras
vidas; la que considera que sí, se trata "de una revolución (a la que pertenecerían también
las energías renovables y no carbónicas y que quizá dé lugar a una estructura
descentralizada de la vida económica), pero conllevará de modo estructural una
formidable desregulación. Una especie de nuevo estadio de capitalismo salvaje."
Pienso que todo ha ido demasiado rápido y me ha venido a la cabeza el título del mítico album en directo de Van Morrison de 1973: It's Too Late to Stop Now: "demasiado tarde para parar ahora".
Imposible parece hacer ya una regulación de estos monstruos que se han introducido ya demasiado en nuestras sociedades y demasiado rápido, en una lógica de llegar a situaciones de dominio de los mercados inaudita. Es como el maldito teclado qwerty, ( detrás de cuya bella historia, se esconde una poderosa modelización matemática, desarrollada por Brian Arthur), replicándose continuamente, dando lugar a monopolios de facto en que todo el mundo: gobiernos, empresas, instituciones y nosotros, los ciudadanos, nos acomodamos.
Por no hablar de la destrucción y el desprestigio de las instituciones; de la hipotética y previsible de la destrucción de las sociedades modernas tal y como las hemos conocido.
En It's Too Late to Stop Now, Van Morrison cantaba Saint Dominique's Preview.
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