Considerado uno de los grandes poetas de la generación
del 27, la producción literaria de Pedro Salinas va más allá de la poesía amorosa
A finales de los años veinte, Pedro Salinas, convierte
en tema literario algunas innovaciones tecnológicas de la época. En este
sentido, son conocidos sus optimistas poemas a la bombilla, al automóvil
(Navacerrada, abril), o a la máquina de escribir, (Underwood
girls). Sin embargo, tras la Segunda Guerra Mundial, su actitud hacia la
ciencia cambió, adquiriendo connotaciones negativas.
Pedro Salinas
De esa primera época es 35 bujías: poema a la bombilla y a la energía eléctrica. Como indica Fernando
Cañamares Leandro en el artículo “De la bombilla a la estrella: Pedro Salinas
ante la ciencia”, (Rev. Letra 15; nº 6, 2016)1,“el tema tecnológico aparece tratado desde el
esquema sentimental de historia de amor entre el poeta y la luz, personificada
en una doncella cautiva. El momento de pulsar el interruptor se identifica con
el encuentro erótico, que queda estorbado por los elementos luminosos de la
naturaleza: los rayos del sol (…) y las estrellas (…) que acechan la
felicidad de los amantes”.
35 Bujías. Pedro Salinas.
Sí. Cuando quiera yo
la soltaré. Está presa
aquí arriba, invisible.
Yo la veo en su claro
castillo de cristal, y la vigilan
—cien mil lanzas— los rayos
—cien mil rayos— del sol. Pero de noche,
cerradas las ventanas
para que no la vean
—guiñadoras espías— las estrellas,
y la soltaré. (Apretar un botón).
Caerá toda de arriba
a besarme, a envolverme
de bendición, de claro, de amor, pura.
En el cuarto ella y yo no más, amantes
eternos, ella mi iluminadora
musa dócil en contra
de secretos en masa de la noche
—afuera—
descifraremos formas leves, signos,
perseguidos en mares de blancura
por mí, por ella, artificial princesa,
amada eléctrica.
(1) En “De la bombilla a la
estrella: Pedro Salinas ante la ciencia”; de Fernando Cañamares Leandro.
Rev. Letra 15; nº 6, 2016.
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