miércoles, 24 de febrero de 2010

Austrohúngaros (1)


Desde que el mes pasado releí lentamente, con calma y regodeo, “El Danubio” de Claudio Magris, me encuentro abducido por el imperio austrohúngaro. Unas cosas llevan a otras y, gracias a Magris, he llegado a Joseph Roth. Ha caído en mis manos el libro “Crónicas berlinesas” del escritor Joseph Roth, (Editorial Minúscula), recopilación de artículos escritos en el periodo que va de 1923 a 1933, en que residió en Berlín, con una intensa actividad periodística.

Judío, nacido en Brody, ciudad de Galitzia oriental, en los confines del imperio austrohúngaro, la vida y la obra de Joseph Roth, (es el mismo caso que el de Stephan Zweig), es ejemplo del drama de una generación de centroeuropeos que, nacidos al final del siglo XIX, tuvieron que vivir varias vidas difíciles y diferentes al compás de la vorágine de acontecimientos de la época. Crecido y formado en el centro del reinado del emperador Fernando José, participa como combatiente en la I Guerra Mundial. Vive después la locura de los años veinte en Berlín y es testigo del ascenso del nazismo. Tuvo vista, olfato e inteligencia y en 1933, decidió dejar Alemania estableciéndose en París.

Qué claridad mental y qué facilidad de escritura, qué talento. En el Berlín de los años veinte se estaba escribiendo el futuro del siglo XX y Joseph Roth estaba allí para contarlo. Ante nosotros desfilan los incipientes problemas del tráfico y los primeros semáforos, los grandes almacenes, las oleadas de refugiados y huidos de hambrunas, guerras y conflictos, … etc. Todo ello con una elegancia y un talento excepcionales. Vean, por ejemplo, su opinión sobre la naciente publicidad:

“Y me parece que en esta época no hay nada que no se anuncie con grandes caracteres. En eso consiste su grandeza. Tengo para mí que la tipografía se ha transformado en ideario. Lo más importante, lo menos importante y lo poco importante solo son asuntos que parecen tener más, menos o ninguna importancia. Les otorgamos valor por su imagen, no por su esencia. El acontecimiento de la semana es aquel que ha sido declarado acontecimiento de la semana gracias a la presión, al gesto y al ademán del brazo que se levanta para golpear. No hay nada que sea, todo significa. Sin embargo, ante el resplandor de un sol que se extiende implacable por el muro, por la calle, por el raíl, que se cuela por las ventanas y se refleja concentrado, multiplicado por mil, lo irrelevante hinchado se eclipsa.”

Así escribía Joseph Roth en 1921, (repito ¡en 1921!), para el Berliner Börsen Courier. El libro acaba con el artículo “El auto de fe del espíritu”, escrito a raíz de las primeras quemas de libros por los nazis, ya desde París en 1933, (donde murió en 1939), en que reflexiona sobre el antiguo régimen, sobre el nazismo y lo que se venía encima, sobre los escritores judíos y su papel y donde profetiza el horror y la guerra futura. Una lectura obligada.

Cuando en 1918 con la firma del Tratado de Versalles, con la desaparición del imperio Austrohúngaro, Sigmund Freud dijo: "Austro-Hungría no existe ya más y no quiero vivir en ninguna otra parte del mundo". Eso debió pensar también Roth, que, (en un prólogo a su movela más famosa, “La marcha Radetzky”), escribió:

"Mi experiencia más inolvidable fue la guerra y el fin de mi patria, la única que tuve: la monarquía Austrohúngara. Amaba esta patria mía que me permitía ser a la vez un patriota y un ciudadano del mundo entre todos los pueblos de Austria y también un alemán".
Un auténtico austrohúngaro. También como muchos murió siendo un apátrida. Como escribió Cabrera Infante: “Poco sabía Roth que sería un despatriado en todas partes: un apátrida —y que moriría no en Viena ni en Berlín sino en París. Murió de la muerte natural de un alcohólico: el alcoholismo.”

Sección Musical

VAINICA DOBLE



Desde que las escuché por primera vez hace ya muchos, muchísimos, años he sido fan. Creo que han sido de lo más tierno e inteligente que se ha hecho en musica pop-popular en España. Dos señoras de categoría, a su bola. Con talento y sensibilidad. Carmen Santonja y Gloria Van Aerssen formaron un duo que mantuvo su actividad,de forma irregular, (grabaron 10 discos en 8 compañias diferentes), de 1971 a 2000. Minoritarias, con un fino humor, con sensibilidad, con inteligencia. Se dice que han influido mucho en cantantes posteriores de pop: Carlos, Berlanga, Los Planetas... Más tenían que haber influido.

En 2000 muere Gloria Van Aerssen. Cerrado por defunción.


Podrían ser más. Sólo os dejo cuatro joyas, cada una en su estilo. La primera es La Habanera del primer amor. Una delicia nostálgica y tierna. En segundo lugar una versión irónica del trabajo en la cocina, La cocinita mágica, con pequeñas dosis de mala leche. Las coplas del iconoclasta enamorado , "..para ti, para ti, mi amor..", son de ida y vuelta, tremendismo y amor irónico, ó ¿loco de verdad?. Para el final, Un metro cuadrado, una de las primeras canciones que grabaron, que es redonda y definitiva.

En un comentario de Youtube se dice: "Estas Vainica Doble fueron y son un regalo del cielo!". Pues eso.


1 comentario:

  1. Ayer, día 24 de febrero del presente año, leí el la prensa que cierto presidente de Comunidad Autónoma, declaraba su patrimonio. Además de una casa y un viejo auto, 600 euros en el banco.
    Imaginemos que esto es cierto y que la dicha prensa no ha malinterpretado la noticia, (lo que suele hacer con frecuencia). Entonces podría pensarse que esto no solo es motivo de perplejidad, sino la pura descojonación, o sea que si se le estropea el coche, tiene que pedir un crédito al banco, o esperar a cobrar el día 28.
    Algún malpensado dice: ¿y, por que no le preguntó el periodista en que se gastaba el sueldo?. También podría malpensarse, que si los políticos gestionan así sus asuntos privados, como gestionarán la cosa pública en la que no se juegan sus dineros, sino los de los demás.
    Otros lo verán como una extraña paradoja, o sea un currante normal ha acumulado a lo largo de su vida laboral, mas patrimonio que todo un gobierno regional, convirtiéndose en un cochino capitalista. Esperemos que nadie se entere.
    Pero yo quiero oponerme a estas conclusiones precipitadas. Por que ¿a quien se le ocurre publicitar el patrimonio de nadie?, ¿no es eso una ingerencia en la intimidad?, a quien le importa (excepto al Ministerio de Hacienda), lo que tiene y deja de tener cada cual. Y sobre todo en este país en el que a veces da la impresión de que todo se razona al revés.
    Me explico, aquí el tener dinero, es decir acumular un patrimonio, no se interpreta como prueba de haber llevado una vida industriosa, trabajando mucho, acostándose pronto y levantándose temprano, una vida frugal consumiendo lo necesario y prescindiendo de excentricidades y gollerías, es decir una vida virtuosa.
    Por el contrario lo que se piensa es: ¿y este sinvergüenza, como habrá conseguido lo que posee?, ¿que malas artes habrá empleado?, ¿ a quienes habrá explotado?. En fin, se hace sospechoso de una conducta cuasi, o decididamente, delictiva.
    Con este trasfondo cultural ¿a dónde pretendemos llegar?, o de otra manera dicho, ¿Cuándo encontraremos nuestro camino?. En la China lo encontraron cuando Deng Xiaoping, sugirió que “enriquecerse es bueno”, (lo cual es obvio), así que hemos pasado de pedir limosna para los chinitos a acojonarnos pensando que se van a hacer con el mercado mundial quitándonos el trabajo, por el hecho singular de producir mas barato. Vivir para ver.

    Un saludo del observador perezoso

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