Al buzo no le cabe ninguna duda de que el otoño, el de verdad, el que anuncia y lleva al puro invierno, llega justa, concretamente, la mañana del 1 de noviembre, día de Todos los Santos, después del responso en el cementerio de Madrona (Segovia), en que todo el pueblo se reúne en el cementerio para recordar a sus difuntos y del canto final a Jesucristo resucitado:
Acuérdate de Jesucristo
resucitado de entre los muertos.
El es nuestra salvación,
nuestra gloria para siempre.
Si con El morimos
viviremos con El.
Si con El sufrimos
reinaremos con EL.Volviendo al pueblo, el buzo piensa que ya el invierno se acerca, y le viene a la cabeza la canción Peace Piece de Bill Evans.
Sin embargo, quizás sea más científico pensar que el momento en que ya no hay vuelta atrás, y llega de verdad el otoño, es ese día en que, de repente, parece que todos los árboles de Madrid se han puesto de acuerdo y, todos a la vez, se desprenden de sus hojas. Las hojas muertas o las hojas de otoño.
Autumn Leaves en Praga. 2010
Les feuilles mortes, es una canción que compuso en 1945 el músico húngaro (y judío), emigrado a París, Joseph Kosma, con letra del gran poeta frances Jacques Prevert. Sonó por primera vez, cantada por su protagonista Ives Montand, en la película de 1946, Les portes de la nuit, dirigida por Marcel Carné. Kosma, de formación clásica, lejanamente emparentado con el gran director George Solti y discípulo de Bela Bartok, conoció, a través de Prevert al director de cine francés Jean Renoir y compuso las bandas sonoras de muchas películas en el cine francés. Prevert era un gran poeta y guionista de cine, pertenció al movimiento surrealista francés con Marcel Duchamp y Raimond Quenau.
Oh! je voudrais tant que tu te souviennes
Des jours heureux où nous étions amis
En ce temps-là la vie était plus belle,
Et le soleil plus brûlant qu'aujourd'hui
Les feuilles mortes se ramassent à la pelle
Tu vois, je n'ai pas oublié...
Al año siguiente uno de los grandes letristas americanos, Johnie Mercer escribió una nueva letra en inglés
The falling leaves drift by my windows
The falling leaves of red and gold
I see yor lips, the summer kisses
The sunburned hands I used to hold
Since you went away the days grow long
And soon I'll hear old winter's song
But I miss you most of all, my darling
When autumn leaves start to fall
Nat King Cole en Nueva York en 1947
y a partir de ahí, la canción se convirtió rápidamente en una de las canciones estandard, y uno de los jazzstandards de más éxito y de mayor popularidad, tanto en versiones instrumentales como cantadas. Vamos a ello. En versiones cantadas algunas de mis preferidas son las de Nat King Cole y de Doris Day. Muy canónicas las dos. Hay muchas, muchísimas más: Edith Piaf, Pat Boone, Johnie Mathis, Frank Sinatra (que lo ha cantado todo), Barbra Streisand (una versión en francés demasiado sofisticada para el buzo), Grace Jones (version discotequera), Eric Clapton, etc., hasta del tigre de Gales, qué grande, Tom Jones.
Bill Evans. Festival de Jazz de Montreux- 1978
En cuanto a versiones instrumentales de jazz, también hay muchísimas. Les propongo tres. En primer lugar Bill Evans, porque es mi pianista de jazz favorito, (es el mejor; adoro a Bill Evans). La versión que les enlazo es de 1965 de una actuación en directo con Eddie Gómez al contrabajo y Jeremy Steig a la Batería. El grandísimo pianista actual Keith Jarrett, ha hecho también varias versiones muy buenas de Autumn Leaves. La segunda, que creo que es la mejor versión de todas, sin duda ninguna, es de Cannoball Adderley del disco Something Else con una formación que lideró y en la que estaban nada menos que Miles Davis a la trompeta, Hank Jones al piano, Sam Jones al contrabajo y Art Blakey en la batería. Maravillosa sencillamente. La última es del trompetista Chet Baker. En uno de sus retornos a la música en 1974 se juntó con Paul Desmond y realizaron el disco She Was Too Good To Me. Su solo de trompeta en esta canción, dicen los entendidos, es uno de los mejores y más característicos del gran trompetista.
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