Ve el buzo que la redacción de sentencias extravagantes o la disposición de normas administrativas absurdas no es un fenómeno reservado a España en exclusiva. Más bien, parece un fenómeno extendido, como muestran dos noticias recientes.
En primer lugar, tenemos la
sentencia sobre la prohibición de las operaciones de circuncisión asociadas a
las religiones musulmana y judía, que ha dictado el Tribunal Superior de
Colonia en Alemania. Se ha armado un buen alboroto. Parece que la sentencia en
cuestión se produjo en el mes de junio, y con el flujo y reflujo de las
noticias, vuelve a aparecer este fin de semana en los medios: ABC, LaVanguardia, El País…etc.
Panorámica de la ciudad de Colonia
(De Wikipedia)
No es nueva la historia, ya
que en Estados Unidos, hace poco más de medio año que el Gobernador de California firmó
una ley para prevenir que, a niveles locales se prohíba esta práctica, ya que
al parecer un grupo de presión en San Francisco, estaba propugnando su
prohibición. ¡Inquietante!; ¿un lobby mundial anti-circuncisión?.
Plaza mayor de Nyköping. Capital de Södermanland
(De Wikipedia)
En segundo lugar, Quim Monzó
en el suplemento dominical de La Vanguardia, nos trae la bonita historia de la
provincia sueca de Södermanland en que se va a convertir en obligatorio el que
los funcionarios ¡ay, los funcionarios! de su diputación orinen sentados en vez de de pie. Quim Monzó titula el artículo Ars Mingitoria
al que les enlazo. No tiene desperdicio.
Yo no sé si es mesianismo,
ganas de fastidiar al prójimo o que como no tienen crisis encima se dedican a espantar
moscas con el rabo. Lo que sí estoy seguro es que ya aquí en España, alguna
facción avanzada de la Internacional Papanatas debe estar tomando buena nota
para el futuro.
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