Estando estos días de
atrás en playas de Cádiz, al buzo le llegaban, lejanos, recuerdos de unos aires
de copla con el verso ay chiclanera y una continuación de fondo orquestal con un
marcado ritmo de pasodoble. Pero en esos días no consiguió recordar nada más.
A la vuelta en Madrid,
apareció, lógicamente, la copla-pasodoble Chiclanera compuesta por Rafael
Oropesa, Luis Vega y Antonio Carmona que fue estrenada y popularizada por el
cantante Angelillo en la película Centinela, alerta, de 1936.
Es una copla destinada
inevitablemente a ser cantada por un hombre, ya que su letra no admite el
cambio de registro. Chiclanera, que como
muchas coplas tiene planteamiento, nudo y desenlace, trata fundamentalmente de
la expiación de una culpa y su redención por amor. Cuenta las veleidades
amorosas de un paisano que deja, ¡mira tú!, a la – imaginamos - sin par
chiclanera por una moza volantera conocida en un colmáo. El mozo vuelve
rendido y arrepentido, pero la chiclanera lo hace sufrir ya que, al principio,
no lo perdona, aunque al final, sí; y parece que la cosa se arregla.
Aaaaaay, de Caiz para Chiclana,
caminos sembraos de
flores,
encontré a mi
chiclanera
que penaba mal de
amores.
Chiclanera.
Yo que también he sufrío
por no ser querío
estoy a tu vera.
Imagen del compositor Rafael Oropesa
(en la web www.lavozlibre.com)
El autor de la música,
Rafael Oropesa, era maestro de la banda sinfónica de Madrid. En la guerra civil
fue movilizado y llegó a ser el director de la banda del quinto regimiento del
General Lister. Después de la guerra se
exilió a México donde murió. Se dice, (lo refiere Raúl Guerra autor de Madrid - Gran Vía 1910-2010, editado por el Ayuntamiento de Madrid; y era también, al parecer, de esa opinión el maestro
Carmelo Bernaola), que Oropesa es el verdadero autor del chotis Madrid de
Agustín Lara al que le habría vendido, debido a las penurias económicas de sus
primeros tiempos de exiliado, la partitura.
Chiclanera constituyó
un gran éxito en la voz de Angelillo,
cantante madrileño que después, también, de unos años exiliado, prosiguió su
carrera en España donde dominó durante unos años el panorama masculino de la
copla. Hay una curiosa versión de Joselito, en que la letra cambia, (¡a ver!,
no se va a ir un niño a un colmao). Fue rescatada por Carlos Cano que hizo una
grandísima versión en su LP Quédate con la copla de 1987 .
La Chiclanera es, en
letra y música, un pedazo de copla que sin haber llegado a ser enormemente
popular, sí fue lo suficiente como para acabar formando parte del repertorio
canónico de las bandas de música y, también, y esto es definitivo, como para
formar parte del repertorio de los grupos de dulzaineros que tocaban en las
fiestas y bailes populares de 1940 a 1970, y que aún hoy siguen tocando.
.
buzo, me encanta esta entrada. Saludos
ResponderEliminar