Nos debemos guardar de los Idus de marzo.
En estos días en que Ucrania se parte por
la mitad, es invadida y la sentencia (Delenda es Ucrania) está echada; y nos recuerdan,
desde Salmonetes ya no nos quedan, aquella canción de Polansky y el ardor: ¿qué harías tú, en un ataque preventivo de la URSS? y también que,
desde los tiempos de Ivan el Terrible, Rusia no ha
perdido una guerra.
En esta mañana en que veo - calle Alcalá abajo - pasear a una perrilla
de lanas blanca, pimpante y alegre, con su dueño a su lado y, a ratos, un poco
por delante o un poco por detrás; y me viene a la cabeza la última bobada de un
ayuntamiento, (el de Barcelona), de multar con 1500 euros, el llevar suelto al perro; porque, ya se sabe que todos los españoles - no sólo los de la lista Forbes - llevamos siempre a mano 1500 euros sueltos para - ¡ya ve Vd.! - pagar sanciones extravagantes.
En esta mañana en que nos ha dejado
Leopoldo María Panero, que fue príncipe de la poesía, el más novísimo de
los novísimos y que, después, se fue a la locura - de psiquiátrico en psiquiátrico
- donde ha estado los últimos cuarenta
años. Panero el loco, el poeta maldito.
Vamos a imaginar que se despide de nosotros, como Blancanieves de los enanos en su libro Así se fundó Carnaby Street de 1970
Vamos a imaginar que se despide de nosotros, como Blancanieves de los enanos en su libro
BLANCANIEVES SE DESPIDE DE LOS SIETE
ENANOS
Prometo
escribiros, pañuelos que se pierden en el horizonte, risas que palidecen,
rostros que caen sin peso sobre la hierba húmeda, donde las arañas tejen ahora
sus azules telas. En la casa del bosque crujen, de noche, las viejas maderas,
el viento agita raídos cortinajes, entra sólo la luna a través de las grietas.
Los espejos silenciosos, ahora, qué grotescos, envenenados peines, manzanas,
maleficios, qué olor a cerrado, ahora, qué grotescos. Os echaré de menos, nunca
os olvidaré. Pañuelos que se pierden en el horizonte. A lo lejos se oyen golpes
secos, uno tras otro los árboles se derrumban. Está en venta el jardín de los
cerezos.
¡Adiós, adiós!
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