El pasado sábado, en la Feria del Libro
de Madrid, la tarde salió sin sol y,
aunque hacía un poco de bochorno, daba gusto pasear por El Retiro entre el
numeroso personal asistente, viendo casetas y libros.
Casi nada más empezar el recorrido, me di de bruces con un libro titulado El atrevimiento de los bombardinos, lo
que para un aprendiz de ese instrumento, (y también de tuba), como es este buzo, constituyó un irresistible reclamo.
Así es como conocí al autor del
libro, Francisco Navarro, de mediana
edad, risueño y afable que me dedicó unos
minutos explicándo el asunto del bombardino del título, que era uno de los relatos breves que componen el libro. A propósito
de la rareza de este instrumento y su general desconocimiento, me contó una anécdota de un bombardino que se fue de juerga con el instrumento y… acabo
tirándolo al suelo, destrozándolo, harto de que los colegas de farra le dijeran
a cada poco, “¡Anda, toca un poco el
trombón!” También apareció en la conversación el gran relato
con bombardino de nuestra literatura, que no es otro que Las crónicas del
sochantre del maestro Álvaro Cunqueiro.
"Comprenderá", le dije, "que no tengo
más remedio que llevarme el libro". Y así lo hice, con una dedicatoria autógrafa extremadamente
cordial que me llenó de alegría y orgullo:
PARA PEDRO:
UN BOMBARDINO COMO LA COPA DE UN PINO
(CON RIMA Y TODO)
Con lo que nos despedimos y así
siguió la tarde. Cayeron varios libros más y, también, su par de cañas - con las
medias raciones correspondientes – en las afamadas tascas próximas, con las
que mi señora y yo finalizamos una tarde un poco calurosa, pero de lujo.
Portada de la versión electrónica
Casi una semana después, he de decir
que ya le he dado dos vueltas al libro entero que está muy bien: ameno, a ratos
divertidísimo y está muy bien escrito. El
atrevimiento de los bombardinos, editado en la Biblioteca de
Autores Manchegos, es un libro de estampas en que se retratan personajes raros
y castizos de La Mancha, que es - junto con Galicia, según Navarro - dónde más raros hay. Tiene un regusto a García Pavón por el ambiente y
geografía; a Cela por los motes y nombres
raros que aparecen y la restallante prosa de algunos momentos; y a Cunqueiro
por la fantasía y por la amabilidad y cariño hacia los personajes.
Desde la madre y el hijo del relato
inicial que recogen, según dicen, las aceitunas en una tierra de un señor que
vive en Madrid, hasta que llega el verdadero dueño con la Guardia Civil; al
aprendiz de guitarra por cifra, Martínez,
que le acaba dando un guantazo en la oreja derecha a Sánchez, el bombardino
atrevido que sostenía que Tárrega no
sabía música, pasando por otros muchos retratados: la viuda Herminia Deogracias, Doña Pepita la de los abanicos, el tío Pío que cantaba por Escobar, etc.
Una delicia.
De resultas de todo lo cual, a este
buzo le ha entrado una inmensa melancolía de Tomelloso, a dónde, desde que
comenzó a leer las historias de Plinio, (y siempre después de cada relectura), le entran ganas de ir en peregrinación y
tras atravesar en coche los campos de viñas,
llegar y ver si encuentran en su sitio el casino de San Fernando, la buñolería de Rocío y tantos y más rincones de ese pueblo de arte, Tomelloso, en el que
si das una patada al suelo, te salen tres pintores realistas y dos abstractos, y otros dos poetas y tres novelistas.
Para finalizar, otrosí digo, que se
ande con cuidado Francisco Navarro,
no vaya a ser que alguien director de algún periódico de campanillas, acabe
descubriendo que escribe como los ángeles y le engatusen para mudarse a los madriles, a
triunfar como columnista de tronío; que soltura y cualidades le sobran. Pero – si fuera el caso - que se piense con cuidado si vale
la pena dejar el paraíso.
Nota
Francisco Navarro es de Tomelloso donde reside. Además de “El atrevimiento de los bombardinos”, ha publicado las obras: “La dificultad de ser japonés” (2010), “A propio riesgo” (2011) y “El Café de la Glorieta y otros relatos” (2012). En 2013 consiguió el premio local de narraciones “Félix Grande” de la LXIII Fiesta de las Letras Ciudad de Tomelloso con el relato titulado “Flamenco”. Hasta enero de 2014 mantuvo abierto el blog Yo tuve el ombligo frío en www.gasolinero.net. En la actualidad es codirector y jefe de redacción del periódico digital enTomelloso.com, donde continúa con el blog citado, y corresponsal del periódico Lanza.
Francisco Navarro es de Tomelloso donde reside. Además de “El atrevimiento de los bombardinos”, ha publicado las obras: “La dificultad de ser japonés” (2010), “A propio riesgo” (2011) y “El Café de la Glorieta y otros relatos” (2012). En 2013 consiguió el premio local de narraciones “Félix Grande” de la LXIII Fiesta de las Letras Ciudad de Tomelloso con el relato titulado “Flamenco”. Hasta enero de 2014 mantuvo abierto el blog Yo tuve el ombligo frío en www.gasolinero.net. En la actualidad es codirector y jefe de redacción del periódico digital enTomelloso.com, donde continúa con el blog citado, y corresponsal del periódico Lanza.
Muchísimas gracias por tus palabras, bellas y, piadosas. El hado, algunas veces, juega buenas pasadas
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Del Tomelloso de García Pavón queda bien poco, el llamado "progreso" nos ha cambiado mucho, no sé si para bien o para mal. Por suerte, escritores como Francisco Navarro, mantienen viva esa llama literaria y socarrona que nos ha hecho tan famosos.
ResponderEliminarHe leído "El atrevimiento de los bombardinos" del tomellosero Francisco Navarro, es un libro delicioso y un placer para los sentidos, de todos ellos.
ResponderEliminarEl autor es un autentico Garcia Pavón "actualizao"