Confieso que después del 1-2 del Atlético
de Madrid-Barcelona en el Calderón el pasado domingo, me dejé llevar por una
cierta marea de opinión - de la que sería el más pulido ejemplo, el artículo La primer involución de Simeone de
José Samano – que reclama que, después de dos
años de pico y pala y tras haber realizado cuantiosas inversiones, el Atlético
debe cambiar “urgentemente” su estilo y pasar al “jogo bonito”.
Griezman marca 2 goles al Galatasaray.
(de http://clubatleticodemadrid.com/)
Frente a ese “run-run”, mi hijo, que
estuvo en el campo, me recordó nuestras antiguas conversaciones sobre el tema: “¿cómo
le tiene que jugar el Atlético a los actuales Real Madrid y Barcelona, de forma que no te
vayas con 4 o más goles en el cesto?”, y me hizo ver que si no hubiera sido
porque Neymar hace genialidades que le salen; vaya uno a saber, sin la
genialidad del golazo, qué resultado final podría haber tenido el partido.
Por si no fuera poco lo anterior, Iñako
Díaz-Guerra que es quien mejor escribe ahora mismo sobre el Atlético de Madrid
y mejor plasma – creo – el sentir atlético,, se despachó ayer mismo en El Mundo con el
Atleti: el éxito amenaza, que pone las cosas – y pone a este buzo – en su
sitio. No puedo resistirme a reproducir el párrafo final del artículo:
"Tantos
años presumiendo de ser diferentes para que el éxito nos convierta en iguales
que el resto. Este martes empieza la Champions y el Atleti es candidato. Y
puedo escribir sereno esta frase. La fiesta sigue, pero algún día se apagará la
música. Disfruten mientras dure."
Mientras tanto, esta misma mañana un
amigo madridista se lamentaba de la victoria "sólo por 4-0" del Madrid ante el
Shakhtar y comentaba cómo, en el estadio, se insultó gravemente a Benzema, por fallar su
primera ocasión. Para ese mismo partido, en la reseña del partido en El País del
ya mencionado José Samano, se indica después del titular: “Una pifia del meta del cuadro ucranio, una inocente expulsión y un
penalti mal pitado propician otro festín de Cristiano Ronaldo.”
Resumiendo, en el campo siempre es un juego y en la grada, pasión. ¿Pero qué pasión?Ahondando en el "ser" del Atleti, me quedo con Iñako:
"… no quiero a mi equipo porque gane. Ningún atlético ha medido su pasión así antes (por la cuenta que nos trae) y sería ridículo empezar ahora."
Resumiendo, en el campo siempre es un juego y en la grada, pasión. ¿Pero qué pasión?Ahondando en el "ser" del Atleti, me quedo con Iñako:
"… no quiero a mi equipo porque gane. Ningún atlético ha medido su pasión así antes (por la cuenta que nos trae) y sería ridículo empezar ahora."
Y a disfrutar de la fiesta – si la hay –
mientras dure.
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