Es lo que ocurre con Esperando que la aspirina del destacado poeta argentino Fabián Casas, cuya obra poética es sorprendente y áspera, inteligente y viva. Una línea cercana: contar lo cotidiano con inteligencia.
Esperando
que la aspirina
Esperando que la aspirina empiece a trabajar,
que acomode los cuartos, que revuelva el café
y que traiga a mi madre, fresca
a esta tarde de agosto
hojeo revistas estúpidas, escucho discos viejos
me pregunto en qué momento
los dinosaurios sintieron
que algo andaba mal.
que acomode los cuartos, que revuelva el café
y que traiga a mi madre, fresca
a esta tarde de agosto
hojeo revistas estúpidas, escucho discos viejos
me pregunto en qué momento
los dinosaurios sintieron
que algo andaba mal.
Fabián Casas
(Buenos Aires, 1965)
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