domingo, 25 de noviembre de 2018

Improvisaciones. Joaquín María Bartrina.

Conocemos la velada literaria que el dramaturgo Leopoldo Bremón y su esposa, la actriz Fernanda Llanos, dieron a la escritora Pilar Sinués porque entre la concurrencia se encontraba el poeta Joaquín Bartrina que leyó en la velada  el poema Improvisaciones.  





Mª del Pilar Sinués de Marco
(Litografía de José Vallejo y Galeazo. Wikipedia)

El poema, delicioso y sumamente decimonónico, nos sumerge en la atmósfera de esas veladas y tiene como hilo conductor a la electricidad que era en ese momento, algo nuevo e interesante; a medio camino entre pasatiempo y física recreativa. Sin embargo poco después, a partir de 1885 – Bartrina falleció en 1880 - se produciría el acelerado desarrollo y la implantación de la electricidad en España.


     IMPROVISACIONES

Leídas  en la velada literaria, dada por los señores de Bremón, en obsequio a la distinguida escritora Doña María del Pilar Sinués.

     ELECTRICIDAD

    A FERNANDA LLANOS DE BREMÓN

     Al ver que es una verdad
que, gracias a un buen doctor,
mitiga ya tu dolor
la activa electricidad,
reconozco la excelencia
del doctor y aquí le alabo.
Libre era el rayo: hoy esclavo
es tan sólo de la ciencia.
     La ciencia siempre intranquila
en su busca al cielo sube;
coge el rayo en una nube
y lo encierra en una pila;
y hoy el rayo, esclavo, lidia
para dar fuerzas dobladas
a la que con sus miradas
tantas veces le dio envidia.

    A PILAR SINUÉS

     La señora de Sinués
sabe ya mejor que yo
qué es la pila, y hasta lo
que la electricidad es.
     Hay dos polos: negativo
el uno, da una corriente
en un todo diferente
de la que da el positivo.
(No cuento el polo andaluz
entre un polo y otro polo.)
De esta lucha nace sólo
el esplendor de la luz.
     Y al ver en la ilustre autora
de tanta y tanta novela
con las que su nombre vuela
y más en fama atesora;
al ver en la de Sinués
un estilista, portento
de habilidad y talento,
y al mirarme yo al revés
y verme tan diferente,
creo, y por mi parte sé
que ha de establecerse, a fe,
de la amistad la corriente.

     A LAS DAMAS DE LA REUNIÓN

      Al ver en este salón
las eléctricas miradas
de las bellas invitadas,
un polo es mi corazón;
pero decírselo esquivo,
pues temo, porque lo arguyo,
que el polo corazón suyo
sea un polo negativo.

     A TODOS LOS CONCURRENTES

      Si al rayo debo el placer
de ver a Fernanda buena
y al rayo la dicha plena
de la amistad por doquier;
cuando el cielo, oscuro y fiero,
lance un rayo entre las aguas,
en vez de abrir el paraguas
me le quitaré el sombrero.

Joaquín María Bartrina. (Reus, 1850 – Barcelona, 1880)


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