En la sección de
opinión (Tribunas) del diario El País, en que suelen aparecer interesantes y, en ocasiones, estupendos artículos de reflexión, (como el que,
por ejemplo, hace unos días escribieron
el profesor Cabrales y otros en relación
con la nueva Comisión Nacional de la Competencia), apareció el miércoles pasado un artículo con
el título Moral Católica que aparece firmado por Jaime Botín como alumno de La escuela de
filosofía.
Socrates y sus alumnos (Grabado según pintura de Pinelli)
El lector de un
periódico como El País tiene derecho a preguntarse por los motivos de que
aparezca, en esa privilegiada sección, un artículo como el comentado en el que
se plantean, sin soltura ni gracia, una serie de melonadas anticlericales carentes
de rigor que no aguantan un mínimo
análisis. Así, a modo de ejemplo,
escribe Jaime Botín:
“Dios es infinitamente misericordioso y la
Iglesia tiene delegado el poder de perdonar. En este disparate se asienta la
moral católica, un principio fatal para la buena marcha de una democracia
moderna donde no debe bastar con pedir perdón.”
Hablando de moral católica, quizás
el autor preferiría – ya que le parece un disparate - cambiar la misericordia por la
venganza. Y, por otra parte, no se alcanza a hilar lo que tiene que ver el
principio católico de la misericordia con la democracia moderna.
En fin. Uno no
cree que sea posible que un medio serio como El País publique a un autor por el mero hecho de su nombre y
posición, (el apellido Botín, en este caso). Tampoco cree que haya puesto en
marcha una novedosa iniciativa de dar cabida a escritos de estudiantes de
filosofía en el periódico. Habrá
sido un descuido.
Eso sí; hemos quedado enterados: el señor estudia filosofía.
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