Con los candidatos llegando a los estudios y bajo los paraguas con una
lluvia fina en la noche de este 13 de diciembre, a punto de comenzar el
esperado debate a dos partidos: PP y PSOE, entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez,
me vienen a la cabeza los carteles electorales de ambos partidos y candidatos.
El de Rajoy, nos trae un regusto de foto escolar antigua: apaisada, sentado
a una mesa que se adivina con muchos papeles. Está en formato “siempre
trabajando - en serio”, y en un momento de respiro mira a la cámara
esbozando media sonrisa. Tiene cogida con la mano izquierda de forma un poco
extraña una pluma y se ve un teléfono difuminándose hacia el logo de 20 pp D. Afortunadamente
no hay un mapa de España de hule detrás ni, tampoco, una esfera mapamundi a uno
de los lados.
El lema, ESPAÑA EN SERIO, pomposo y demasiado evidente, se coloca en azul al lado del
jeroglífico del logo: 20 pp D, que es marciano y visualmente daña, un poco, la
vista. ¡Es lo que hay!, parece que nos dice con ojos tristes, Mariano Rajoy,
ese señor de Pontevedra.
El cartel de PSOE tiene más vocación de impacto visual. De muy grueso
trazo, las letras de PSOE están arriba, son rojas – que es el color que más
destaca sobre un fondo blanco –, y la S y la O son cortadas – casi mediadas -, por
la cabeza de Sánchez. Lo que podría sugerirnos que se están rebajando los
conceptos “socialista” y “obrero” del nombre del partido. Pero es de esperar
que no sea eso; sino que será, supongo, consecuencia del amor por el diseño.
Con el lema “VOTA POR UN futuro PARA LA MAYORÍA”, me surgen dos problemas. El
primero es el del verbo “votar por” que me choca, y me hace pensar que me sonaría
mejor “votar para”; y luego pienso la viceversa y me lía. Después está el subrayado: dejan
sin subrayar - pero cambian a otro tipo de letra, de tamaño más grande y cursiva - “futuro”; pero por
la parte de arriba hay una raya en la "u" de la sílaba “fu”; que no sé si es un subrayado
selectivo por arriba, (¿qué tendrá la sílaba “fu”?), o un intento de esdrujulización, con lo que podría pensarse que el PSOE lo que
nos ofrece es un FÚ-turo, lo que no puede ser normal, al menos gramaticalmente,
y me vuelvo a liar.
La imagen del candidato es enorme y luce muy bien, con esa camisa blanca
perfecta y sin abrochar. Sánchez mira a los ojos del espectador pero, pese a su
enorme fotogenia, aparece en el cartel como perfectamente inexpresivo y no me alivia de la confusión.
Ahora mismo, están en pleno debate. Los carteles se han convertido en bustos parlantes.
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