Después están los entusiastas que lo ven todo positivo y que lo que hay que hacer es mirar y remirar, pasarse la vida mirando y remirando que es, lo que supongo, que deben estar haciendo ellos todo el día, en vez de trabajar, ir en metro, dormir, pasear, etc. Todo el día comparando precios de los smartphones. ¡Menudo planazo! Entonces es cuando aparecen los expertos de esa extraordinaria institución que es la OCU. Los de la OCU que aparecen en esta baza y que, como caballeros de punto fijo, volverán a aparecer con la rebajas, con los juguetes de Reyes y con la vuelta al colegio, siempre con el insoportable mantra del "consumo responsable".
En su víspera pusieron por televisión La prima Angélica que me pareció mejor película de lo que recordaba. Porque recordaba una película, mayormente, sobre la guerra civil con los líos de ataques a los cines en el estreno, con el recuerdo del brazo escayolado de Fernando Delgado haciendo el saludo fascista.
Y me he encontrado una historia más amarga y humana, sobre vidas rotas y sobre como recomponer corazones destrozados, con la guerra civil española - podría haber sido cualquier otra guerra - de fondo. Con interpretaciones magníficas, sobre todo la de José Luis López Vázquez que es grandiosa y escalofriante.
Carlos Saura, en La prima Angélica, continuó con su costumbre de incorporar y dar importancia en la banda sonora a canciones, combinando trozos clásicos y músicas populares; copla y rabiosa canción moderna. Así nos encontramos con Rocío, inolvidable copla sin alharacas, sólo guitarra y la voz de Imperio Argentina; y en moderno un "dabadaba" puro, de título Change it all interpretado por los desconocidísimos The Friends Band Co.
A ellas prometemos volver, con más detenimiento.
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