lunes, 25 de junio de 2018

El año en que salvé a Einstein. Reseña.

A lo largo de estos años he escrito algunas reseñas de libros. Siempre lo he hecho a sugerencia de amigos de madrimasd.org, que intuían que el libro que me proponían me iba a gustar. Lo que, además, era una condición puesta por mi. No soy crítico y no iba a hacer una crítica a algo que me disgustase. La última se publicó el día 12 sobre la novela El año en que salvé a Einstein de José de la Peña Aznar.




Uno de los momentos estelares de la Historia de la Física del siglo XX en clave policiaca

El quinto Congreso Solvay de Física, celebrado en Bruselas a finales de octubre de 1927 y cuyo tema principal de discusión era "Electrones y fotones", reunió a veintinueve científicos de los que diecisiete eran ya o llegarían a ser Premios Nobel de Física o de Química, (y una de ellos, Marie Curie, lo fue de ambos). Posiblemente no haya habido otra reunión igual y su fotografía oficial es considerada la más famosa e importante de la historia de la Ciencia.

La novela policiaca El año en que salvé a Einstein de José de la Peña Aznar sucede alrededor de este evento que es, como tal, el centro absoluto de la obra. Su objetivo fundamental es la divulgación, bajo una novedosa forma novelada, de uno de los momentos estelares -quizás el más importante- de la historia de la Física del siglo XX, en que se debatió la nueva interpretación de la física cuántica que estaba dando resultados sorprendentes. A partir de ese momento cambió el curso de la ciencia entronizando a la física cuántica como núcleo esencial de la aproximación al conocimiento de la materia a nivel atómico y subatómico. Lo que supuso …                                   
                                                                                                            
                                                                                                                     (leer más en madrimasd.org)





domingo, 24 de junio de 2018

La Garriga

En el número 153 del Paseo de la Castellana de Madrid permanece La Garriga, (en 1985 ya estaba allí y no sé cuanto llevaba).



Este establecimiento es un templo de bonísima y seleccionada charcutería; y de bocadillería de los productos que vende. No es un bar y todo está bueno. Deben vender, diariamente, centenares de bocadillos y pulguitas de jamón con tomate y otras tantas de más especialidades.

Este buzo, además del jamón, conserva en la memoria tres bocadillos calientes por los que iría en peregrinación. Son los de morcilla de cebolla y de butifarra blanca y paupetón con tomate.

Depués de varios años, he vuelto a La Garriga hace unas dos semanas. El paupetón con tomate y la visión de las diligentes camareras, (las mismas de siempre, por las que no parecía que hubiera pasado el tiempo), han sido lo más parecido a la experiencia "magdalena de Proust" que he tenido en los últimos tiempos.

La Garriga de nuevo. La Garriga siempre. 

jueves, 21 de junio de 2018

¡No corras papá! Manuel Vázquez Montalbán.


Que el mantenimiento preventivo de instalaciones y vehículos es uno de los pilares del programado y tecnológico mundo actual, es algo de lo que nadie, en su sano juicio, debería dudar: la grave avería acecha. 


Manuel Vázquez Montalbán (en wikipedia)

Manuel Vázquez Montalbán, al que seguimos recordando después de casi 15 años de su absurda muerte en Bangkok, escribió el poema ¡No corras papá! en que ilustraba del destino que espera a esos degenerados que no hacen cada 10.000 km – o cada 6 meses - los mantenimientos previstos. Acaban fatigando el cojinete de empuje y causando un desgaste prematuro en los forros del embrague. Nunca llegarán a Palm Beach.

¡No corras papá!

Cada diez mil kilómetros
– o cada seis meses - 
quite la tapa del distribuidor
saque el rotor y ponga
tres, cuatro gotas de aceite
en el filtro colocado en el centro
del eje rotor
                también, ciertamente
debería aplicar una ligera capa
de grasa al patín del ruptor
de lo contrario
nunca llegará usted a Palm Beach
no nunca llegará usted
a Palm Beach

¿acaso cada diez mil kilómetros
– o cada seis meses –
limpia los electrodos con un cepillo metálico?

su torpeza
dormirá sus manos bajo pesos
menos gratos que el de los senos

en abril los erizos mienten flor
y hasta los cantantes de izquierda
se columpian en sus bufandas
saben
que el depósito del elixir está en el maletero
y no dejan que descienda
el nivel
- se llama Min
casi como una dinastía –
que no le esperen en Palm Beach
usted no ha nacido para llegar a Palm Beach

a veces el testigo se enciende
cuando los faros alumbran con luz de carretera
a veces el testigo se enciende
al conectar el interruptor general del alumbrado
y en otros casos
la permanencia o extinción del testigo
advierte las anomalías en el funcionamiento

no mientas a las rapaces oceánicas
en esta autopista no murió nadie
que hubiera lubricado a tiempo la timonería

usted nunca estuvo de acuerdo con William james
usted nunca leyó quizás a William james
ni comprobó el nivel de aceite
ni cambió el elemento filtrante
la vida
es un conjunto de movimientos hacia el éxito
y usted equivocó su herramienta

no no
por favor, no se jacte de tanto amor perdido
ni moralice a costa del espacio y el tiempo
tuvo un rincón donde mentir su épica
una mujer propia que no supo serle infiel
el derecho a opinar entre gentes más ignorantes
y una amante en la playa
a la que nunca llegará

usted era uno de esos degenerados
que ha fatigado el cojinete de empuje
y ha causado un desgaste prematuro en los forros del embrague

Manuel Vázquez Montalbán.
(Barcelona, 1939 – Bangkok, Tailandia, 2003)


miércoles, 20 de junio de 2018

Todo sea por nuestro bien


El pasado día 16, Fernando Savater, en El País, publicó una columna de título A decidir, que creo que es de lectura obligada. Al final de ella pedía ¡Elecciones ya! El artículo comenzaba así:

“La convicción más arraigada de parte de nuestra izquierda es que los Gobiernos de derechas son una anomalía en democracia, que solo se corrige cuando regresa al poder la izquierda... sea en las circunstancias que fueren. Así ha vuelto a demostrarse tras la moción de censura, cuando tantos han exultado como si ya por fin tuviésemos un Gobierno legítimo después de años de usurpación.”

Partiendo de esto, tiene sentido, todo lo que sigue, en el especial el interesado dictamen de que por fin, nosotros, el pueblo ya tenemos, con el reluciente gobierno recién nombrado, “…no solo lo que de veras queremos sino lo que necesitamos, aunque nos lleve tiempo darnos cuenta.”

Con todo, nos gustaría tener elecciones generales. Pero, al día siguiente, el ministro Ávalos, declaraba en entrevista, también, en El País que “ahora ya nadie quiere elecciones”

Y este lunes ya sabemos, después de la entrevista a Sánchez en tve1, que las elecciones serán en 2020. Todo sea por nuestro bien; a ver si nos vamos dando cuenta de que tenemos el gobierno que, de veras, deseamos y que además necesitamos… Y de elecciones generales pronto, ni hablar.