En un momento dado del pesaje
del oro, los romanos se dieron cuenta de que las pesas estaban amañadas porque
los senones querían cobrarles de más. Por lo que se quejaron y protestaron. Entonces
el caudillo galo Breno arrojó su espada junto a las pesas y proclamó: Vae Victis o ¡ay, de los vencidos!, o: esto es lo que hay, o lo tomas o lo dejas.
Breno arrojó su espada en la balanza
(Wikipedia)
No deja de ser idéntica la situación
en que ha quedado una buena parte del Partido Popular después de estas sus primeras primarias que le han dado
el poder a Pablo Casado. Hubo promesas varias de integración post-proceso,
pero, al final, los ganadores han impuesto las condiciones y la petición de que
se respetara - para los cargos - el porcentaje de votos habido, (57% para el ganador
y 43% para el perdedor), no se ha cumplido.
¿Proporcionalidad hasta el final?; o ¿todo
para el ganador?. Lo que ha ocurrido es lo
último: The Winner Takes It All, como en la canción de Abba. ¡No se dan cuenta que hemos
ganado!, en frase de alguien cercano y afín a Casado. Y ha faltado tiempo para
un serio aviso: No admitiremos corriente en el Partido Popular. Los vencidos
quedarán, quien sabe por cuánto tiempo, fuera de la historia.
Pablo Casado (Alicante Press)
Para finalizar este
comentario querría apostillar dos anotaciones. En primer lugar la histora del Vae
Victis que nos llega de Roma es un ejemplo de esos momentos en que la
Historia, (a nuestros ojos de hoy día y con la documentación escrita que nos ha
llegado), bien podría haber dado un vuelco significativo: podría haber dado
lugar a la inexistencia de Roma tal y como hoy la conocemos. Bien podrían los
senones haber tenido un poco más de fuerza, de ambición o de inteligencia y
haber acabado con Roma; con lo que tendríamos en los libros de Historia, la del Imperio de los senones y, a saber lo que habría dado de sí la evolución del
mundo hasta hoy.
En segundo lugar, el final del episodio entre Roma y los senones es menos conocida. Lo que ocurrió es que, al poco
tiempo, los ejércitos romanos al mando de Camilo –al que habían dado poderes de
dictador-, compuesto por los supervivientes de la batalla, fugitivos y otros
elementos de distinta procedencia, derrotaron a los senones. En su encuentro el
romano Camilo dijo: Non auro, sed ferro,
recuperanda est patria o, lo que es lo mismo: la patria no se recupera con
el oro, sino con la espada.
Así que, ¡ánimo Soraya!