Frases lapidarias
Lo mejor de la vida sucede en camas, mesas y barras.
Titular en la revista ICON, octubre 2018.
El titular
anterior nos conduce a una de las preguntas clave en nuestras vidas. ¿Qué es lo
mejor de nuestras vidas? En un mundo anterior de sólo hace dos o tres años, que
ahora parece muy lejano, la frase anterior, de la que me manifiesto sumamente
partidario, la rumiaríamos, la comentaríamos con amigos – posiblemente al calor
de una barra de bar – y seguiría la vida. Recordaríamos la frase de vez en
cuando y según el momento la consideraríamos más o menos sabia.
En la
cotidianidad presente con tanta red social y tanto big data si la frase hace
fortuna; todo se embarullaría y complificaría (siempre para nuestro
bien, por supuesto). En primer lugar, en internet nos invitaría a optar por un “me
gusta” o un “no me gusta”. Después en una emisora, página de internet o un
periódico nos propondría que las comentáramos y que añadiéramos otras cosas
mejores de la vida que faltan en esa trilogía. Más tarde, nos encontraríamos
con las listas de las diez mejores cosas que podríamos hacer en una cama o las
10 mejores barras de la región.
Y así, hasta
que desapareciera este redondo pensamiento sobre lo mejor de la vida, engullido por la aparición del siguiente entretenimiento en el permanente carrusel de novedades en que se ha convertido nuestra existencia.
Este barullo mundo actual
no deja que guardemos, simplemente, las cosas en nuestro corazón.
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