Los manolitos
Los dulces, que ahora se conocen como manolitos, (el nombre se lo pusieron los clientes que comenzaron a llamarlos así), nacieron a principio de las década de los noventa en la pastelería que Manolo Manzano - gracias a un préstamo de su abuela - abrió en 1989 en Colmenar Viejo. Leemos la crónica e historia de los Manolitos en el artículo que Pancho Castilla escribió en Icon-El País el pasado 18 de diciembre.
Los manolitos
"Como muchas de las grandes creaciones de la humanidad (la penicilina, por ejemplo), los Manolitos nacieron por un error. Sí, a los creadores se les fue la mano con un ingrediente y salió esta adictiva especie de minicroissant de mantequilla, con la opción de tenerlos bañados en chocolate, ya sea negro o blanco."
Han mantenido en secreto la formulación y, a día de hoy, Pastelería Artesanal Manolo cuenta con 8 establecimientos en la Comunidad de Madrid con ese nombre y desde hace poco tiempo han puesto en marcha, con otros socios entre los que se encuentra el futbolista Álvaro Morata, (por cierto, que parece que va a fichar por el Atlético de Madrid ¡Aupa Atleti!), la línea de negocio de Manolo Bakes de pastelería mas cool y moderna que se está desarrollando en forma de franquicias, contando ya con tres establecimientos en Madrid capital y 1 en Alcobendas, anunciando, en su página web, 7 próximas aperturas; 2 de ellos fuera de la Comunidad de Madrid.
Las palmeras
Las palmeras o, más bien, palmeritas fueron creadas, a finales de la década de los ochenta, por el repostero Luis de la Torre de Morata de Tajuña. Hemos leído la crónica y la historia en el artículo de Rodrigo Casteleiro publicado en el blog El comidista el pasado día 14 de enero. El dulce es una palmera de hojaldre que está humedecida por un almibar y que se recubre de chocolate.
Palmeritas de pastelería De la Torre
(Foto de Rodrigo Cabaleiro)
La creación de las palmeritas, se describe -por la hija del inventor - del modo siguiente:
"A su lado, su
hija Loli asiente y pone en valor el tesón de su padre, de 83 años. "No
salía del obrador en todo el día, siempre haciendo pruebas y más pruebas,
tirando muchas masas, y con mi madre enfadada", evoca, "pero un día
la casa se empezó a inundar del olor del chocolate con el hojaldre mojadito. Y,
mira, cuando probé esa primera palmera con almíbar fue una maravilla". A
finales de los ochenta, esta familia de Morata tenía ante sí la receta que iba
a revolucionar la gastronomía y el turismo local, aunque las otras panaderías y
pastelerías no tardarían en versionarla..."
Las palmeritas se han convertido en seña de identidad de Morata de Tajuña que realiza un festival anual en que se consumen en un día más de 5.000 Kg; y al año produce en sus seis pastelerías unos 60.000 kg de palmeritas al año.
Análisis
Nos importa aquí resalta varios aspectos del proceso innovador de ambos productos. En primer lugar, la personalidad entusiasta, vocacional y trabajadora de ambos innonvadores. También, la coincidencia en el largo periodo de tiempo que transcurre hasta que las innovaciones que no mueren, llegan al exito seguro en el mercado. Aquí estamos hablando, en ambos casos, de 25 - 30 años.
El origen de la innovación es similar por cuanto al carácter trabajador obsesivo de los innovadores. Pero es muy distinto en cuanto al proceso de descubrimiento de la innovación.
En los manolitos, por parte de Manuel Manzano, nos encontramos ante la casualidad (o serendipia) de un error fascinante. Ese día, la deficienta masa de los cruasanes canónicos pudo ser tirada a la basura, como tantas otras veces, pero se produjo el milagro de la "valoración" de lo que había surgido por error; que era otra cosa y meritorio como para seguir por esa linea en el futuro.
En las palmeritas inventadas por Luis de la Torre, se produce un proceso sistemático de pruebas y de nuevas elaboraciones en busca de un producto nuevo. Un primigenio y modesto proceso de investigación y desarrollo, (¡sí!, de I+D), que dió con la afortunada fórmula.
Otra importante diferencia es el régimen de apropiabilidad de la innovación. En los manolitos, se cuenta con un régimen en el que el secreto industrial y el registro de marcas; lo que ha permitido el desarrollo y crecimiento de la innovación y unas mayores perspectivas de futuro para la empresa innovadora. En las palmeritas creadas por Luis de la Torre, el conocimiento de la innovación se ha difundido rápidamente y, al menos, todas las pastelerías de Morata de Tajuña fabrican cada una a su manera y con distintas variantes, lo que ha supuesto por el momento, digamos, un mayor beneficio colectivo; pero la innovación no está protegida de ningún modo y posiblemente, sea copiada urbi et orbe en un próximo futuro.
Conclusiones
No las hay. En el terreno del análisis de la innovación hay mucha variedad y pocas certezas.
Ahora ya sólo queda correr a probar y a distrutar de manolitos y palmeritas, que aún no lo hemos hecho