miércoles, 30 de diciembre de 2020

The Glory of Love. Jacqueline Fontaine.

De forma inesperada, en los títulos de crédito de la película Adivina quien viene a cenar esta noche, extraordinaria película de 1967 dirigida por Stanley Kramer y protagonizada por Katherine Hepburn, Sidney Poitier y Spencer Tracy - su último trabajo ya que falleció dos semanas después de finalizar su participación en el film - se me apareció la canción de estas navidades.


Es The Glory of Love, compuesta en 1936 por Bill Hill en la versión - de estilo muy pop de los sesenta con sus coros e intrumentación característicos- de la cantante Jacqueline Fontaine. Es la "Canción enseña" (Signature Theme) de la película y es deliciosa. Igual que su letra: juiciosa, benéfica y amorosa. 

"You've got to laugh a little, cry a little. / Until theclouds roll by a little. / That's the story of. That's the glory of love"

Se que no es un villancico, pero con ella les deseo a todos una esperanzada salida de año y un más mejor año 2021


lunes, 28 de diciembre de 2020

Canción del aeroplano. José María Romero Martínez.

Debido a la lentitud del proceso de industrialización en España, las ideas del movimiento futurista necesitaron cierto tiempo para aparecer y cuajar en la creación poética española y es al final de la segunda década del siglo XX cuando comienzan a aparecer poemas que incluyen los elementos centrales de la modernidad tecnológica propugnados por el futurismo y las vanguardias sucesivas.



Uno de los primeros poemas protagonizado por la aeronáutica - una de las grandes tecnologías emergentes de la época - fue Canción del aeroplano del escritor sevillano José María Romero Martínez, publicado en 1919. El aeroplano es, en el poema, águila blanca en ruta triunfal hacia la paz azul del infinito; se eleva entre los torbellinos del viento y opone "al furor del huracán su corazón de mil caballos“. Magníficos versos que aún no son poesía del siglo XX, pero que ya sí tratan de las nuevas realidades del siglo XX.


Canción del aeroplano

                                                                ¡Tu corazón de mil caballos!

Abandona la tierra y dirígete al cielo,

mi águila blanca, de alas enormes y vibrantes;

mueve tu hélice potente,

y, entre torbellinos de aire,

elévate en el espacio

y sigue tu ruta hacia el azul.


Tú, que no tienes que seguir

un camino inmutable de carriles de hierro,

ni una ruta trazada por corrientes marinas;

tú, que no necesitas carreteras,

ni la energía dócil de los cables eléctricos

y, tienes un motor por corazón,

gasta el caudal de tu sangre inflamable

y, entre detonaciones y ráfagas

de esencias hechas humo,

deja la tierra

y elévate en el aire,

traza en el espacio rutas nunca surcadas

y descubre horizontes nunca vistos.


Ve al encuentro del día

cuando la Aurora aún

no haya abierto sus rosas;

sube adonde los ojos no puedan distinguirte,

bello pájaro gigante,

lleno de gracia y majestad,

desde donde los valles verdes

a las blancas montañas de la Tierra,

y la llanura azul del océano,

y la ciudad brumosa de enormes chimeneas,

donde tiembla el burgués y el bolchevista ruge,

tengan para tus ojos,

ebrios de luces siderales

la plata fría y uniforme

de los paisajes celestes.


Asciende entre la bruma;

elévate sobre las nubes que te impiden

ver el azul del cielo;

destrózalas con tu hélice enloquecida,

que, a través de los amplios ventanales que abras,

se derrame la lumbre del sol

y haga brillar tus alas

mojadas por la lluvia

y aparte la opresión de la tormenta.


Sube en la tempestad,

nauta del Infinito;

pasa serenamente sobre el trueno del mar.

apaga sus bramidos con tu motor rugiente;

elévate entre los torbellinos del viento;

corta con tu timón

el vientre de las trombas

opón al furor del huracán

tu corazón de mil caballos.


Elévate pronto, mi pájaro enorme;

los bárbaros cubren sus campos

de torres blindadas y quieren cerrar tu camino

con nubes de llamas y acero.

¡Remonta tu vuelo más alto,

que no lleguen a herir tu corazón!

Responde a la Muerte trazando en el aire

la curva sin fin de la Vida

y hacia la paz azul del Infinito

prosigue tu ruta triunfal.


                                                         Revista Grecia, Sevilla, nº 14, 30 de abril 1919, pp. 10-11.

José María Romero Martínez. (Olivares – Sevilla, 1893, Sevilla 1936)


Ver más en La alegría de las musas 2

 


lunes, 21 de diciembre de 2020

La destrucción del mar

 Frases lapidarias

  
"Todo el mundo que tiene que ver con la pesca actúa como si hubiese perdido la cabeza."

Guy Standing. En "La destrucción del mar es otra pandemia". El  País de 19 de diciembre de 2020.

Pocas cosas de entre las que he leído últimamente me han impresionado más. El subtítulo del artículo resume su contenido:

"El exceso de pesca crónico y sin control practicado por un sector de actividad económica sistemáticamente criminal está provocando gravísimos daños a los peces y a otras formas de vida marina en todo el planeta"

El inicio es espeluznante:

"Mientras la covid se presenta como una amenaza a la humanidad, hay otra pandemia que llevamos ignorando demasiado tiempo. Se trata de la destrucción acelerada de los peces y otras formas de vida en el mar. A menos que se implementen muy pronto medidas radicales, el pescado y el marisco de calidad se convertirán en artículos de lujo que solo los ricos podrán permitirse. Algunas de las especies de peces cuya existencia la mayoría de nosotros damos por supuesta desaparecerán por completo."

Si enlazan al artículo podrán enterarse, por ejemplo, de que la flota china de larga distancia es cinco veces mayor de lo que se pensaba; de que los superarrastreros surcan las aguas del planeta saqueando a diestro y siniestro las aguas del planeta o que, más cercano a nosotros, en 2019, y tras las quejas de Sudáfrica de que la flota española había aumentado ilegalmente sus capturas de atún claro, la Comisión Europea determinó que los barcos españoles habían sacado del mar un 30% más de lo permitido.

En efecto, la actual destrucción de la vida marina parece otra pandemia. Un absoluto desastre.




El gasto en I+D

 ¿I+D+qué?

Hablaremos de Investigación y Desarrollo pero, también, queremos hablar de innovación. Es la "i" pequeña (que no se sabe muy bien lo que es) y suele ir detrás de la Investigación y del Desarrollo. ¿O debería ir por delante? Lo dicho ¿I+D+qué?

El gasto en I+D

Volvemos al “por ciento de I+D sobre el PIB”, que en 2019 fue el 1,25% del PIB- que se tiene marcado como objetivo por los últimos gobiernos que en España llegue a ser el 2%; y que, últimamente, parece anhelar la sociedad española entera. Es un gasto. El Instituto Nacional de Estadística pregunta cada año a empresas, universidades y a organismos públicos de Investigación cuánto ha gastado en realizar actividades de I+D. La respuesta para 2019 fue que se realizó un gasto en actividades de I+D que ascendió a 15.572 millones de euros; un 1,25 % del PIB. (Enlace a  La nota de prensa del INE sobre la Estadística sobre Actividadesde I+D de 2019)

Al ser un gasto no puede hacerse equivalente a inversión. En general, desde el punto de vista económico, no todo gasto realizado es inversión. En I+D la gran mayoría de los gastos se produce en la realización de proyectos de investigación y desarrollo. ¿Qué tipo de gastos hay en esos proyectos? Simplificando, hay cuatro tipos de gastos. En primer lugar están los gastos de personal que están constituidos por los gastos del personal investigador y auxiliar participante. Dentro de este gasto de personal está, el gasto del personal en plantilla de empresas, universidades y centros de investigación que es un gasto de funcionamiento; y está, también – y esto sí que es una inversión en capital humano – el coste de contratos nuevos de investigadores predoctorales y post doctorales con cargo a los proyectos de I+D.

En segundo lugar, en los proyectos de I+D, con ese gasto se adquieren los equipamientos científicos necesarios, que quedan inventariados y también son una clara inversión.

En ambos casos, pueden producirse apoyos específicos, si son con fondos públicos normalmente mediante convocatorias, para formación de personal investigador pre y post doctoral y para adquisición de infraestructuras: edificaciones  o equipamientos científicos; que, también podrían ser considerados plenamente como inversiones.

En tercer lugar – y en muchos casos no pueden considerarse como un tema menor- están los materiales fungibles  que se han de consumir en la realización del proyecto: reactivos, productos químicos, variados tipos de materiales mecánico o eléctricos, etc. De estos no suele quedar nada al final del proyecto: o han ayudado a la confirmación de teorías o, en otros casos, han dado lugar a prototipos o similares, base para posteriores desarrollos. ¿Qué parte de esos fungibles puede considerase inversión? Desde luego, no todo.

Por último tenemos otros gastos de viajes, reuniones, organización de jornadas y presentaciones, etc. A este tipo de gastos se le puede hacer el mismo comentario que se ha hecho a los fungibles. Desde luego, no todos, constituyen propiamente inversión.

En todo caso, se podría equiparar – así se hace por consenso social  - y denominar inversión en I+D al gasto en I+D, teniendo en cuenta que se trataría de una inversión de alto riesgo en la que de ningún modo podríamos estimar y asegurar, rendimientos económicos ciertos como sí ocurre con otros tipos de inversiones.

Sin ir más lejos, en los mismos días de la segunda quincena de noviembre recientes, de los que hemos  recordado el fervorín buenista de la campaña de mucho firmar… “para llegar al 2% del PIB en I+D”; corrió en boca de muchos medios, con ironía y retintín, lo del satélite ese que ni llegó a ser algo, porque se destruyó en el despegue. 

Un fracaso absoluto. El satélite español SEOSAT-Ingenio, el mayor proyecto espacial en el que se haya embarcado la industria nacional, se perdió ocho minutos después de su lanzamiento desde Kourou, en la Guayana francesa.” (Ver el artículo aparecido en ABC el 17 de noviembre).

La investigación científica y el desarrollo tecnológico (I+D) son apuestas a largo plazo: “con la aguja y el compás: más y más, y más y más…” , en las que se debe creer a ciegas y que deben ser asumidas con tenacidad y constancia décadas y décadas por toda la sociedad. Lo que, por cierto,  casi nunca ha sucedido en este país multiautonómico que aún llamamos España.

jueves, 17 de diciembre de 2020

Estadística sobre Actividades de I+D de 2019

¿I+D+qué?

Hablaremos de Investigación y Desarrollo pero, también, queremos hablar de innovación. Es la "i" pequeña (que no se sabe muy bien lo que es) y suele ir detrás de la Investigación y del Desarrollo. ¿O debería ir por delante? Lo dicho ¿I+D+qué?

Estadística sobre actividades de i+D de 2019

A lo largo de los últimos tiempos parece que se había despertado un clamor: ¡Hay que invertir más en I+D…! En boca de todo el mundo. De los exégetas de siempre, los conocidos y, también, de muchos otros: la administración – en algún caso, hasta Duque, el ministro del ramo – los medios en plan “opinión”, famosos que se apuntan a todotipodecausasbuenistas…; incluso en una cadena de tv, (Antena 3 o Tele 5, no sé muy bien), se puso en marcha una campaña de esas de mucho firmar… “para llegar al 2% del PIB en I+D”.


Pues bien, el pasado 27 de noviembre, el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó los datos de la Estadística sobre Actividades de I+D de 2019 y prácticamente ningún medio importante de comunicación – Salvo en La Vanguardia, El Confidencial y la agencia Europa Press - le dedicó un espacio digno a la noticia. Tampoco recuerdo que el ministro competente, le dedicara una rueda de prensa a la noticia. Y ahí nos vemos como país y como sociedad. Mucha soflama y poca chicha; mucho entusiasmo heroico y poco análisis. Algo habrá que decir.

La nota de prensa del INE sobre la Estadística sobre Actividadesde I+D de 2019 ,resume indicando en titular “El gasto en I+D interna aumento un 4,2 % en 2019 y alcanzó los 15.572 millones de euros, el 1,25 % del PIB”. Claro que también podríamos recordar el titular de El Confidencial “El gasto en I+D vuelve a estrellarse y ya es más bajo que en Grecia y Polonia”. Esdestacable la presentación que hace la agencia Europa Press en su sección Basesde datos y gráficas.

Aparte lo anterior, un primer comentario que hay que hacer es que eso “del porciento del PIB” - que la sociedad española parecía anhelar hace unos días que debía llegar al 2% - que en 2019 alcanzó el 1,25% es un gasto; es lo que se ha gastado en la realización de actividades de I+D en España en el año 2019. Al ser un gasto, y en ello profundizaremos en entradas sucesivas, no puede hacerse directamente equivalente a inversión en I+D; como parecen indicar el lenguaje de muchas declaraciones al respecto; algo así como: “España tiene que llegar a una inversión en I+D del 2% del PIB”.

En todo caso en esta ausencia de noticias cuando sale la estadística oficial más reciente sobre I+D, nos retrata como sociedad. Mucha soflama y poca chicha; mucho entusiasmo heróico en el “pre” y poco análisis en el “post”.

El filósofo rumano Emile Cioran dejo dicho de nosotros: “Si el español sale de lo sublime, se vuelve ridículo”. ¡Cómo nos tenía calados!