viernes, 12 de febrero de 2021

Empresas que esparcen su humanismo y dulzura

 El pasado  lunes tuve la fortuna de leer la columna de título Dulzarrona escrita por Marta Sanz en EL PAÍS. Eran palabras y razones en las que me reconocí y, con toda sinceridad, sentí una admiración y un respeto enormes porque vi reflejados mis pensamientos y sentimientos de una forma cristalina, de forma que – aunque reconozco que jamás sería capaz – era el artículo que en este momento me gustaría haber escrito yo.

En un apresurado resumen, (que no sustituye el original de Marta Sanz, que no deben dejar de leer) la columna trata del fariseísmo contemporáneo de esta sociedad en que las empresas y, también, los medios de comunicación se han arrojado a un sentimentalismo seudolírico y dulzarrón en que aparecen los tópicos buenistas que más de moda están: “cuidamos (cuidemos) el medio ambiente”, “eres nuestro amigo y lo que más importa”, “lo hacemos por ti”… y otras zarandajas que, sinceramente, resultan repulsivas.

Porque en el caso de los medios de comunicación la cuestión de que así hay más audiencia; y en el caso de las empresas siguen haciendo lo de siempre y a lo suyo. Parecerían haber desaparecido conceptos del léxico empresarial tales como saldo, beneficio, cuentas, plusvalías…etc. Pero no es cierto: lo más importante siguen siendo sus ERES y aumentar el beneficio.




Aporto un ejemplo adicional. Hay un nuevo banco– que proviene del destrozo de las cajas de ahorro y sus posteriores requetefusiones – que aún es público y que ahora ha cogido como eslogan “Humanismo digital”; cartelitos a la moderna en colores ocres y suaves  repletos de melonadas que les ahorro. Es BANKIA.

Les cuento lo que es – también a la vez – el “humanismo digital” de BANKIA o por sus obras los conoceréis.

Este BANKIA, en una cuenta de una Comunidad de propietarios de 4 viviendas y un local, (cuenta que soporta, ¡atención, la Friolera de 12 pagos al año de luz de portal y dos cuotas del seguro de la comunidad!), ha pasado de cobrar en “comisiones, gastos y otros” 31,50 euros anuales en 2017 a cobrar 137,71 en 2020. Con lo que ahora mismo, pagamos más al año en comisiones bancarias que en la luz del portal y escaleras. ¿qué les parece?

De donde se deduce que “Humanismo digital” debe querer decir, también, cuadruplicar las comisiones en 3 años, (4,37 veces para ser exactos). O visto de otra forma, en 2020 hemos pagado un 337% más que en 2017.

Francamente, no sé si este lirismo empresarial del “Humanismo digital” compensa.

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