La meta de conseguir momentos de calma, se utilizan ahora mucho en publicidad. El argumento es más o menos el siguiente: alguien tal que un mozo o moza o talluditos de ambos géneros, se encuentran en plena acción, superestresados y tal… y de repente ¡Plín!, en la mayoría de las veces tomando algún alimento pequeño que normalmente está envasado en bolsas muy chulas, se hace un corte y se descansa y se es feliz y se relaja uno, etc. A eso, lo llaman por ejemplo: “Momento Pascualín” si el relax se produce, pongamos por caso, al comer un pastelito del mismo nombre. En fin, llámenlo como quieran y practiquen si les parece ese tipo de momentos.
Yo les voy a contar, a continuación, alguno de los momentos de calma que el buzo practica. Un momento gozoso que experimento todos los días es buscar el pequeño texto que todos los días Mónica Fernandez Aceytuno publica en el diario ABC. Está, como suele suceder con muchos tesoros, escondido. En este caso, en la página de pasatiempos, entre el crucigrama blanco y el resultado de los sorteos. De esta forma es como si nos tocara la lotería un poco todos los días. Es una pequeña observación y reflexión diaria sobre la naturaleza, las cosas y el hombre que anda por medio.
Por ejemplo, ayer se titulaba Montanera y decía:
"Imagino que se empiezan a oir de lejos en Zaragoza los trompeteos tan sonoros, por su traquea retorcida, de las grullas sobrevolandola ciudad. Suelen llegar cuando empieza la montanera, como si, también ellas, de lejos, oyeran caer las bellotas de las encinas."
Una gozada que recomiendo vivamente. También lo pueden encontrar en www. aceytuno.com. Otros momentos de calma no son ni periódicos, ni de todos los días. Pero, por ejemplo, el otro día, también se dio ese momento cuando leí una respuesta sensata, dela profesora Inma Castilla de Cortázar, a una declaración ministerial imposible. Ahí os la dejo:
“El ser humano lo es desde la fecundación y no pasa por ninguna etapa previa de rodaballo o similar.”
Por ejemplo, ayer se titulaba Montanera y decía:
"Imagino que se empiezan a oir de lejos en Zaragoza los trompeteos tan sonoros, por su traquea retorcida, de las grullas sobrevolando
Una gozada que recomiendo vivamente. También lo pueden encontrar en www. aceytuno.com. Otros momentos de calma no son ni periódicos, ni de todos los días. Pero, por ejemplo, el otro día, también se dio ese momento cuando leí una respuesta sensata, de
“El ser humano lo es desde la fecundación y no pasa por ninguna etapa previa de rodaballo o similar.”
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