miércoles, 19 de enero de 2011

De nieblas y de melodías

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Andamos metidos en nieblas y, como Augusto Algueró ha fallecido, hemos perdido la melodía. Dos buenas metáforas para este enero que vamos viviendo. En abril del pasado año el buzo dedico unas palabras (Estando contigo), a Augusto Algueró ponderando su obra y poniendo en valor la figura de los compositores de música popular, de los “hacedores” profesionales de melodías, de aquellos cuya labor se convierte, a veces, en la sintonía de cada generación. 

El lunes 17, en el programa Asuntos Propios de RNE dirigido por Toni Garrido, se dedicó una parte del microespacio de música en el que colabora el compositor y productor Javier Limón a Augusto Algueró. Estuvo bien. Repasaron los principales títulos y, en él, Javier Limón hizo una atinada observación en el sentido de que en música no es complicado y se pude hacer aseadamente, y casi sólo con oficio, cosas como trabajar ritmos, idear armonías u otros aspectos; pero ¿la melodía?. ¡Ay amigo!. La melodía. Poca gente domina la melodía: se tiene o no se tiene el don. Y Augusto Algueró lo tenía (1).



Augusto Algueró en 1964

Dicho lo anterior, Javier Limón comentó lo difícil que le resultaba rematar sus trabajos porque no acababa de decidir si subir los bajos, si darle más volumen a tal instrumento..etc. Y argumentaba que le gustaría vender productos que “acabara” con su propia mezcla cada oyente. El buzo pensó que eso estaba ya inventado y con un mejor alcance que sólo cambiar graves o agudos. Cuando los compositores y letristas profesionales eran alguien en el negocio de la música, (que ahora no lo son), daban al mundo sus composiciones y otros músicos e intérpretes hacían diferentes versiones. Y así se tenía una enorme variedad, para casi todos los gustos de composiciones de calidad. Ahora no. Ahora casi todo el mundo es autor e intérprete o “cantautor” y pretende que su obra sea única e irrepetible y que no quepa más versión que la suya. Vamos; como si todo el mundo fuera el duo Lennon y McCarney. Y claro, no lo es y el aire se llena de melodías mediocres, y los buenos compositores, que debe haberlos, no encuentran alicientes. Y se nos muere la melodía. Y nadie coge la antorcha.

Por último, constatar una vez más la carencia de estudios, trabajos, etc. sobre la canción popular española. Busquen libros o busquen en la red información sobre cantantes, compositores, letristas o canciones populares (estandards) españolas. Verán lo que encuentran. Yo se lo diré: prácticamente nada. Por cierto, en este punto es reprochable que la SGAE no dedique una mínima parte de sus recursos a difundir la vida y la obra de sus socios, (Augusto Algueró era uno de ellos), más destacados.



¿Y las nieblas en que andamos metidos?. ¡Ah, la niebla!. Yo creo que uno de los que mejor se orientan en la niebla es Ignacio Ruiz Quintano. "La sensación de tiempo detenido se acrecienta con la niebla, que no es el «spleen» de Umbral, pero que vaya usted a saber”. Así comenzaba su columna en el ABC de ayer, redonda como siempre, a la que aquí les enlazo como punto final.

Nota 1. De lo aparecido en prensa, relativo al fallecimiento de Augusto Algueró, destacaría el artículo de José Ramón Pardo del ABC del 17 de enero. En él se cuenta, por ejemplo, cómo Algueró compuso Tómbola en una mañana.



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