Desvergüenza: ejemplos prácticos

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Cuando en estos días de atrás hemos venido publicando, en sucesivas entregas, la Guía de Perplejos, al buzo le quedaba siempre la duda de si no serían disquisiciones demasiado teóricas que no encontraran reflejos en la práctica cotidiana de la perplejidad.

Mira tu por dónde, este fin de semana hemos tenido ocasión de comprobar varios ejemplos de cómo, en efecto, la desvergüenza – en sus diversas variedades - dan motivo para la perplejidad e, incluso, para el rebote o el cabreo. Pasen y vean.

En primer lugar, Manuel Rivas en su panfleto de título Mariano I, nos da una muestra de sectarismo político de elevada factura, en que campan la desfachatez y el barullo en un liado y liante desarrollo de argumentos políticos propios, ajenos o traídos por los pelos, tendentes – bien que con un marcado carácter de escribir, básicamente, para su público; esto es para el progresismo ilustrado y autocomplaciente -  a la descalificación total del contrario.

También parece que, más que hilar argumentaciones, se trataría de arropar dos o tres frases redondas que hay que colocar como sea para que calen: que no nos arruine una argumentación seria tres  ingeniosos sopapos en su sitio al Partido Popular, a saber: Primero y en relación con la asignatura de Educación para la Ciudadanía: “Entregarle  en bandeja al integrismo episcopal una reliquia de la Institución Libre de la Enseñanza”, en primer lugar. A continuación, “España se dispone a emprender la senda del contrapaso, en un neoabsolutismo, con dominio unilateral de todas las instituciones”. La traca final, está constituida por la artera utilización de una frase, (que Vargas Llosa escribió en su día sobre el PRI mejicano), extrapolarla y calificar como “dictadura perfecta” a lo que le espera a España gobernada por el Partido Popular.

¿Encaja o no, en tan poco espacio y como un guante, este batiburrillo en la desfachatez y desvergüenza que proponía la Guía como causa de perplejidad?

Como segundo plato, tenemos una muestra de sectarismo cultural. No se si saben que Nile Rodgers - creador del grupo Chic de los años ochenta y de su potente sonido, con una fastuosa carrera posterior como productor musical de tronío: Madonna, David Bowie, Tina Turner …- ha actuado este fin de semana en Madrid y en El País le dedicaron un artículo-entrevista el sábado, en la víspera del concierto. Es muy interesante. Al final del mismo indica respuestas literales sobre sus recuerdos de colaboración con diversas estrellas para las que trabajó como productor. He aquí, lo que dice de su trabajo como productor de Marta Sánchez

¿”Qué puedo decir?. Era muy  atractiva y eche el resto en su album Azabache. Hasta involucré a Flash, de Guns’N’Roses. Me dicen que no debo mencionarla, que no es cool, pero pasamos buenos momentos”

Inaudito ¿no?. Parece que al llegar a España ha tenido algún asesor (¿para la entrevista de El País?), que le dice quien es cool o no, y a quién debe o no mencionar. Y Nile Rodgers, le hace caso y suelta la frase de marras:  Me dicen que no debo mencionarla, que no es cool... ¿Trabajarían ustedes con alguien así, que habla de esta forma de un antiguo cliente?. ¡Y esos asesores…!, repartiendo tarjetas de quien es cool y quien no, de quién es o no un verdadero artista. ¿Desfachatez, desvergüenza, morro..?. Elijan.

Ilustración del Manual de EpC de AKAL

Y de postre el Manual de EpC de AKAL. No tiene desperdicio. Parece que no ha tenido éxito.¡Menos mal!. Les advierto que la noticia en papel era más heavy, dando más detalles y dibujos del Manual de marras, ridiculizando a la Familia Real y tachando poco menos que de asesinos a Juan Pablo II y a Benedicto XVI. ¿Desfachatez, desvergüenza, infamia ..? Elijan. ¿En qué clase de país nos estamos convirtiendo, en que se puede aprobar tal engendro como libro de texto de Bachillerato?.

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