Se han pasado estos días
festivos de Todos los Santos y de Difuntos. Hemos ido a los cementerios y
recordado a los nuestros. Hemos, tal vez
también, rezado por ellos. Han vuelto, también, las noticias y reportajes: cementerios,
flores, entrevistas… y las caravanas de coches y el tráfico producto del puente
que provoca esta celebración.
En paralelo uno ha podido
comprobar como Halloween, se ha hecho costumbre en nuestra sociedad española;
se ha incorporado a nuestra vida y, por tanto, instalado informativamente entre
nosotros como un tópico más. Como el inicio de curso y la vuelta al colegio y
los costes de los libros y uniformes. Como el trauma postvacacional de los
primeros días de septiembre. Por poner dos ejemplos.
Elementos clásicos de Halloween
(de Wikipedia)
Así hemos visto reportajes
en prensa y TV de los niños con caramelos, con la frase truco o trato, (o como
se diga y signifique lo que signifique); otras relatando la cifra de negocio de
los disfraces, las fiestas en y otras por el estilo. También en las radios se
han programado canciones propias de Halloween; o sea: de monstruos, fantasmas y
similares.
Son o fueron todo un género
en la música popular. Hay que decir, que la música de terror propiamente dicha es instrumental y acompañaría a imágenes
impactantes: o sea, sería la banda sonora de las películas de miedo, misterio y horror. En la música popular, por el contrario, la
cosa consiste en tomarse el terror a cachondeo: gansadas para unas risas.
El paradigma de estas
canciones Halloween sería Monster Mash de 1962, compuesta e interpretada por el “especialista”
Bobby “Boris” Pickett que, imitando la
voz del actor Boris Karloff famoso por sus interpretaciones en películas de
terror - fue el monstruo de frankestein
perfecto- podemos decir que inventó
el género. También, podemos añadir que Monster Mash llegó al nº1 de las listas
americanas en octubre de ese año 62, justo en Halloween.
De la canción hubo
versión en castellano, mexicana en concreto. Su título ¡Qué monstruos son! En ella, se echa en falta la retranca de la voz cavernosa pero, a cambio, tiene más ritmo y es más ye-ye. La realizó
Luís "Viví" Hernández, que fue cantante de los Crazy Boys, conjunto de rock de principio
de los sesenta que alcanzó la fama con temas como La pulga, Leroy o Corina,
Corina.
Lo dicho, Halloween ha
venido para quedarse y, de paso, nos deja perlas como Monster Mash o, en
castellano, ¡Qué monstruos son!
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