Se produjo el día 16 de este mes y parece que el inicio del año
judicial es, más bien, un inicio un curso: de septiembre a junio, lo que sitúa
al año judicial en un nivel académico y lleva a dos ideas. La primera es que, forzosamente, hay un alejamiento del
mundo real en que el año suele ir de junio a diciembre. Por ello mismo, se
comprende que es más fácil, (o sorprende menos y se tolera), cerrar en verano.
El mundo sigue y la justicia cierra. No es de extrañar, por tanto, que la Memoria de la Fiscalía General del Estado 2013, (que es la correspondiente a 2012), se presente con casi nueve
meses de retraso desde el cierre del ejercicio o, visto de otro modo, siete meses y medio después de que presentan sus resultados las empresas de
IBEX. Como para unas prisas.
Suponiendo que fuera menester iniciar alguna medida de
reforma legislativa o judicial, esta comenzaría su larga tramitación, digamos por decir algo,
en febrero de 2014. Y para sentirse en compañía, ahí tienen al Tribunal de
Cuentas que ha presentado también, este septiembre de 2013, su último informe
sobre la contabilidad de los partidos políticos y sus fundaciones,
correspondiente al ejercicio…2008.
Ahí los veo yo en amor y compañía, del bracete, cantando el “nunca
caminarás solo”, como los hinchas del Liverpool. Eso sí; llegando con varios
años de retraso.
Luego está el escrito Ha donde va el Teatro Español de la portavoz
en la Comisión del Pleno de las Artes, Deportes y Turismo del Ayuntamiento de Madrid
de Izquierda Unida en Madrid que, al
parecer, venía adornado de otras lindezas como confundir porque y por qué y no
poner tildes. Lo justificó por ¡¡“la
rapidez” con que la envió!! Lo que
nos llevaría a una sesuda discusión acerca de lo que tiene que ver la velocidad
con el tocino.
Con un salario anual de 62.013 euros – que es lo que cobran
anualmente los concejales del consistorio madrileño que tienen una dedicación
exclusiva – y siendo, además, la responsable de cultura de IU en el Ayuntamiento de Madrid, piensa el buzo que es exigible, aun escribiendo “con
rapidez”, una ortografía perfecta, o casi.