Con dos semanas de retraso sobre el refrán y casi dos semanas antes de
San Andrés, (1), ha llegado la nieve a las montañas de Castilla y a toda España
lluvia. Como en Madrid el pasado domingo, en que llovió mansamente, con cierta
pereza pero sin parar todo el día, viniendo a templar algo las frías
temperaturas de los dos días anteriores.
¡Deja que llueva!, ¡deja que llueva!, sentía el
buzo que susurraba el día, como Let it Rain, la vieja canción rescatada por
Diana Krall en su último disco, Glad Rag Roll, editado a finales del año
pasado.
En él, Diana Krall se aleja de lo que ha sido su
pauta habitual de rehacer, interpretar y poner su inconfundible estilo en los stándares
más conocidos de la música popular americana, para adentrarse en un mundo
personal e intransferible: vérselas con los viejos discos y partituras del
desván familiar, temas y artistas que escucharon sus padres y sus abuelos y,
también, ella misma de pequeña. Viejas canciones de los años veinte y treinta: blues
blanco, country, música de variedades… que Diana Krall recupera y nos ofrece, en su peculiar estilo de jazz, en
el siglo XXI.(2).
Hay que reconocer que hace falta valor para atreverse
en 2012 con una canción como Let it Rain, compuesta por unos desconocidos Dyson
y Kendis, que interpretó Gene Austin, (compositor y cantante de grandísimo
éxito en los años veinte y treinta y calificado por muchos como el primer
crooner de la historia), en un estilo propio de música de variedades y con una letra, en principio, bastante cursi.
Pues Diana Krall lo hace y se produce el milagro.
La canción se convierte en una especie de country-jazz lento y contenido, muy piano y sin
estridencias, dejando que surja de forma natural la magia de la música y que
los versos pasen a volver a tener justo el significado exacto y desnudo que
tienen las palabras, quedando ahuyentados los prejuicios y la cursilería con
que se entiende la canción, en su versión vaudeville, que es como sonaba en la
voz de Gene Austin.
Así comienza la canción y suenan los versos:
The angels are crying, they are shedding their tears,
that's why the rain falls from the sky.
Se hace el milagro, la música de Let it Rain comienza a fluir con
piano, guitarras y la voz, la sabia voz de Diana Krall. Y el estribillo
Let it rain, let it rain, let it
rain,
(1) El refrán "Por Los Santos, la nieve en los altos y por San Andrés, en los pies", hace alusión a las primeras nieves del año.
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