Frases lapidarias
La catedral está curada de espantos.
Del artículo La paz campesina de Luis Ventoso, en ABC de
8 de agosto de 2018.
El 6 de agosto de este año se produjeron las pintadas en el pórtico de la
Gloria que tanto se han comentado, (entre otro sitios en este blog). Dos días después, Luis Ventoso, en ABC
escribió la columna La paz campesina en el que afirmaba que la
catedral de Santiago estaba curada de espantos y recordaba cómo Almanzor robó
las campanas en 997; como en 2011, el electricista del templo robó el “Códice Calixtino”. También que algunos
vándalos han robado apliques de las puertas y que, una vez, un lunático se
subió en pelotas a abrazar al Apóstol.
Pero lo mejor de todo, es el sorprendente relato de la historia de Ricardo Fandiño, que reproduzco a continuación:
“En 1942, Ricardo
Fandiño de 28 años, un sastre nacido en Sobrado de los Monjes, entra a trabajar
como campanero de la catedral con sueldo de 180 pesetas mensuales. El empleo
incluye casa, pero en el tejado. Poco a poco aquello deriva en una fábula de
Cunqueiro. Fandiño engendra prole de tres hijos y se van afianzando en el
techo. Acaban teniendo hasta gallinero y, según una leyenda que merece ser
cierta, llegan a criar y sacrificar un guarro en los tejados catedralicios.”
Para este buzo, ha sido la mejor historia y lectura del verano;
que, efectivamente, parece inventada por Cunqueiro
y merecería continuación.
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