sábado, 22 de junio de 2013

Save the last dance for me

Como se habrán dado cuenta, al buzo le fascinan las canciones que no sólo sobreviven al paso del tiempo, y se siguen escuchando décadas después, sino que además son capaces de salir de su ámbito inicial y sonar en otros idiomas, géneros o estilos diferentes, teniendo el mismo o superior éxito. Eso es lo que convierte a algunas canciones en auténticos standards.

Es el caso de Save the last dance for me. Fue escrita en 1960 por Doc Pomus y Mort Shuman, pareja de compositores de los años sesenta, inquilinos del famoso Drill Building – rascacielos que albergó durante más de dos décadas a los compositores y editores más importantes en Nueva York. – y grabada ese mismo año por Los Drifters , con la producción de J. Leiber y M. Stoller.


La canción tuvo un éxito enorme,  llegando al número #1 en las listas americanas de ese año y al número #2 en las listas inglesas. Es una gran balada, blandita y pegadiza, apoyada en la estupenda voz del cantante solista, Ben E. King, y en los mágicos coros vocales de Los Drifters, (¡qué gran grupo). Puro pop de color de principios de los sesenta.

En 1962, la canción salta al country, siendo grabada por Buck Owens, llegando al número #1 de las listas de country, género en el que se consolidó a lo largo del tiempo, formando parte del repertorio, por ejemplo, de Dolly Parton, (que consiguió con ella un enorme éxito  en 1984) y de Emmylou Harris.


En el mismo año de 1962, Ike y Tina Turner hacen una gran versión que introduce la canción en el ámbito del soul; y por las mismas fechas Jerry Lee Lewis,  (The Killer de Luisiana), uno de los pioneros del rock and roll, la graba también.

En francés la cantaron Dalida y Mort Shuman, (el autor de la música de la canción), este último muy lenta, casi tanto como lo hizo Nilsson en su disco Pussy Cats, producido por John Lennon – al que se escucha en los coros; y en versión punk, la hicieron  The Forgotten Rebels de Canadá en 1981.

El último gran éxito de Save the last dance for se me produce en 2005, cuando Michel Bublé, la graba en su segundo álbum de estudio, It’s time. El arreglo musical, que enfatiza el aire un poco cha-cha-cha de la canción, la pone en el lugar en que mejor podía estar; en la pista de baile en que transcurre la canción.


Doc Pomus, autor de la letra, usaba muletas, pues había tenido la polio de niño. Al parecer, según Lou Reed, la canción se le había ocurrido el día de su boda, viendo bailar a su mujer en la pista. Puedes bailar con quién quieras, dice la canción, pero no olvides  quién te va a llevar a casa y en los brazos de quien vas a estar.

But don't forget who's takin' you home
And in whose arms you're gonna be
So darlin' save the last dance for me


Michel Bublé pone al servicio de Save the last dance for me, su gran voz y un sentimiento especial –creo - en la interpretación, logrando una versión redonda que hace de la canción un standard para la historia.
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