“Nadie dijo en 1900:
‘Ya solo faltan cinco años para que se descubra la teoría de la relatividad”.
Es una frase genial, del matemático John
Allen Paulos, respecto del alcance y precisión de las predicciones. Tampoco
nadie previó la pandemia del coronavirus.
Javier Sampedro,
periodista científico de El País, nos lo ha
recordado el pasado día 4 en su artículo El futuro era esto, que completaba el título con: Las predicciones para 2020 están en la
papelera. La pandemia lo ha cambiado todo a peor.
El artículo acaba con
“Sabemos ahora que esa minúscula entidad
biológica que hemos importado de algún animal desde un mercado vivo de Wuhan ha
puesto patas arriba medio planeta y pronto colonizará el otro medio. Cuando
apunte el verano, la economía mundial (…) habrá sufrido un hachazo del 10% del
PIB (…) en el primer cuatrimestre. La
gente llevará meses confinada y acusará los daños psicológicos de esa
situación, como ansiedad, depresión, irritabilidad y estrés postraumático.
Muchos habrán muerto, y muchos más regresarán a una penuria que ni siquiera
habían abandonado del todo, la inversión se congelará y el paro juvenil se
agravará. El futuro era esto.”
Pesimista y demoledor.
Igual que el que había escrito el día
anterior Contra el optimismo, que completaba el título con Las tres grandes pandemias del siglo XX no
cambiaron el mundo ni la doctrina económica. La actual tampoco lo hará.
También pesimista y demoledor. Pero necesarios ambos; no vaya a ser que, de ésto, sólo se nos queden las ocurrencias de los balcones
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