Pocos amantes españoles de las películas del Oeste (ó western) son sabedores de que muchos clásicos del género, como La diligencia, Un hombre llamado caballo, El hombre que mató a Liberty Valance o Shane, están basados en novelas y relatos de autores celebrados y muy famosos en USA como, por ejemplo, Dorothy M. Johnson o Jack Schaefer.
Aquí, en España, tenemos un concepto de novelas del oeste acostumbrado y desvirtuado por las novelillas baratas que en los años cincuenta y sesenta se vendían en los quioscos por cuatro perras y que, incluso, se alquilaban manoseadas y desncuadernadas para ser leidas de un día para otro. Literatura barata en la que reinó la figura de Marcial Lafuente Estefanía.
En USA son todo un género literario aparte con sus listas de ventas, sus premios anuales, etc., gozando sus autores de una fama y prestigio excepcionales. Y es que además, en la mejor tradición americana del relato y la novela corta, son, objetivamente, muy buenos.
En este confinamiento he recuperado dos libros de la editorial Valdemar, en su colección especializada Frontera, que leí muy deprisa en su día (o más que leer, hojeé) y en este tiempo de coronavirus y confinamiento he vuelto a leer con calma y me han dejado ganas de más novelas del Oeste.
Son, en primer lugar, Indian Country que recopila varios relatos de la escritora Dorothy M. Johnson como Un hombre llamado caballo, El hombre que mató a Liberty Valance y otras historias del Far West. Dorothy M. Johnson fue una de las más famosas escritoras del genero Far West. En la contraportada de Indian Country se resalta el estilo de la escritora del modo siguiente
"... verdadera especialista en la siempre problemática relación entre blancos y pieles rojas en la frontera de aquellas tierras vírgenes que fueron escenario de un cruento choque cultural. Dorothy M. Johnson se muestra contundente, inteligente, irónica, y en ocasiones dura hasta la crueldad, y consigue con sus frases cortas transmitir al lector una sensación de veracidad y vida en sus historias"
Y, en segundo lugar, está Shane y otras historias de Jack Schaefer. Shane sirvió de inspiración para la película Raíces profundas, (título para España, ya que en su versión original y en casi todo el mundo se tituló Shane), dirigida por George Stevens en 1953, protagonizada por Alan Ladd y que es - a mi juicio - uno de los mejores westerns, (entre los cinco primeros, seguro), de la historia del cine.
Claro que la novela en que está basada es sensacional y la película sigue sin variaciones, prácticamente, la historia de ese jinete desconocido, de ese pistolero de nombre Shane que llega a la granja de los Starret en Wyoming y los ayuda en su lucha contra el impío gran propietario Luke Fletcher . Los relatos cortos que completan la edición de la editorial Valdemar, muestran un tono menos épico y trágico que Shane y con más humor y ternura.
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