Hallado en el número de la revista Litoral: Ciencia y Poesía. Vasos comunicantes; el poema Soy un punto de Jesús Aguado, representa ese “momento pesadilla” en el que puede llegar a tornarse, en ocasiones, la serena geometría euclidea. En tales momentos, un punto puede verse perseguido por jaurías de radios – azuzados por compases locos - que lo acosan porque se escapa del centro.
El poema se cierra con dos versos de complicada comprensión; pero muy sugerentes y de gran belleza. "..un punto fugitivo que echa brotes / montes ombligos ojos despreciando.” El poema, para colmo, es un soneto descolocado en el que los tercetos van por delante. Una auténtica pesadilla.
Soy un punto
soy un punto que escapa de su centro
las jaurías de radios me persiguen
compases que están locos les azuzan
están fuera de mi pero están dentro
con ondas con elípticas me siguen
trazan rayas y números que cruzan
que cortan el espacio dibujando
en medio de la nada unos barrotes
soy reo condenado a mil azotes
amarrado en un círculo colgando
marioneta del tiempo contrabando
de hilos manos deseos monigotes
un punto fugitivo que echa brotes
montes ombligos ojos despreciando
Jesús Aguado. (Madrid, 1961)
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