lunes, 18 de enero de 2021

Cuadernos 1957-1972. Emil Cioran.

Recuerdo el  descubrimiento de Emil Cioran (E.M.Cioran) en mi juventud, de la mano de Fernando Savater que lo dio a conocer en España, traduciendo tres de sus obras que se publicaron en la Ed. Taurus con los títulos: Breviario de podredumbre (1972), La tentación de existir  (1973) y El aciago demiurgo (1974). (Nota 1).



E. M. Cioran de joven (Wikipedia)

Su maestría con el lenguaje, la precisión de su escritura y del manejo de ideas y su alocadísimo nihilismo me admiraron en su día y albergué, desde entonces, un profundo respeto por el escritor rumano que desde 1941 residió permanentemente en París y desde 1949 escribió toda su obra sólo en francés.

En estos tiempos de convalecencias y pandemia lo he vuelto a leer. En la Biblioteca municipal cercana a casa, encontré los Cuadernos 1957-1972 que han sido editados en español  – en una nueva traducción de Mayka Lahoz, y en su totalidad (1.056 páginas) - a principios de 2020 por Tusquets.

Como he leído por algún lado al respecto de esta obra:es imposible de leer de corrido, pero siempre convendría tenerla cerca. Demasiada tarea: a Cioran hay que tomarlo en pequeñas dosis. Yo he parado, en esta ocasión, a mediados de 1960; con lo que he leído unos 3 años de Cuadernos.  

Ignoro de quien fue la decisión (o la petición) de adquisición de estos cuadernos por parte de la Biblioteca municipal de Pozuelo de Alarcón, pero no puedo por menos que alegrarme y saber que va a estar ahí para volver a ellos dentro de un tiempo.



Lo que uno encuentra en los Cuadernos 1957-1972 es una mezcla de brillantes aforismos, de fogonazos de lucidez  y, de pronto, aparecen ideas – párrafos – recurrentes, casi obsesiones que también, de repente, desaparecen.

Veamos ahora algunos aforismos brillantes:

“La vulgaridad es contagiosa siempre, la delicadeza, jamás.”  Ó “El dolor es una sensación, el sufrimiento, un sentimiento. No se puede decir correctamente una sensación de sufrimiento.”   O este sobre españoles: “Si el español sale de lo sublime, se vuelve ridículo”.

Algunos fogonazos de lucidez:

“ <<Un árbol no se sabe miserable (Pascal)>>. Mi nostalgia por lo vegetal…”
“Ser tan inactual como una piedra.”
Este, a continuación,  es largo: “El prusiano es menos cruel que cualquier civilizado….los bávaros definitivamente más crueles, el nazismo es un producto de Alemania del Sur. (Es evidente pero nadie lo reconoce).”

Y en estos tres años de cuadernos que he leído; entre las obsesiones o recurrencias  que he mencionado, Cioran muestra una relación de odio – amor a la poesía fascinante.

Odio: “Mi ideal de escritura: hacer callar para siempre el poeta que albergamos, liquidar nuestros últimos vestigios de lirismo…” Ó “Cualquier tufo a poesía envenena la prosa y la hace irrespirable.”

Amor: “Siento que voy a reconciliarme con la poesía. No podía ser de otro modo, no puedo pensar más  que en mi mismo” Ó “La verdadera poesía empieza más allá de la poesía; así ocurre con la filosofía y con todo.”

Adora a la poeta americana Emily Dickinson: “Desde hace meses, vivo todos mis momentos de angustia en compañía de Emily Dickinson.” Ó “Cambiaría a todos los poetas por Emily Dickinson.”

De ella menciona el verso inicial de la primera estrofa de su poema nº 280:

“Emily Dickinson:  <<I felt a Funeral in my Brain>>  Podría añadir como Mme. de Lespinasse  <<  en todos los momentos de mi vida>>.  Funeral perpetuo del espíritu.” (Nota 2).

Volveremos a Cioran y a sus cuadernos: una experiencia intensa. En la Biblioteca municipal de Pozuelo (Volturno) están esperando para, en el futuro, espigar otros 2 o 3 añitos. Veremos.

Como dijo Rubén Amón, en su reseña La nada fue todo para Cioran sobre los Cuadernos 1957-1972, hace más o menos un año: " No ya como profeta del nihilismo, sino como un escritor audaz, ingenioso, original. Podría suceder que el literato sobreviva el filósofo."

Notas

1. Los  títulos originales en francés  y los años de publicación de estos libros fueron: Précis de décomposition, 1949, La tentation d'exister, 1956 y Le mauvais démiurge, 1969.

2. La primera estrofa del poema nº 280 de Emily Dickinson es:

I felt a Funeral, in my Brain,
And Mourners to and fro
Kept treading – treading – till it seemed.
That sense was breaking through -

En traducción  al  español de Margarita Ardanaz, (Emily Dickinson. Poemas. Colección Letras Universales de Editorial Cátedra), es:

Sentí un Funeral, en mi Cerebro,
Los Enlutados iban y venían
Sin parar – hasta que pareció
Que se abría camino el sentido -

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